martes, 10 de enero de 2006

'Hostel', de Eli Roth, fenómeno taquillero

Sigo impactado por el logro taquillero que ha cosechado ‘Hostel’, la segunda película de Eli Roth tras la más que interesante ‘Cabin Fever’, apadrinado esta vez por Quentin Tarantino. La película de marras (que se pudo ver en el pasado festival de Sitges) resulta que ha recaudado 20,1 millones de dólares, desplazando a la epopeya fantástica ‘Las Crónicas de Narnia’ y al gigantesco simio de Peter Jackson ‘King Kong’.
‘Hostel’ ha cuadruplicado en tres días el dinero que ha costado una producción que, por si fuera poco, cuenta con el inconveniente de haber obtenido (por su excesiva sanguinolencia) el temido ‘R-rated’, que constituye una sensible traba a la hora de recaudar tal cantidad de dinero como lo ha hecho este salvaje ‘slasher’ de Roth. ‘Hostel’ es la historia unos universitarios estadounidenses que viajan con la mochila en el hombro y ganas de divertirse por Europa. Tentados por el sexo fácil que, por un malévolo consejo, podrán encontrar en Eslovaquia, los jóvenes tropiezan con todo lo incontable en este país del Este; desde sexo fácil hasta una cruel y atroz pesadilla.
La exaltación del fenómeno ‘fan-freak’ es parte fundamental del éxito de una película que ha sucumbido a la curiosidad de los espectadores, atraídos en todo momento por las prometidas dosis de sangre, amputaciones y vísceras que se ofrenda a los más ‘gore-hounds’. Pero lo cierto, y ahí es donde entra una subjetividad muy poco compartida por casi todo el mundo, es que ‘Hostel’ es, rotundamente, una auténtica inmundicia cinematográfica que puede resultar divertida, sustentada en dos partes delimitadas en los instintos primarios del género: ración de tetas, borracheras míticas y algo de sexo, en su primera parte y una abusiva violencia extrema y explícita, mostrada con humor negro y con la suciedad mugrienta que la cinta necesita, en su segundo tramo.
Puede parecer divertido, pero exceptuando un par de ‘gags’, la frenética historia de tres adolescentes en su periplo de aspiraciones sexuales es una extraña composición que no acaba de cuajar, pretendidamente gamberra, con aspiraciones de incorrección política y un halo de inmoralidad que, sin embargo, esconde un exangüe guión aburrido y reiterativo con un consejo subversivo para los yanquis: viajar por Europa para follar y beber, en la actualidad, se ha convertido en un peligro.
Esperemos que ese gamberrismo que Tarantino ha vendido como anticipo de su ‘Death Proof’, uno de los dos segmentos de 'Grind House' (filme de género que codirigirá con Robert Rodríguez), no siga los mismos pasos que esta más que irregular película que, incomprensiblemente, tanto gustó en Sitges debido, en gran parte, al fanatismo que despertó el director de ‘Pulp Fiction’.
Por supuesto, todo es cuestión de gustos.
Y por si fuera poco, nos hemos enterado de que habrá secuela. Cómo no.

La gran esperanza española de 2006

Tiene buena pinta ¿eh?
Miradlo bien porque, a buen seguro, será una de las pocas películas españolas que merezcan la pena en este año 2006.
Si no, al tiempo.

