lunes, 17 de enero de 2011

68th Golden Globes: 'La red social' encaminada a los Oscar

Los Globos de Oro, un año más, pusieron en evidencia que no sólo que se trata de un evento con glamour pero informal, donde en cada mesa se ponen finos a Moët & Chandon y otros elixires y hasta donde el presentador sale cada dos por tres con un vaso en la mano, sino que en esta 68ª edición también ejemplifica la rubrica de avenencia de esa manida frase que la denomina “la antesala de los Oscar”. Esto es muy frecuente. Sin embargo, no lo es tanto el hecho de que Ricky Gervais apareciera en sus fugaces presentaciones como un maestro de ceremonias perfectamente inoportuno y sedicioso. Cada vez que salía al escenario, las risas se congelaban y la correspondencia a su humor dejaba helado al personal. Ante el asombro de todos, el actor británico soltó perlas sardónicas y bastante groseras sobre algunos de los aspectos más sutiles y silenciados de Hollywood, criticando películas y dando hostias verbales aquí y allá, le dio estopa al multimillonario dueño del imperio Playboy Huhgh Heffner, así como a algunas estrellas como Bruce Willis y Tim Allen, aludió filmes que ni siquiera estaban nominados, lanzó dardos a la cienciología y cuestionó la sexualidad de alguno de sus miembros, aludió al alcoholismo de algunas estrellas televisivas como Charlie Sheen y arguyó razones de preferencias en las candidaturas por parte de los integrantes de la prensa que montan el sarao a alguna película horrenda candidata en varias categorías (como ‘The Tourist’). Fue un rebelde que justificó que la línea de incorrección política es eficaz y divertida. Aunque claro, hoy todos los medios y Hollywood se llevan las manos a la cabeza. Con ello se evidencia que el mundo del oropel no entiende de críticas y dardos envenenados. No le gusta la verdad, ni el humor subido de tono. Y Gervais a buen seguro que no regresa el año que viene a presentar la gala. Una pena.
Por lo demás, esta edición de los Globos puede marcar una pauta clara que lo que sucederá el próximo el 27 de febrero en el Kodak Theatre, con Anne Hathaway y James Franco ejerciendo de presentadores (Hollywood respirará tranquila al no tener un Gervais que levante suspicacias), puesto que las apuestas se cumplieron de una manera armoniosa. ‘La red social’, el filme de David Fincher, fue la gran triunfadora de la noche. Se llevó cuatro globitos a casa (mejor música original, mejor guión, mejor director y mejor drama), ‘Los chicos están bien’, de Lisa Cholodenko se hizo con dos galardones (mejor comedia y actriz de comedia para Annette Bening) y ‘The fighter’ otros dos globos, los de mejores secundarios para dos excelentes intérpretes como Melissa Leo y un camaleónico Christian Bale. En apartado actoral las apuestas para los Oscar se consolidan en dos nombres; Colin Firth por ‘El discurso del Rey’ y Natalie Portman por ‘El cisne negro’. ‘Toy Story 3’ se llevó el de película de animación, pero hasta sería lógico que en los Oscar pudiera ganar el de mejor película del año. Eso sí que sería justicia y un dato para la historia. Obviamente, no será así.
En el apartado televisivo, ‘Glee’ y ‘Boardwalk empire’ acapararon los galardones más importantes, destacando la sorpresiva distinción al mejor actor de comedia para Jim Parsons, el Sheldon de ‘Big Bang Theory’. Otra de las cosas que destacó en un apartado más frívolo fue las impresionantes cirugías estéticas de gente como Jane Fonda (que con 70 años parece que tiene 40) o Jeremy Irons (más joven que hace veinte años). U otras, en su extremo negativo, como la de unas algo repelentes Nicole Kidman o Vanessa Williams, cada día más irreconocibles. Con algo más de “naturalidad” las bellezas de la noche fueron Emma Stone, la veterana Michelle Pfeiffer, Alicia Keys, la esquelética Megan Fox o actrices que no disimulan su edad y relucen con naturalidad, como Annette Bening y Helen Mirren. David Fincher le dio las gracias, entre otros, a Mark Zuckerberg como principal valedor de la que está llamada a ser la gran ganadora de los próximos Oscar. Eso sí, echaremos de menos a Gervais el años que viene.

viernes, 14 de enero de 2011

'My Best Friend's Birthday', la primera película de Tarantino

En 1987, con sólo veintidós años, Quentin Tarantino (I) y (II) se propuso rodar su obra debut, la inédita ‘My best friend’s birthday’. Le costó tres años de rodaje y casi cinco mil dólares de su propio bolsillo. Se rodó con una vieja Bolex de 16 mm. que le prestó su amigo Craig Hamann, que también protagonizaba la cinta junto a Tarantino y que trabajaba con éste en el Video Archives de Manhattan Beach. También se unieron al proyecto otros currantes de videoclub como Rand Vossler y Roger Avary. La leyenda cuenta que no pudo acabarla y que se extravió uno de los rollos finales de metraje. También se cuenta que el entusiasmo del futuro genio del cine se cercenó al ver el producto final de lo que había rodado, pues no se esperaba algo tan decepcionante. Tarantino pensó en rodarla de nuevo, pero Hamann, bastante harto de trabajar de forma agotadora con Quentin, se negó a repetir la experiencia.
Fue le primer golpe de efecto. La lección que un cineasta con el arrojo y la valentía de meterse de lleno en un rodaje de principiante sin tener muy claro cuál sería el resultado necesitaba para abrir lo ojos a lo que supone el sacrificio y el riesgo de rodar de forma independiente. Después llegaría la escritura de ‘Amor a quemarropa’ y de ahí a ‘Reservoir Dogs’. Lo que sucedería después pasaría a la historia popular y particular del que es uno de los cineastas más brillantes y destacados del cine moderno.
36 minutos de los 70 que duraba el total del filme se pueden ver en Youtube. Juzgad vosotros mismos.

martes, 11 de enero de 2011

Nominaciones XXV Premios Goya. Grandes olvidos.