lunes, 9 de enero de 2006

Nueva moda antipirateria: Originales inaudibles

Imaginad que, en aras del persistente e imbécil pataleo por parte de la FAP, la pueril ministra de Cultura y la SGAE, seguimos sus estúpidos y maniqueos preceptos y en vez de acudir a Internet y las infernalmente perniciosas P2P y Low-ID, decidimos comprar el último disco de nuestro grupo favorito original. A tocateja, gastando 20 euros religiosamente.
Imaginad que, por alguna razón de anomalía desconocida, somos seguidores del grupo británico Coldplay, por poner un ejemplo.
Ahora imaginad que llegáis a casa y abrís el CD dispuestos a escucharlo, pero en vuestra cadena no se oye. Tras esto, lo introducís en el ordenador y tampoco se escucha. No pasa nada. Extrañados, lo colocáis en vuestro DVD para comprobar que vuestra computadora pueda tener un fallo, pero no se escucha. Oportunamente, lo intentáis con la videoconsola, pero no. Imposible. Parece que está estropeado.
De camino a la tienda, intentáis oír el CD en vuestro coche, en un reproductor recién comprado para escuchar vuestra música en volúmenes originales que es imposible que no funcione, pero tampoco.
¿Está mal? ¿Nos han engañado? A la primera pregunta, no. A la segunda, muy posiblemente.
La solución está en el interior del compact.
Cuando abrimos y leemos detenidamente ¡zas! nos encontramos esto.
En su exterior no se señala este hallazgo. Y es que cuando uno abre el estuche del CD descubrimos que los chicos de ‘Coldplay’ usan tecnología basada en DRM, por lo que averiguamos, estupefactos, el siguiente epigrama:
Este CD ha sido fabricado para su uso en reproductores normales de CD, pero podría no funcionar en los siguientes reproductores:
- Algunos reproductores de CD con la capacidad de crear MP3 (como reproductores portátiles o de coche).
- Algunos reproductores de CD con opciones CD-R o CD/RW (como reproductores portátiles o de coche).
- Algunos reproductores de CD de coche con GPS.
- Algunos reproductores de CD de coche con capacidad de grabación en disco duro.
- Algunos reproductores de CD-R/RW utilizados para música.
- Algunos reproductores de CD portátiles.
- Algunos reproductores de DVD.
- Algunos reproductores de CD.
- Algunas consolas de videojuegos.
- Aunque puedes usar un programa de Windows para reproducir algunas pistas, eso no significa que el CD pueda reproducirse en todos los PCs.
- La primera vez que el programa se utiliza (en Windows con un programa de arranque automático) se registra en un archivo de Windows. Así, los programas ya registrados no afectan a las operaciones de Windows.
- El sistema operativo Windows usa los últimos archivos. Este CD no soporta el software de Macintosh.
- Excepto por defectos de fabricación, no aceptamos cambios en el producto o devoluciones.
¿Para qué quieren que compremos cd’s originales si ni siquiera lo podemos escuchar?
Se conoce que, movidos por un instinto de gilipollez ambiciosa, existen varios grupos y artistas que quieren que dejemos de escuchar su música porque, aterrorizados de no ingresar cifras millonarias, recurren a la moda del DRM.
Está visto que esta diatriba antipiratería y sus dudosas soluciones empiezan a ser nocivas para el consumidor.

sábado, 7 de enero de 2006

Crónica de una muerte anunciada

"La retirada de la parrilla del programa se debe a que, pese al esfuerzo realizado por Pepe Navarro y su equipo, "no se han cumplido las expectativas de audiencia” depositadas en él. Televisión Española dice que no descarta la posibilidad de contar con Pepe Navarro en futuros proyectos".
Desde que vimos su primer programa hace poco menos de un mes, todos supimos que el nuevo ‘late night’ de Navarro iba a fenecer ineluctablemente. No se han cumplido las expectativas de audiencia ni se ha alcanzado la calidad necesaria para seguir con este programa poco menos que deplorable.
Navarro se fue como se esperaba, con altanería, confirmando el cierre de su nuevo y laxo producto en directo, sin avisar a su equipo. Aunque sería ridículo decir que nadie lo esperaba.
En 2004 ‘La azotea de Wyoming’, en 2005 ‘Ruffus & Navarro’… ¿Cuál caerá en 2006? ¿Los programas de Alfonso Arús o de Juan Ramón Lucas (posibles sustitutos de Navarro en las noches de la pública)?

viernes, 6 de enero de 2006

Nuevo presentador para los Oscar

Este el rostro elegido para presentar la próxima 78ª edición de los Oscar. Su nombre es Jon Stewart, un actor cómico poco conocido en España del que sólo se reconoce su gran ‘Daily Show’, un ‘late night’ de entrevistas y humor que fue merecedor de dos Emmies el pasado año.
Desde que Billy Cristal renunciara a ser el maestro de ceremonias de la gala y tras la divertida insolencia con la que Chris Rock presentó la pasada ceremonia metiéndose jocosamente con Jude Law, la Academia ha apostado por este actor secundario visto en películas como ‘Jugando con el corazón’, ‘The Faculty’, ‘Big Daddy’, ‘Jay y Bob, silencioso contraatacan’ o ‘Smoochy’ y la serie ‘The Colbert Report’.
Carismático, maestro del ‘entertaiment’ y siempre respetuoso cuando se trata de ser cínico, Stewart es toda una incógnita para este tipo de espectáculos. Lo veremos el próximo 5 de marzo en el Shrine Auditorium de Los Ángeles.

miércoles, 4 de enero de 2006

Rumore, rumore...

¿Alguien había oído hablar de esto?
La noticia es demencial, pero no por ello no deja de ser divertida.
¿Os imagináis a Spielberg dirigiendo un 'remake' de 'Mary Poppins'?

A vueltas con el Archivo

Qué vergüenza, amigos.
Nunca la instrumentalización política de unos legajos históricos fue tan descarada. Jamás en la Historia de este país se había utilizado de forma tan vulgar un elemento tan baladí para aborregar a tanto ciudadano ignorante (de uno y otro bando, de Salamanca a Cataluña) cuyo intelecto no da para mucho, por eso adoptan una actitud beligerante contra un irracional rival creado por los políticos.
Hay que reconocer que esto es ridículo. No quedan más cojones que expresarse ante el tema, ante este manejo político de un asunto que se les ha ido de las manos a todos los sinvergüenzas que hurgan en su contenido histórico. La manipulación gubernamental de un tema incoherente, de unos papeles que no tienen la más mínima importancia, trancendentalizándolos hasta el paroxismo grotesco, ha dado como consecuencia la divulgación de una errónea idea regionalista derivada del populachero discurso acogido con fervor por los pueblos salmantino y catalán, enfrentados de un modo esperpéntico, demostrando su ignorancia y sumisión al manejo de unos fulanos que se creen con voz común. En definitiva, esos repugnantes seres ignominiosos que hemos dado en llamar políticos.
Parece que en Salamanca no importa otra cosa, que vivimos en vilo por el devenir de unos documentos que nadie sabe muy bien qué contienen. En esta ciudad, amigos, hay cosas mucho más importantes que conjeturar sobre el hecho de si se llevan el Archivo Histórico a Cataluña o no. En Salamanca existe vida más allá de deshonrar a Unamuno desvirtuando apotegmas como 'Venceréis, pero no convenceréis' o hacer el subnormal manifestándose con banderas de España y consignas vejatorias, indignas de una ciudad universitaria y culta como es ésta.
Por estas y otras razones, que desde el gobierno catalán sojuzguen a toda la población charra y viceversa, que desde aquí se haga el ridículo más espantoso ultrajando a la ciudad con la compostura de un estólido alcalde, que se patentice la imbecilidad de las Nuevas Generaciones del PP charras, que se autoasuma la hipócrita postura de sometimiento felatorio de la oposición local o que la disposición paleta y desorientada de muchos salmantinos se haga manifiesta con varios miles de gilipollas me dan, con todo el dolor del mundo, mucho asco.
Me da asco la situación a la que hemos llegado.
Me da asco el fomento de odio entre regiones, manipulando opiniones, transformando postulados culturales en falsedades beneficiosas en su estrato más partidista. Me da asco la ministra de Cultura Carmen Calvo, el gobierno central y la oposición, de uno y otro lado. Me da asco Jesús Caldera y me repugna mucho más Carod Rovira. Pero no tanto como el cabildo que juega con el falso sentimiento de unidad de esta provincia en torno a un tema intrascendente.
Yo ya expuse aquí las razones de esta polémica. Pero ahora he cambiado de opinión. Quiero que se lleven el Archivo de una puñetera vez. Quiero que desmantelen por fin esta realidad histórica, que se rompa el pasado que simboliza la maquinaria represora de aquellos años que, desgraciadamente, nunca se podrán olvidar.
Me da igual que basándonos en expolios, latrocinios y robos, se empiecen a disgregar todos los legajos repartidos por España a quien lo reclame, como si Salamanca pide las más de 120 obras de arte que se robaron a lo largo de la historia y que permanecen en Cataluña. Como si en Elche piden la Dama a los madrileños o los vascos reclaman su potestad sobre ‘El Guernica’, de Picasso. No pienso tomar parte de ninguna futura opinión. Uno acaba harto de tanta chorrada política.
Si por mí fuera, esta diatriba se acabaría fulminantemente apelando a las nuevas tecnologías y dejando las disputas de quién se lleva o deja de llevar los originales. Si es suyo, pues suyo es. Que destruyan la integridad del Archivo, que desmantelen la Historia si es lo que quieren. Que se los lleven de una vez. Pero que nos dejen en paz y abandonen de una vez la manipulación de las regiones. Que devuelvan las 507 cajas. Os aseguro que yo, por lo menos, no las echaré de menos.