Echando un vistazo las nominaciones de estos XXV Premios Goya, uno se para a pensar cosas. Fenómenos sin lógica que evidencia algo de incoherencia dentro de los círculos que componen esa férrea y enclaustrada industria que se da en llamar Cine Español. Un poco como esa cutre exhibición de colegueo que se ha dado a la hora de presentar la gala de nominados con Jorge Sanz, Marta Etura y la voz en off del Presidente de la Academia apuntando en una hoja con un fluorescente como si estuviera haciendo una quiniela deportiva ¿Cómo es posible que la controvertida ‘Balada triste de trompeta’, de Álex de la Iglesia, más allá del aluvión de candidaturas que ha obtenido, no vea recompensada la mejor labor dentro del cómputo de la película? Me refiero a la incongruencia de no ver a Carlos Areces nominado a mejor actor (que bien podría haber sido a la mejor actor revelación, vistos los arbitrios que siguen a la hora de nominar en esta categoría). Su labor es lo más brutal y brillante de un filme radical. En él nace el interés de la historia, representa el acierto mayúsculo con el que el actor da una lección de mutación, de crecimiento interpretativo en pantalla pasando de ser un ingenuo y apocado personaje hasta convertirse en una bestia temerosa. Me atrevería a decir que incluso supera la magnífica composición de Javier Bardem en ‘Biutiful’.
Tampoco entiendo muy bien porqué la labor de dirección artística de ‘Agnosia’ no está, al menos, mencionada como una de las más sobresalientes del año. Ni porqué Emilio Aragón opta como mejor director novel por una de las películas más paupérrimas de la temporada en el que, precisamente, la peor parte se la lleva uno de los mandamases de ‘La Sexta’. Aunque me lo imagino. También es triste que una de las mejores producciones nacionales, ‘El Gran Vázquez’, de Óscar Aibar, haya quedado fuera de la carrera final por llevarse algún Goya. Tampoco está ‘Héroes’, ‘Entrelobos’, ‘Secuestrados’… Por lo demás, estamos de acuerdo. A ver si ahora porque se echen de menos algunos nombres vamos a abominar los premios del cine español. Vale, las películas que acumulan más candidaturas son las esperadas, los grandes títulos de este año; además del acopio de la obra de De la Iglesia, el riesgo y la voluntad recompensados a Agustí Villaronga de ‘Pa Negre’ y la lógica (si no hubiera sido absurdo enviar la película como representante española a los Oscars) de ‘También la lluvia’, de Icíar Bollaín, tampoco hay sorpresas en los restantes apartados, aunque, por ejemplo, las nominadas a mejor actriz dejen un poso de despreocupación sobre el consecución del galardón. Habrá que ver qué sucede en la velada del 13 de febrero.
Vamos a hacer una cosa. Independientemente de los antojadizos resultados de esta, al fin y al cabo, competición por dejar sobre el papel la que se considera mejor película española del año, podemos considerar ‘Enterrado (Buried)’, la película de Rodrigo Cortés, cinta americana de vocación, española de espíritu y producción, como la película más destacada del año. Por encima de cualquier otra. Sin paliativos. Así no nos llevaremos sorpresas ni decepciones.
Lista completa de nominados.
(Fuente: EL PAÍS).

lunes, 10 de enero de 2011

Homenaje Juan Piquer Simón, icono del cine fantástico y de terror español

1935-2010
Es una pena que los medios de comunicación, en su habitual y decadente deterioro, no se hayan hecho eco de la muerte de Juan Piquer Simón, uno de los cineastas referentes del cine fantástico y de terror español. Uno de esos directores trascendentales en la consecución de un cine de género que ha sido ignorado por el gran público y por parte de la crítica. Este valenciano que nos ha dejado a los setenta y cuatro años, víctima de un cáncer, irradia el recuerdo de aquellos fans irredentos que nunca podrán olvidarle. Una pieza fundamental dentro de un estilo poco avivado, de un amor por la variedad hacia un tipo de cine que parece ajeno a lo español, como también lo han sido Paul Naschy, Jesús Franco, Leon Klimovsky, Carlos Aured o Amando de Ossorio.
Piquer Simón fue un trabajador del medio, un temerario que usaba la fantasía como arma, cuyo estilo se asentaba en la trinchera. Invariablemente de los medios y presupuestos, hizo de la ilusión su mejor aliada. La serie B fue un terreno de crecimiento personal y artístico que le valió que su nombre fuera conocido más allá de nuestras fronteras y lo que le convirtió aquí en un cineasta de culto, un realizador irrepetible. Películas como ‘Viaje al centro de la tierra’, ‘Supersonic man’, ‘Misterio en la isla de los monstruos’, ‘Mil gritos tiene la noche’ (que llegó a recaudar 25 millones de dólares sólo en Estados Unidos), ‘Slugs’, ‘La grieta’, ‘La mansión de Chtulu’, ‘La isla del diablo’, ‘El escarabajo de oro’… representan el ideal de un hombre y su lucha contra los elementos de la indolencia nacional hacia este tipo de productos audiovisuales arrinconados en la memoria. Con la inquietud del entretenimiento como fuente de energía, con afán esteticista y noble, con vocación de artesano y espíritu ambicioso en un entorno industrial que le dio la espalda, Pique Simón chocó de bruces con el desarrollismo y con el exitoso destape, que hicieron imposible el resurgir de un género irrecuperable en el clasicismo fílmico de un país que ahogó la serie B y los productos de género tan dados a la ilógica marginación. En España somos dados a ningunear figuras importantes y a exaltar otras que no merecen reconocimiento. Mitos a recuperar que han trabajado en función del amor por el cine. Gente que lo ha dado todo porque el cine español no cayera en el ostracismo y la apatía con la que sucumbe con gran facilidad. En esta categoría es donde hay que ubicar una figura importante en l a Historia del Séptimo Arte español.
El entrañable Piquer Simón arriesgó su carrera con la posibilidad de mostrar otros contextos que le equiparan a los grandes nombres del cine contemporáneo patrio. Ahí es donde merece estar, máxime con aquellas producciones donde el terror supuso un cenit con cotas insuperables, que no renunciaron a un propósito comercial alejado de lo reiterativo, sin traicionar el testimonio genérico tan fascinante como ignoto, de vocación ‘pulp’, de esencia honesta, donde horror y fantasía pudieran proponer una alternativa novedosa. El cineasta valenciano deja un buen puñado de obras a reivindicar, donde la aventura, la acción, la ciencia ficción y la hemoglobina encuentran su nobleza dentro de la cinematografía nacional. Nunca ganó un Goya, ni siquiera honorífico. Pocos se acordaban de su nombre. Tampoco hacía falta. Porque los que aman el cine de género le recordarán siempre con cariño y devoción. La memoria histórica le debe su sitio como el gran nombre de cine que ha sido. Y así debería ser.
D.E.P. maestro.

viernes, 7 de enero de 2011

El Abismo 2010

2010 ha sido un año nefasto. Por muchas razones. Sin embargo, recopilando textos, echando un vistazo atrás, merece la pena destacar algún que otro texto que simbolice un poco lo que ha sido este ‘Un Mundo desde el Abismo’ en términos de blog veterano con achaques, como todo lo viejo que sobrevive entre la novedad y nuevos vicios cuya finalidad común es la pérdida de tiempo. Intentando diversificar, seleccionando de entre tanta referencia cinematográfica, el blog ha dejado algún momento emotivo, algunos ‘posts’ llamativos y muchos absurdos.
Este podría ser el repaso del año 2010 abismal.
- ‘El milenio del desencanto’: Reflexión sobre el futuro que nos vendieron y el futuro que tenemos.
- ‘El inesperado adiós del abuelo Manolo’: Las despedidas son siempre tristes. Empezar el año así, no fue una buena forma.
- ‘El 'irish' hardcore de los Dropkick Murphys’: Viaje a uno de los grupos más entusiastas del momento.
- ‘35: Y ahora... ¿qué?’: La típica reflexión absurda cuando uno cumple años.
- ‘Los textos y los cheetos’: Letras, snacks y alguna revelación con o sin sentido.
- ‘Crónica Final Mundial Sudáfrica 2010: El partido más importante de nuestras vidas’: La narración subjetiva del día deportivo más importante del año.
- ‘Búscate la vida (Get a life)’: La mejor serie de la Historia cumple 20 años’: Homenaje a una de las series televisivas más añoradas.
- ‘2k11: El alucinante juego de la nostalgia’: Más que un juevo, un viaje al pasado.
- ‘Homenaje a Luis G. Berlanga’: Unas palabras de adiós al mejor director español de toda la Historia.
- Dossier especial aniversario 'Regreso al futuro': Un repaso por la trilogía que cambió nuestras vidas.

Las 10 de 2010 de Harry Knowles

Harry Knowles publica cada año la lista de diez películas más relevantes desde su punto de vista a través de la página Ain’s cool news. Una de las sorpresas es la inclusión dentro de ella de una película española como ‘Balada triste de trompeta’, de Álex de le Iglesia, en la siempre particular tentativa del crítico más rebelde de Hollywood por diversificar su inventario anual. Llama la atención, más allá de los títulos habituales en casi todas las listas (Fincher, los Coen, David O. Russell, Mark Romanek, Aronofsky…) la colocación en ese número siete de la controvertida ‘A serbian film’, de Srdjan Spasojevic. Para Knowles, este filme, que ha sido censurado en varios festivales y que no deja indiferente a nadie, atiende a unas consideraciones subjetivas por parte del crítico que mezclan a medio camino entre Fincher y Schrader y el entramado de ‘thriller’ de reconstrucción a lo ‘Resacón en Las Vegas’. Su mejor película de 2010 es ‘Scott Pilgrim contra el mundo’.

miércoles, 5 de enero de 2011

Postlethwaite's End

1946–2011
Ha muerto el actor Pete Postlethwaite, el hombre que haría inmortal en la gran pantalla a Giuseppe Conlon en ‘En el nombre del Padre’, de Jim Sheridan cuando ya tenía una carrera de más de dos décadas en el mundo del cine y la televisión. Un actor británico de cine y teatro cuya pureza interpretativa nunca pasaba desapercibida gracias a un talento perfilado en la capacidad de ser prolífico, escapando a cualquier etiqueta, capaz de interpretar cualquier papel. Su mirada humana, tierna y profunda, hizo de él un secundario perfecto, el hombre indispensable para ser recordado, entre muchos otros, por sus papeles, primero en cintas donde su presencia pasaba un tanto desapercibida, como en ‘Los duelistas’, ‘Alien 3’ o ‘El último mohicano’ para ser una figura de poderosa atracción física en ‘Sospechosos habituales’, ‘Romeo y Julieta, de William Shakespeare’, ‘Tocando el viento’, ‘El mundo perdido: Jurassic Park’, ‘Amistad’, ‘Atando cabos’, ‘El jardinero fiel’ o más recientemente en ‘The Town: ciudad de ladrones’.

domingo, 2 de enero de 2011

Ley 42/2010: el fumar se va a acabar. Claves y consejos.

A partir de hoy la controvertida Ley 42/2010 entra en vigor, lo que significa que está prohibido fumar en todos los espacios públicos cerrados. Una medida aplaudida por muchos y maldecida por otros tantos. El caso es que, como hicieron anteriormente otros Estados comunitarios en los que también se obstaculiza el consumo de cigarros para beneficiar la salud pública, ya no hay marcha atrás. Por mucho que aquellos que le dan al pitillo sin reparos ni miramientos hacia el prójimo lo discutan, es un hecho intangible que si quieren fumar deberán hacerlo al aire libre, disfrutando del viento, del ambiente exterior, de la vía pública… Pero hay excepciones. El uso del tabaco en interior se circunscribe a habitaciones de hotel habilitadas para ello, prisiones y hospitales psiquiátricos. Así que los que fumen, si quieren seguir optando a esta regalía, podrán alquilar una habitación de hotel de paredes amarillentas corrompida por el humo, delinquir con penas mayores o volverse definitivamente locos para poder disfrutar de este peculiar libertinaje con total impunidad. Parece que es un tema significación trascendente, que ofrece una oportunidad perfecta para tener tema de conversación de tintes poco menos que ecuménicos. Sin embargo, la cosa es más importante de lo que parece. Se llevaba tiempo persiguiendo este ajuste. En Irlanda se decretó en 2004, en el Reino Unido entre marzo de 2006 y julio de 2007, en Alemania desde 2008, Turquía en 2009, el año pasado año en Chipre e Italia y Francia entran con nuestro país en el modelo de cuidado de los espacios cerrados sin humo.
Hace seis años emergió la Ley 28/05, una medida sanitaria frente al tabaquismo que regulaba la venta, el suministro, el consumo y la publicidad del tabaco. Los propietarios de bares, restaurantes y otros locales de ocio elegían si sus clientes podían fumar o no. Los establecimientos con una superficie de más de cien metros cuadrados deberían indicar también la opción elegida ¿Cuál fue el resultado? Que ambas modalidades decidieron saltarse la ley y dejar que sus negocios siguieran siendo fumaderos con olor y sabor a ceniza. La pregunta era ¿un bar iba a cerrarle las puertas a los que fuman decretando que en su establecimiento no se podía fumar? Evidentemente, no. Nadie quería perder clientes, por lo que no había diatriba posible ¿Para qué seguirla? Generalmente, a los que fuman les zumba el pepino si al individuo que está al lado le molesta su humo o les afecta a su salud como fumadores pasivos.
Es una medida polémica que, a buen seguro, será tildada de totalitarista y prohibicionista. Aunque también, siguiendo ese razonamiento, es totalitarista el uso del cinturón de seguridad en las normas automovilísticas. El 14,7% de las muertes que se producen en España apuntan al tabaco como principal factor. De forma directa o indirecta (los fumadores pasivos también encuentran el fatal destino gracias al daño colateral) el humo supone un riesgo que se comparte entre todos de una manera unilateral, impuesta y arbitraria por parte del que fuma. El fracaso de aquella ley Ley 28/05 establecía su principal traba en que era demasiado permisiva. En esta nueva Ley 42/2010 nadie está prohibiendo el uso del tabaco, su adicción, su consumo o la elección de esta paulatina muerte deseada. Se coartan una serie de privilegios “no escritos” que beneficien al resto. No se prohíbe fumar en la calle, ni espacios reservados únicamente al nocivo vicio cancerígeno. Durante la historia del tabaco, el civismo de este acto de fumar ha brillado por su ausencia. Los fumadores (no todos, pero casi) no han respetado en absoluto a los no fumadores, que no han tenido más remedio que tolerar y sobrellevar los malos humos con mayor o menor resignación. Son dos posiciones enfrentadas, irreconciliables. Ahora, la tortilla se ha dado la vuelta y es de recibo, casi de justicia poética, que las tornas se cambien. Los fumadores ya han jugado su parte del juego. Siempre han ganado. Ahora les corresponde perder un poco. En este momento, les toca el turno a los que se han tragado el humo en silencio y van a disfrutar de los mismos espacios libres de humo.
¿Alguno cree que esta prohibición se llevara a cabo y tendrá éxito? Muchos creen que será una moda pasajera y que con el paso de los días, los que fuman podrán seguir haciéndolo pese a quien le pese. El caso es seguir con el vicio egoísta y seguir pensando esa recurrente frase de fumador “si el humo les molesta, que se jodan”. Muy bien. Pues esto no tiene porqué ser así. Ahora el fumador pasivo es el que tiene el deber de hacer valer su privilegio y derecho, su diligencia para ver que la libertad de vivir sin humo en los lugares públicos sea un hecho. Nuestro deber, si es cierto que nos molesta el humo y no lo soportamos, es evitar que el fumador vulnere la salud pública y se incumpla la ley. Hay que evitar que el que fuma se ría de la sociedad y del conciudadano con impunidad. Eso se acabó si uno quiere.
El no fumador DEBE utilizar sus derechos (en este caso el RD 192/1988) y la correspondiente ley autonómica para impedir que esta oportunidad de vivir con salud caiga en el olvido. Es muy fácil. Cuando veamos a alguien perpetúa su insidioso hábito lanzando el humo a nuestra cara o simplemente con observar el gesto de ese mechero encendiendo el cigarrillo en un local cerrado:
A) Hay que pedirle amablemente al fumador que apague el cigarrillo.
B) En caso de éste siga con su actitud ilegal, hay que comunicárselo al responsable del lugar.
C) Si a su vez, éste no insta al sujeto a apagar el cigarro, es cuando tomamos medidas.
- Tendremos que pedir una hoja de reclamaciones para hacer un llamamiento formal sobre la vulneración de la ley y protegiendo la defensa de los derechos de los consumidores. Con esto, el establecimiento está obligado a darte un formulario con tres páginas autocalcantes. Una vez completada y rellenada la hoja de reclamaciones, una de éstas tres copias debe quedársela el responsable del local, las otras dos son para el cliente. Un es para ti. La otra se llevará o enviará a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor o bien a las Delegaciones Provinciales de Consumo. Es muy importante saber que si el encargado se niega a suministrar este impreso, tenemos la potestad y la obligación de llamar a la policía para que se cumpla la ley.
- Con el anterior punto, el amigo del bar debería acceder a las exigencias y haría apagar todos los cigarros que hubiera encendidos, puesto que entonces el establecimiento se enfrenta, sí o sí, a la multa establecida por quebrantar la ley.
- Si queremos hacerlo más fácil, la página nofumadores.org se ofrece un MODELO de DENUNCIA On-line para hacer más fácil el trámite a cualquier ciudadano que se vea en la necesidad de hacerlo.
Con ello, aquel que tenga la tentación de no cumplir la ley tendrá que enfrentarse a multas que van desde los 30 euros por cigarrillo hasta 600.000 euros según la gravedad y la reincidencia.
Que la gente fume o no en los establecimientos públicos depende de los que no fumen. Yo, por mi parte, pienso ejercer mi derecho y llevar mi derecho, que para eso es mío, hasta las últimas consecuencias. No por fastidiar al que fuma. Si no por el bien común. Mi salud bien vale unos cuantos minutos rellanando una hoja de reclamaciones para evitar que no se repita la negligencia. La salud pública tiene que prevalecer por encima de otras consideraciones. Esto es lo que hay. Se quiera o no.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Resumen Abismal del 2010 Cinematográfico