martes, 3 de enero de 2006

Los 50 mejores videoclips de 2005

Cuando el ínclito Chris Cunnighman lanzó allá por junio de 2005 su nuevo y esperado videoclip ‘Rubber Johnny’, pieza que nació como una pequeña promo para el corte ‘Afx. 237 v.7’ incluido en el álbum de Aphex Twin ‘druqks’, ya se vislumbraba como uno de esos trabajos indescriptibles, casi necesarios dentro del mundo del videoclip.
Fueron 30 segundos de intensidad y misterio extendidos hasta los seis minutos en otro cortometraje musical abrumante para el genio Richard D. James.
Aquí os dejo una lista de los 50 mejores videoclips del recién acabado año que encabeza un trabajo de Cunnighman que, por cierto, tuvo una de sus primeras noticias en español en el Abismo, justo un día después de estrenarse mundialmente en el Garage Stadio de San Siro, dentro TDK Dance Marathon 2005.

domingo, 1 de enero de 2006

FELIZ 2006

Os deseo a todos y a todas lo mejor en este recién estrenado año que esperemos que nos depare más satisfacciones que el acabado 2005.
Un abrazo a todos, allegados del Abismo.

sábado, 31 de diciembre de 2005

Resumen Abismal del 2005 Cinematográfico

Luces y sombras de un año algo apático
Como cada año en el final de la temporada cinematográfica, se acostumbra a compendiar lo mejor y lo peor del año, a la injusta e inevitable subjetividad de listas enumerativas que ofrecen un examen a modo de ejercicio recapitulativo del cine que se ha ido estrenando a lo largo del año (como el pasado Resumen del Abismo 2004). 2005, más allá de misericordias e ignominias, ha dejado clara una cosa: el cine español ha traducido su actual situación en la más desastrosa cosecha que se recuerde en muchos años. Es imposible apoyarse en inexistentes culpas de la administración central en torno a las subvenciones, ni las postergadas polémicas entre la FAPAE y los intérpretes nacionales, ni la comercial actitud de los distribuidores a la hora de comprar los célebres ‘packs’ favorecedores de la industria foránea. Y lo más triste, tampoco se puede buscar una justificación pretérita en la destructiva política de Pilar Miró que derrumbara la evolución de nuestro cine gracias a la intención de realizar producciones de presupuesto holgado para recibir así más subvenciones y el ajuste no menos interesado en aceptar los arbitrios de la comisión ministerial ante los proyectos presentados. Todo eso no es excusa.
Lo más destacable de este 2005 es la rotunda nulidad de los títulos españoles, fétidos en su gran mayoría, ineficaces comercialmente, sin sentido de ser; desde la execrable ‘Torrente 3’, de un Santiago Segura cada vez más poderoso y propulsor de una comedia ultrajante para la inteligencia, ‘Ninnete’, de Garci, ‘El penalti más largo del mundo’, ‘El rey de la Habana’, ’20 centímetros’, ‘Reinas’, ‘Frágil’, ‘Ausentes’, la pérdida absoluta de calidad en el cine de género con ‘Frágiles’, de Balagueró, ‘La monja’ o ‘El habitante incierto’… Un luctuoso inventario producto de la impericia de un cine español incapaz de proponer al espectador productos de cierta dignidad. Que este año se considere lo mejor de nuestro cine a dos películas tan mediocres como ‘Obaba’, de Montxo Armendáriz y ‘Princesas’, de Fernando León de Aranoa simboliza el pésimo momento que vive en la decadente y constante catástrofe, en una proterva debacle que ha dado como consecuencia una fatídica situación en la cinematografía.
Por otra parte, este 2005 tampoco es que haya brillado por una horda de espectaculares títulos. Más bien apático, el año que se va ha dejado, como es lógico, algunos títulos de cierto interés, con la consolidación de un apotegma que, hoy en día, resulta incuestionable: el cine norteamericano, a pesar de ofrecer bastante inmundicia bien manufacturada, sigue divulgando con el ejemplo del mejor y más variado cine de la cartelera internacional. La lista de lo más destacado y lo peor de este 2005 que acaba hoy mismo es la siguiente.
TOP 10 - 2005.
10.- ‘The Aviator’, de Martin Scorsese. (Ver crítica)