TOP TEN 2010
10. ‘Up in the air (Up in the air)’, de Jason Reitman.
Reitman sopesa con acierto esos efectos devastadores de los métodos de flexibilización que llevan consigo el recorte laboral, así como la banalidad y la tramoya que encierra la cultura de los recursos humanos. El fracaso de la estructura empresarial se deja entrever en los testimonios de personas anónimas que han perdido sus trabajos durante la crisis y sus reacciones ante esos despidos. ‘Up in the air’ pretende investigar el escenario económico imperante en el mundo hoy en día, así como sus contracciones, sus causas y efectos que dan como consecuencia una parte responsable y otra de víctimas que son despedidas no por su ineficacia, sino por la representación de un problema para la empresa que deviene en daño colateral. Fácil solución de la deflación de desembolso logístico y de personal que, por si fuera poco, encuentra un aliado para su optimización en los despidos a través de videoconferencia. Así de cruel.
‘Up in the air’ es un filme de impecable trascendencia, valiosamente sarcástico y descomunalmente inteligente, que utiliza el humor cínico en contraposición del drama, sabiendo aunar brillantez y profundidad en su estudio sobre las relaciones humanas, sobre todo miedo al compromiso y un panegírico bastante cruel sobre la soledad de los nuevos modelos profesionales que parecen regir el mundo de hoy.
9. ‘Enterrado (Buried)’, de Rodrigo Cortés.
En una película tan compleja como ‘Buried’, hay que enaltecer la dialéctica subliminal de Rodrigo Cortés a la hora de presentar un planteamiento condenado a un complejo aparato formal para involucrar al espectador dentro de él, siguiendo la reclusión en la magnífica creación de una compleja sensación de asfixia, de precisa atmósfera dramática que conecta directamente con la platea. El realizador sabe en todo momento cómo y cuándo tiene que mover la cámara, con determinadas angulaciones, acrecentando las motivaciones del personaje y su sentido fílmico a través de cada plano con cámara al hombro, ‘travellings’, grúas o aproximaciones y alejamientos al rostro del protagonista, que poseen un peso específico dentro del filme. Una obra que utiliza el suspense como mecanismo psicológico, haciendo que el tiempo y el espacio fílmico se superpongan a la realidad para aproximar la verosimilitud y agonía de todo el entramado que se va construyendo según avanza el filme.
‘Buried’ es así un incómodo espectáculo que supone una transgresión velada, pues se presenta con el más absoluto realismo dentro de los cánones de un género restrictivo como es el ‘thriller’. Hay quien se ha aventurado a tachar al filme como un simple ejercicio demostrativo. Sin duda lo es. Pero también es un ejercicio abrumante, de insólita frescura y atrevimiento, creado desde una inteligencia envidiable y una erudición cinematográfica muy destacada. ‘Buried’ se disfruta desde el sufrimiento, desde la sumisión espeluznante que revela a un director con un talento descomunal a la hora de hacer de la esencialidad una auténtica montaña rusa de sensaciones.
8. ‘La carretera (The road)’, de John Hillcoat.
‘La carretera’, adaptación de la novela ganadora del Premio Pulitzer de Cormac McCarhty, habla de un hipotético futuro no tan lejano, donde (y a pesar de lo que avanzaba el engañoso trailer), Hillcoat ofrece con un sacrílego respeto la fidelidad una visión post-nuclear sin necesidad de entrar en causas o consecuencias. La identidad visual y el ascetismo de la novela se trasladan al celuloide con una puesta en escena de la épica rodeada de podredumbre con un buscado equilibrio de reflexión, evocación y suspense. Como película sabe reflejar con sus agónicas imágenes la introspección del libro, avanzando en su psicología interna, sin renunciar a los matices que arrastran al relato hacia una sórdida profundidad existencialista.
Estamos ante una de las mejores adaptaciones de una novela al cine que se hayan visto en mucho tiempo. Un drama que acaricia con gran crédito otros géneros que le son afines, como el catastrofista, el terror, el ‘western’ crepuscular, la ‘road movie’ o la ciencia ficción anticipativa que analiza un contexto que no deja lugar a dudas, donde el pasado se ha perdido en la memoria como una mentira y no existe ningún porvenir. El destino ha definido su esencia a una circunstancia llevada a una cuestión de vida o muerte, donde aquellos que respeten los valores arraigados a la condición racional podrán seguir subsistiendo como auténticos hombres. El ser humano, puesto en situaciones límites, va descomponiéndose moralmente hasta la deshumanización más brutal.
7. ‘En tierra hostil (The hurt locker)’, de Kathryn Bigelow.
Bigelow inclina el pulso hacia un enfoque de humanización de los soldados marines. Sin embargo, lo hace sin heroísmo, otorgándole a su mejor obra hasta el momento el auténtico significado bélico de Irak. Cualquier tipo de heroicidad queda neutralizada por las consecuentes reacciones de ese hombre torturado al que interpreta (de forma espléndida) Renner. No hay ápice de profundización existencial o reflexiva sobre sus movimientos, sino que se deja llevar por las imágenes y los hechos que consisten en sobrevivir día a día. Dentro de un entorno de personajes, ‘En tierra hostil’ sabe delinear un estudio sobre la obsesión de un soldado por un peligroso ‘hobbie’ que ha convertido en su única vida. Nadie desactiva mejor las bombas que él, autoasumiendo que es mucho mejor que un robot controlado a distancia. En sus manos, en su esmero y su desazón a la hora de manipular un detonador, se encuentra una satisfacción indescriptible.
‘En tierra hostil’ es, en definitiva, toda una hazaña que equilibra sus objetivos en este período de fragmentación que vive el cine de acción, donde la veracidad abrupta, áspera y visceral se crea alrededor de una atmósfera opresiva. Un cosmos con olor a pólvora y sangre reflejado con el empeño de sencillez en su ausencia de estilización, de depuración cinematográfica al servicio de lo que se narra.
6. ‘Un tipo serio (A Serious Man)’, de Joel y Ethan Coen.
‘Un tipo serio’ es una mofa que se descojona de los recuerdos de Joel y Ethan Coen, del hábitat infantil al que estuvieron sujetos. No dudan en cebarse con una despiadada sátira hacia las creencias, hacia la religión y sus manipuladores (se centra en el judaísmo pero los modelos de inercia religiosa se podrían hacer extensibles a cualquier credo). Los Coen siguen mirando hacia esa América profunda que, de paso, sirve como prototipo de actualización de los problemas de hoy en día. En definitiva, los Coen no están más que analizando los modelos sociales de vida y de las aspiraciones mitigadas por la falta de ambición.
La cinta se convierte en su película más inaccesible y surreal, pero también la más personal. La probabilística y la irresolución entran a forma parte del discurso tejido dentro de la trama. Para los Coen, los problemas de la vida son conferidos a una esfera física, donde es tan importante el principio de indeterminación de Heisenberg o la visualización del experimento del gato de Schrödinger. Es lo que hace que la actitud del personaje encarnado con enorme lucidez por Michael Stuhlbarg sea incapaz de encontrar una solución a la enorme ecuación que van formando sus desgracias, desmontando con ello la fiabilidad de toda convicción.
5. ‘La cinta blanca’, de Michael Haneke.
‘La cinta blanca’ va mostrando la siniestra procedencia de los sucesos junto a la degradación de un sistema que esconde bajo su rectitud moral y firmeza los continuos escarmientos físicos y psicológicos hacia unos niños educados en el autoritarismo. Un método que hace aflorar rápidamente la hipocresía de unas normas de conducta donde el castigo implacable y el miedo son las armas de correctivo ocultadas en secretos inconfesables de puertas para dentro. No resulta extraño que, con estos factores argumentales, de doctrinas purificadoras y manipulación, el relato de Haneke esté contagiado por una enfermiza turbiedad moral.
Una despiadada crítica a la sociedad regida por los valores absolutos y su transferencia infectada a las nuevas generaciones, en el cual se encuentra la errónea significación entre el bien y el mal. Un hecho que convierte a sus cachorros en deshumanizados autómatas, símbolo anticipativo de la generación que viviría bajo el mandato nacionalsocialista del III Reich. Es la consolidación de un cineasta como filósofo narrativo en constante búsqueda de la reflexión del que mira, sin ningún tipo de acatamiento al didactismo indulgente, arrancando interrogantes, sin ofrecer ninguna explicación demostrativa en esta retahíla de preguntas acerca de aquellos que sufren la culpa, de su anulación como individuos, atosigados por los maltratos, heredando la frustración y los falsos ideales de aquellos a los que llaman padres.
4. ‘Two lovers (Two lovers)’, de James Gray.
‘Two lovers’ urde desde el comienzo un drama cuya materia gravita constantemente en la importancia de las decisiones, pero a la vez en la dualidad, en la disyuntiva de una condición ética y existencial propuesta a un joven perdido en su frustración. James Gray va trazando una fascinante construcción introspectiva al alma de sus personajes, siempre en los límites contextuales y temáticos de los melodramas sentimentales, sin exceder en emociones, vinculando el sustrato dramático a la tranquilidad y a la madurez con la que fluyen los comportamientos de esos seres heridos, que subsisten entre su fragilidad y sus anhelos, que necesitan, en definitiva, aferrarse a una relación.
A simple vista, ‘Two lovers’ podría verse como un itinerario parsimonioso por los problemas emocionales que invocan irremediablemente a la melancolía y a la angustia. Lo es. Pero también es una disección sobre los cimientos del deseo, su naturaleza y sus riesgos, que no olvida el destino marcado por la coherencia. Mientras medita con el lirismo, también engrandece su estela al desfilar por la humildad y sencillez con la que está narrada esta sugestiva obra. La misma que se concentra en la cruel realidad de una azotea, donde dos almas a la deriva están destinadas a un final infeliz.
3. ‘Un profeta (Un prophète)’, de Jacques Audiard.
La mejor película europea estrenada en 2010 aboga por una dureza de una violencia incómoda, necesaria para esta historia carcelaria, bruñida a través de la realidad con un viaje de transformación de un joven árabe analfabeto que va escalando y adecuándose a un oscuro sistema de manipulaciones y relaciones de poder que se dan en el universo de indeterminación moral de sus protagonistas. Una áspera fábula de supervivencia, de subsistencia del crimen organizado que pervive infectado tras los fríos muros de las cárceles. ‘Un profeta’ logra instituir un vínculo de perversión visual gracias a un certero hipnotismo hiperrealista, en el que Audiard exprime con todas sus aristas y evocaciones la turbiedad de un entorno amenazante acuciado por la putrefacción que rodea a una fauna enjaulada que no entiende de lealtad o de subordinación.
El cineasta francés moldea un drama criminal exhaustivo cuya su mayor capacidad reside en el prodigioso guión de Thomas Bidegain y el propio cineasta, que logra mantener la viveza y el rigor, el ritmo y su veracidad en la larga duración de un filme que regala al espectador multitud de matices, de interpretaciones memorables, de fantasmas metafóricos y corpóreos que asolan este trayecto vital hacia la consumación del ente iluminado de un personaje dibujado con una brutal coherencia. Alejado de cualquier catalogación y convencionalismo ‘Un profeta’ es una cinta poderosa, perfectamente narrada y estructurada, de atmósfera cerrada y sórdida donde la tensión y la grandeza despiertan el aplauso a una de las mejores y más valoradas cintas de este año que se termina.
2. ‘La red social (The social network)’, de David Fincher.
David Fincher hilvana su película más dialéctica, que se convierte en un filme casi de acción, determinada en los diálogos y movimientos verbales de sus protagonistas, nunca por el apresuramiento de la convulsión física. Esto va de gente sentada, hablando, atacándose y defendiéndose, refiriendo testimonios ante el tribunal de los Zuckerberg, Saverin y los hermanos Winklevoss, haciendo de su estructura de los hechos una sucesión de diversos puntos de vista siguiendo un itinerario metódico dentro del abisal subconsciente de la sociedad norteamericana, con la sensatez de un cineasta cuyo posmodernismo no elude su responsabilidad con la historia que cuenta, desentrañando las fórmulas del lenguaje cinematográfico.
‘La Red Social’ es, ante toda abstracción trascendente, una profunda reflexión sobre la amistad y sus condicionantes cuando hay poderosos intereses de por medio, cuando la deslealtad y la traición se anteponen a los sentimientos y las necesidades en un mundo actual donde se cuestiona el significado real de la palabra “amigo” y su acepción en la nueva era de la Información (o mejor dicho, de la sobreinformación). Todo ello conlleva varias incógnitas de fondo; sobre la inutilidad de un mecanismo que fomenta los aspectos prosaicos del ser humano metido en una espiral de popularidad y narcisismo, sobre la cultura de la adhesión que excluye muchas veces la interacción. Una idea que escarba sin concesiones en la soledad y la estúpida necesidad de hacer pública una vida desprovista de privacidad.