‘The aviator’ es el vehículo idóneo para que Scorsese haya podido componer eso que tanto tiempo llevaba buscando: una entusiasta oda de amor al cine clásico, al viejo Hollywood de la Época Dorada, con una cuidada reconstrucción estética y argumental. El cineasta italoamericano contiene para ello su megalomanía fílmica, pero no su propensión a cierta mitomanía que llega a someter a la historia hasta un cierto punto de convencionalismo, justificando, a pesar de ello, su pericia narrativa, llena de épica en esta maravillosa crónica simultánea de una victoria ocasional y de un fracaso personal.
Scorsese ejerce en ‘The Aviator’ de exegeta fílmico, de metódico estudioso del cine de la Época Dorada, donde no falta cierta dosis de manierismo y virtuosa reconstrucción de la época, explícita y deliberadamente enfática y grandilocuente, a veces excesiva, pero siempre delimitada a una línea narrativa de perfecta sutileza, de puro cine clásico.
9.- ‘Findind Neverland’, de Marc Foster. (Ver crítica)
‘Finding Neverland’ recoge el espíritu del personaje creado por James M. Barrie para llevarlo a su propia vida, que transcurre en parsimoniosa cadencia y arteramente aislada de cualquier problema, donde las contrariedades más terribles pueden ser silenciadas con la imaginación, atenuándolas con la candidez de aquel que no quiere sufrir, pero que no se enfrenta a la realidad para superar sus miedos.
Una obra que ostenta un ajustado equilibrio entre realidad y fantasía, con un estilo (para bien o para mal) algo edulcorado, que pese a un plausible manejo de las emociones, no pierde de vista su afán melodramático y consigue transformarse en una película de admirable sensibilidad.
8.- ‘Dare mo shiranai (Nadie sabe)’, de Hirokazu Kore-Eda. (Ver crítica)
Desprovista de una estética enfática y rehusando seguir una línea narrativa impuesta (ya que las acciones vienen dadas por situaciones que surgen de forma espontánea) ‘Dare mo shiranai’ se muestra traslúcida, descomponiendo el drama entre el lirismo, el silencio y la acrimonia del momento, en una deliberación en absoluto moral sobre el desánimo que provoca la negligencia y la falta de atención, pero que es suplantada por los vínculos familiares en un entorno de libertad y podredumbre que deja en el camino terribles sucesos, hambre, y en último término las dificultades más extremas a las que conlleva la madurez prematura.
Una película que deja la difícil mácula de lo imborrable, sin ningún tipo de grandilocuencia, desde la severidad de la emoción sincera.
7.- ‘Turtles Can Fly’, de Bahman Ghobadi. (Ver crítica)
‘Turtles Can Fly’ es una fábula tan oscura como desesperanzadora que recrea la amistad de unos niños cómplices en su esperanza a pesar de su realidad, contrapuesta a la violencia de la que son víctimas. El drama, sustentado en la amenaza bélica, recorre un arduo camino de penalidades en busca de un mensaje devastador, fortaleciendo la historia con pequeños toques de humor para que nada resulte excesivamente crudo.
La cinta de Ghobadi es un grito de paz en tiempos de guerra que azota a un país que, tras sufrir siglos de agonía, se ha acostumbrado injustamente a la conflagración constante.
6.- ‘Una historia de violencia’, de David Cronenberg. (ver crítica)
Poco tiene que el guión de Josh Olson con el ‘cómic-book’ de John Wagner y Vince Locke, ya que Cronenberg destruye los preceptos ‘tebeísticos’ en su disertación sobre la gradual metamorfosis que conlleva a la conducta violenta y nada ajena a su cine, ya que la trasgresión, la perversión, la abyección psicológica y la sexualidad sin tapujos giran en torno a la identidad constituida a partir del ámbito claustrofóbico de ese otro ‘yo’ localizado en la interioridad subjetiva.
La metamorfosis es, en definitiva, una mutación de la subjetividad que se fracciona en el exterior. Cronenberg aborda un conflicto existencial a través de un personaje coaccionado por su pasado que ve cómo el espectro de sus actos pretéritos subvierten en sus renovados valores, sin cuestionarse por la moralidad de las cruentas acciones que en ella aparecen. Una maravilla.
5.- ‘Life Acuatic’, de Wes Anderson. (Ver crítica)