1. ‘Toy Story 3 (Toy Story 3)’, de Lee Unkrich.
Este tercer viaje de la saga iniciada por John Lasster sigue afrontando ese miedo e incertidumbre al abandono y al desamparo del juguete. Pero nunca antes hubo una analogía tan clara entre esa orfandad equiparada al miedo a la muerte. No sólo porque haya alguna terrible secuencia que enfrente a los protagonistas a ella, sino en esa sensación de desconfianza sobre el acontecer de los giros, de ese porvenir borroso en un juego de pugnas entre desilusión y optimismo. El viaje final es también un testimonio visual de la caducidad del tiempo, de cómo todo lo que un día era felicidad se vuelve una incógnita convertida en ley de vida.
‘Toy Story 3’ apela al poder de la emoción en esa historia del adiós a la niñez, transformando el cuento en su película más madura de la saga y de la iconografía con el sello de Pixar, en esa emisión de madurez y complejidad acerca de valores como la deslealtad, la pérdida o la fugacidad del tiempo que contrasta con la reflexión meditada sobre el amor y la amistad. Es una obra total de envidiable elegancia, gusto y maestría a la hora de provocar emociones y advertir, de paso, el riesgo al que conlleva que los niños de hoy en día encaminen sus gustos hacia juegos virtuales antes que hacia los juguetes tradicionales y la propia necesidad por satisfacer la fantasía a través del juego imaginativo. ‘Toy Story 3’ provoca esa difícil satisfacción de estar ante un cine en estado puro. Es, a fin de cuentas, sencillamente memorable.
ACTRIZ 2010
Carey Mulligan (‘An Education’, ‘Brothers’, ‘Wall Street 2: El dinero nunca duerme’).
De entre todas las actrices posibles, además de la revelación y uno de los rostros más sugerentes de este 2010, ha sido Carey Mulligan, que ha destacado por una de las interpretaciones más destacables del año. Su composición de Jenny, ese personaje entrañable y rebelde que actúa contracorriente tomando decisiones erróneas con albedrío dentro de un entorno de burguesía tan falsamente satisfecha como vacía en ‘An education’ la llevaron a ser la favorita de un Oscar finalmente no obtuvo en beneficio de Sandra Bullock. La estatuilla dorada no fue su mejor recompensa, pero ahora mismo es la actriz de moda. Y lo es por su excelente capacidad de registros, por su ambición interpretativa a la hora de actuar. En el filme de Lone Scherfig, Mulligan deslumbró con su talento, metiéndose con toda su alma en la piel de esa joven adolescente, culta y sofisticada, insurrecta y alegre, que se lanza a una relación con un hombre que le dobla la edad en el Reino Unido de la década de los sesenta. Su forma de mantener un seductor equilibrio entre la tensión de los muchos contrastes del papel, dando credibilidad y ductilidad a un personaje volcánico aportan una distinción única y la han convertido en una de las actrices con más aptitudes dentro de un Hollywood que hacía tiempo no tenía una joven promesa con tanto encanto y competencia actoral. Carey Mulligan envuelve todas esas discordancias de su personaje con una valentía que transmite autenticidad. Es, posiblemente, la mejor actuación del año. Su agradecida presencia en cintas como ‘Brothers’, con un papel secundario y en ‘Wall Street’ amparada bajo el sistema hollywoodiense de un ambicioso Oliver Stone y donde compartió pantalla con la que entonces era su pareja, otro icono en boga como Shia LaBeouf, han hecho de ella un rostro reconocible que se vincula al talento y al buen hacer. Estuvo a punto de ser la Lisbeth Salander en la versión estadounidense de la primera película que adapta la saga de Stieg Larsson que dirigirá David Fincher. Nos queda por ver ‘Never let me go’, la nueva cinta de Mark Romanek inspirada en la novela homónima de Kazuo Ishiguro y ‘El mejor’, ópera prima de la cineasta Shana Feste. Sea como sea, lo cierto es que Carey Mulligan tiene el futuro de Hollywood a sus pies, siempre y cuando siga demostrando ese asombroso talento que posee.
ACTOR 2010
Jeff Bridges (‘Crazy Heart’, ‘Los hombres que miraban fijamente a las cabras’ y ‘TRON: Legacy’).
Jeff Bridges lleva décadas personificando con acierto y audacia al eterno perdedor, al ‘loser’ hastiado, a ese hombre cansado, sin ganas de seguir luchando y que ha perdido sus sueños, refugiado en una botella de alcohol, fumando compulsivamente o en la desidia con la que ve pasar el mundo. Bridges ha dado vida, a lo largo de su extensa filmografía, a ese boxeador llamado Ernie que aprende a desaprovechar su oportunidad como su acabado preceptor, al gran pianista prematuramente derrotado Jack Baker, al locutor que provoca suicidios Jack Lucas, al ex presidiario y mal padre Jack Kelson, al superviviente de un trágico vuelo Max Klein, al fumado entrañable adicto a los bolos Jeffrey “El Nota” Lebowski, al padre negligente y cadáver Noah o a ese esperpéntico alto mando del ejército creador de un equipo capaz de matar cabras con sólo mirarlas Bill Django. En ‘Corazón Rebelde (Crazy Heart)’, de Scott Cooper, se transforma, una vez más, en ese desdichado con alma de castigado, perfilando la que es una de las mejores interpretaciones de su loable carrera; despojado de artificios emocionales, dejándose la piel en su personificación del cantante country olvidado, jugando con su carisma e inteligencia para lograr el milagro de esconder, en su portentosa recreación, todos y cada uno de los defectos estereotípicos del filme, haciendo incluso que palidezcan las convincentes interpretaciones de aquellos que le rodean. Ganó el Oscar por esta película. Simboliza el reconocimiento a la carrera de uno de los grandes actores del cine contemporáneo.
DIRECTOR 2010
Kathryn Bigelow (‘En tierra hostil (The hurt locker)’).
Si alguien que se merece el reconocimiento de mejor director ésa es Kathryn Bigelow. Se ha convertido en la primera mujer de la Historia en recibir un Oscar. Pero es lo de menos. Su labor detrás de las cámaras ha sido contundente, con una capacidad de obtener de cada imagen el espíritu necesario para convertirla en frenética acción con una radiografía de ese entorno hostil y amenazante. La directora asume el control dramático de todos y cada uno de los movimientos para dotar a su producto con un admirable sentido físico del espectáculo audiovisual en uno de los montajes más asombrosos vistos en mucho tiempo. Su juego de planos es prodigioso, ya sea cuando se trata de aportar ‘multiperspectiva’ de visiones; la gente que observa desde los balcones, los insurgentes que apuntan desde un refugio o la dinámica de los protagonistas que se mueven por hangares o calles amenazados en todo momento por enemigos camuflados, como de utilizar el ralentí para dotar de intensidad los momentos más vehementes del último cine. Bigelow ha sabido conferir un grado de honestidad que no abdica en ciertos efectismos para parir la más hábil y conseguida visión sobre el conflicto bélico de Irak, en la que no hay ofuscaciones políticas ni ideológicas. Sólo un campo de batalla y un grupo de hombres que hacen lo posible por sobrevivir en esa tierra hostil a la que refiere el título de la que será, sin ninguna duda, una de las mejores y más contundentes películas de este 2010.
PELÍCULAS DESTACADAS
- ‘Chéri (Chéri)’, de Stephen Frears.
- ‘I’m not there (I’m not there)’, de Todd Haynes.
- ‘Teniente corrupto (Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans)’, de Wener Herzog.
- ‘Shutter Island (Shutter Island)’, de Martin Scorsese. (Leer crítica).
- ‘An education (An education)’, de Lone Scherfig.
- ‘Corazón rebelde (Crazy Heart)’, de Scott Cooper. (Leer crítica).
- ‘Cómo entrenar a tu dragón (How to train your dragon)’, de Chris Sanders y Dean DeBlois.
- ‘El escritor (The Ghost Writer)’, de Roman Polanski.
- ‘Ciudad de vida y muerte (Nanjing! Nanjing!)’, de Lu Chuan.
- ‘Soul Kitchen (Soul Kitchen)’, de Fatih Akin.
- ‘Fantástico Mr. Fox (Fantastic Mr. Fox)’, de Wes Anderson.
- ‘Honeymoons (Medeni mesec)’, de Goran Paskaljević.
- ‘Kick-Ass: Listo para machacar’, de Matthew Vaughn. (Leer crítica).
- ‘The cove’, de Louie Psihoyos.
- ‘La última estación (The last estation)’, de Michael Hoffman.
- ‘Air doll (Air doll)’, de Kûki ningyô.
- ‘The secret of Kells’, de Tomm Moore.
- ‘Bright Star’, de Jane Campion. (Leer crítica).
- ‘Origen (Inception)’, de Christopher Nolan. (Leer crítica).
- ‘Exit through the gift shop’, de Bansky.
- ‘Copia certificada (Copie conforme)’, de Abbas Kiarostami.
- ‘The town (Ciudad de ladrones)’, de Ben Affleck. (Leer crítica).
- ‘Anvil: El sueño de una banda de rock (Anvil! The story of Anvil)’, de Sacha Gervasi.
CINE ESPAÑOL
- ‘Hierro’, de Gabe Ibáñez.
- ‘El gran Vázquez’, de Óscar Aibar. (Leer crítica).
- ‘Elisa K.’, de Judith Colell y Jordi Cadena.
- ‘Pan Negro (Pa negre)’, de Agustí Villaronga.
- ‘Heróes’, de Pau Freixas.
- ‘Agnosia’, de Eugenio Mira. (Leer crítica).
- ‘18 comidas’, de Jorge Coira.
- ‘Balada triste de trompeta’, de Álex de la Iglesia (Leer crítica).
DECEPCIONES
- ‘Invictus (Invictus)’, de Clint Eastwood. (Leer crítica).
- ‘Nine (Nine)’, de Rob Marshall.
- ‘Precious (Precious (Base on Nol by Saf Based on the Novel 'Push' by Sapphire)’, de Lee Daniels.
- ‘Un hombre soltero (A single man)’, de Tom Ford.
- ‘The lovely bones’, de Peter Jackson. (Leer crítica).
- ‘Green Zone: Distrito protegido’, de Paul Greengrass. (Leer crítica).
- ‘Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland)’, de Tim Burton. (Leer crítica).
- ‘Robin Hood’, de Ridley Scott.
- ‘Shrek, felices para siempre (Shrek forever alter)’, de Mike Mitchell.
- ‘Airbender: el último guerrero (The last Airbender)’, de M. Night Shyamalan.
PEORES PELÍCULAS
- ‘Loca obsesión’, de Phil Traill.
- ‘Pájaros de papel’, de Emilio Aragón.
- ‘Exposados’, de Andy Tennant.
- ‘Furia de titanes (Clash of the titans)’, de Louis Leterrier. (Leer crítica).
- ‘Habitación en Roma’, de Julio Medem.
- ‘Legion’, de Scott Stewart.
- ‘Sexo en Nueva York 2’, de Michael Patrick King.
- ‘El retrato de Dorian Gray’, de Oliver Parker. (Leer crítica).
- ‘La venganza de Ira Vamp’, de Álvaro Sáenz de Heredia.
- ‘Come, reza, ama (Eat, pray, love)’, de Ryan Murphy.
- ‘DiDi Hollywood’, de Bigas Luna.
- ‘Stone’, de John Curran.
- ‘Skyline’, de Colin y Greg Strause.
FUTURAS ‘CULT MOVIES’
- ‘Número 9 (9)’, de Shane Acker.
- ‘Los hombres que miraban fijamente a las cabras’, de Grant Heslov. (Leer crítica).
- ‘Canino (Kynodontas)’, de Yorgos Lanthimo.
- ‘Gentlemen Broncos’, de Jared Hess.
- ‘The Crazies’, de Breck Eisner. (Leer crítica).
- ‘The good heart (Un buen corazón)’, de Dagur Kári.
-‘Zombies nazis (Død snø)’, de Tommy Wirkola.
- ‘Machete’, de Robert Rodriguez y Ethan Maniquis. (Leer crítica).
- ‘Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim vs. the World)’, de Edgar Wright. (Leer crítica).
LO MEJOR…DE OTROS AÑOS
- 2004.
- 2005.
- 2006.
- 2007.
- 2008.
- 2009.
ESPECIAL DOSSIER LO MEJOR DE LA DÉCADA
Hay que reconocer que este 2010 ha dado una buena cosecha de grandes títulos que dejan el sabor de un buen año cinematográfico. Seleccionar diez títulos entre todo el caudal de cine de estos 365 días no ha sido fácil. Ha sido un año flojo, por el contrario, si hablamos de cine español. Si bien es cierto que han destacado algunos nombres propios de nuestro cine, no acaba definitivamente con esa extraña etapa de supuesta “crisis” que atraviesa una cinematografía patria que es puesta en continuo cuestionamiento. Esperemos que 2011 mantenga el nivel internacional y que el séptimo arte español encauce de una vez una variedad heterogénea en sus propuestas.
A modo personal, como sucedió en 2009, este 2010 puede que haya sido el peor año que yo recuerde desde que tengo uso de razón. Todo ha salido mal. El año empezó fatal, transcurrió de un modo catastrófico y, pese a que la selección española diera una alegría colectiva en forma de Copa del Mundo, este hecho prosaico no camufló la sensación de mala suerte que parece que nos ha caído encima. Sabíamos que esta movida de la crisis iba a afectar a cualquier objetivo y propósito. Había una quebradiza esperanza de que este año que se va podría ser una oportunidad perfecta para el regreso, donde algún proyecto pudiera saliera adelante, donde la salud y la constancia se aliaran con algo de fortuna para lograr hacer de éste un año para recordar. Ha sido todo lo contrario. Así que dejemos que este execrable 2010 se consuma y muera para recibir con algo de perspectiva un 2011 lleno de incógnitas, que parece no deparar buenas cosas. Al menos, ‘Un mundo desde el abismo’ continuará su periplo, como mínimo, hasta el próximo septiembre, momento en el que el blog cumplirá los siete años. Increíble cifra. Nos vemos allí y en todas las plataformas de comunicación 2.0 en las que perder el tiempo rodeado de conocidos, amigos y anónimos; Facebook, Twitter, Tumbrl, Flickr, Formspring
Yo por mi parte, como decía el antológico personaje R.J. MacReady, el piloto del puesto fronterizo número 31 al final de esa película de cabecera titulada ‘La Cosa’, de John Carpenter, “esperaré... aquí, un rato... a ver que ocurre”.
Os deseo, de todo corazón, un FELIZ 2011 lleno de gratas sorpresas, buen cine y algo de ilusión, que buena falta nos hace.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Crónica (adornada) de un partido navideño de abuelos prematuros

El pasado día 28, celebración pagana del día de los Santos Inocentes, nos preparamos para disputar el que debería ser uno de los eventos navideños de reincidencia anual. Un partido de Fútbol 7 que se disputó en las renovadas instalaciones de La Sindical, que ahora se llama Centro deportivo Rosa Colorado. Se supone que un siete para siete reúne a catorce tíos que han pasado la inevitable frontera de los treinta y pico qua miran a la cuarta décadas dejando atrás la lozanía y la juventud. Al partido faltó gran parte del equipo rival. Mal comienzo. En principio iba a ser un disputado encuentro entre los “Movidens” (denominación que ha acompañado durante mucho tiempo al grupo de amigos de siempre) y a los “7ers” (debido a que casi todos los integrantes del equipo estudiaron en el I.E.S. Número 7 que más tarde se llamó Francisco Salinas). La polémica falta de hombres para hacer posible un partido equilibrado estuvo a punto de romper las expectativas de un partido épico. En parte, así fue. Tuvimos que repartirnos porque finalmente acudimos a la cita doce de los catorce necesarios para llevar a cabo la pugna deportiva.
Nacho Verdejo y José A. González, dos de nuestros hombres más en forma, bueno, en realidad, dos de los pocos acabados que pueden correr y aguantar, se fueron a las filas del contrario, descompensando la balanza y haciendo que lo hubiera sido un partido para recordar nuestros viejos partidos jugando en equipo se desluciera un poco con el reparto. Aún así, el entretenimiento y el ‘fair play’ reinó desde el inicio al final. Digamos que el Equipo A dominó a placer un partido muy bien jugado en el centro del campo por estos, abriendo y buscando los espacios por el centro de la portería de un David Borrego que fue el mejor valuarte de un equipo B que salió intimidado, bastante dormido en su fila de ataque y no sintiéndose cómodos nunca con el balón. Ni siquiera esa conexión, antaño hábil y mordedora, formada por el trío atacante Quike Santiago, “El Abuelo” y “Refo” brilló en un juego un tanto apocado, que lanzó sus embestidas y tuvo ocasiones clarísimas malgastadas por un “Refo” que, pese a que lo intentó, no pudo materializar algunas de las jugadas más destacadas del partido frustradas por las grandes paradas del portero itinerante rival. Por parte del equipo A, Miguel Santamartina, Jorge y “Chino” llegaban a placer con un buen planteamiento táctico desde atrás, con zagas en las que el equipo funcionó, en gran parte, por Marcos Prieto, Nacho y José en medio campo. Pese a que tanto Rafa Tavera y Roberto “Risi” como Quike y “Abuelo” procuraban cerrar espacios, “Chino”, que materializó un “hat-trick” además de las llegadas de Nacho Verdejo y Marcos Prieto hicieron un daño inquebrantable por la contundencia de un arranque que dejó al equipo A con una diferencia de seis goles respecto a un rival que veía cómo David Borrego seguía sacando algunos balones que podrían haber aumentado irreversiblemente la cuenta goleadora del equipo A.
El equipo B seguía intentando llegar por medio de un “Abuelo” que dejó tres o cuatro jugadas con su innegable talento. Su cuenta subió a dos goles (uno de ellos, el mejor del partido) desde fuera del área. Los córners tampoco fraguaron nada positivo para un equipo que pagó sus errores de una primera parte desastrosa. Con el tercer gol de los B, marcado por Quike, se abrió la esperanza de una remontada que nunca llegó, pese a un gol de “ratón” de “Refo” que dejó sentados a dos de los defensas y al portero rival. Resultado final: 7-4. Mucha renta de goles para tan poco juego visto en la tarde del martes. Buena conducta y respeto por parte de ambos conjuntos que, pese a los achaques de la edad, la evidente falta de rapidez y la puntería perdida disfrutaron de un tercer tiempo de cervezas y risas, de anécdotas y repasos de nuestras vidas en el que debe ser un encuentro anual. Eso sí, con el compromiso de evitar la polémica por la falta de efectivos en este 2010.
EQUIPO A: 7.
Goles: “Chino” (3), Nacho Verdejo (2), Miguel S (1) Jorge (1).
EQUIPO B: 4.
Goles: “Abuelo” (2), Quike Santiago (1), “Refo” (1).