Salvando las distancias, Wes Anderson, al igual que Bretòn, Cocteau, Tzara o Artaud, destruye lo preconcebido, desformalizando los criterios discurridos, experimentando con el cine, con el arte gráfico, con el drama y la comedia, con todo aquello que pueda hacer delimitar sus películas a un género o a un juicio estipulado. En ‘Life Aquatic’ hallamos un melodrama suavizado donde el desencanto de la vida y los objetivos malogrados se ponderan con un característico humor absurdo.
Rareza inclasificable, epatantemente gamberra, melancólica y sombría en ocasiones, repleta de detalles ingeniosos, la nueva obra de Anderson destila ambigüedad y una extraña belleza que la perfilan como uno de los títulos más sugerentes e incatalogables de este año.
4.- ‘Sideways’, de Alexander Payne. (Ver crítica)
‘Sideways’ desciende al desencanto con otra lección existencialista y real de la vida, desde la ominosa comedia que ahonda en la tribulación más insondable del ser humano, mostrando la vida como lo que es: una cruel comedia en la que hay que reírse de los fracasos y ubicar la vida con expectativas descubiertas como la gran parte de la verdad que nos rodea.
Una cinta mostrada como intencional comedia cínica que va adoptando un tono sentimental a través del metafórico viaje de un entrañable personaje como Miles Raymond, un tipo confuso, repleto de vacilaciones, que se sabe perdedor y ahoga sus miserias en el vino cuando algo no va bien.
3.- ‘Oldboy’, de Park Chan-wook.
Basada en el cómic del mismo título, la hipnótica ‘Oldboy’ es una radical propuesta tanto estética como dramática que, colmada de un lirismo y el perfecto manejo musical, formula un impetuoso discurso sobre los justificables motivos que provocan un resentimiento irrefrenable de conocer una meditada venganza, identificativa en su crudeza y pragmatismo de amoralidad expiatoria.
‘Oldboy’ explora, de forma incómoda, el odio y la venganza en evolutiva progresión que alcanza el aturdimiento final, donde el espectador es cómplice de una inaudita sensación de impotencia. Chan-wook apuesta para ello por una drástica visualidad avasalladora en la que prepondera su portentosa plasticidad para acompañar a una historia prodigiosa.
2.- ‘American Splendor’, de Shari Springer Berman y Robert Pulcini. (Ver crítica)
Fascinante cinta que mezcla documental y ficción en una suerte de experimental estructura donde su historia divulga la profundizada dependencia entre el autor Harvey Pekar y su obra, fusionando cómic y cine, en una sinergia entre estos dos artes tan desiguales y complejos que fundamentan ejemplarmente su trascendencia en la vida.
Autorreflexiva, inteligente, espectadora de lo cotidiano, ‘American Splendor’ se presenta como un sencillo relato que, sin recurrir a la deconstructividad de sus elementos lingüísticos y cinéticos, trasciende cualquier atisbo de gravedad, sin mensaje explícito o fábula moral de superación.
1.- ‘Million Dolar Baby’, de Clint Eastwood. (Ver crítica)
Eastwood escarba en los sueños de la vida y los riesgos que se deben tomar para lograrlos, a modo de inigualable introversión sobre la muerte en un mundo de desarraigados unidos por imperfecciones y defectos comunes, donde la deuda de las ilusiones supera las frustraciones vitales en un entorno de fortaleza mental, representado en un cuadrilátero que delimita la vida de unos seres que solventan en él gloria y sufrimiento.
‘Million Dolar Baby’ acoge el existencialismo tratándolo con ecuanimidad. Fábula sobre el amor y el dolor, la compasión y el horror en una de las experiencias emocionales más intensas que se hayan podido contemplar en una pantalla en la última década. Eastwood logró así una de sus películas más personales, heterodoxas y arriesgadas de su estupenda filmografía.
DIRECTOR 2005
Clint Eastwood, en ‘Million Dolar baby’.
Parecía difícil que tras ‘Mystic River’ Clint Eastwood volviera a arriesgar tanto en su nueva propuesta. Eastwood aborda lo arduo de la situación con una comprometida simplicidad del cine clásico que, en manos del director, consigue la sobriedad del más que difícil ejercicio de denotar lo profundo a través de lo sencillo, en una frontera realista en la que no existe la poética ni el lirismo y donde nada está embellecido, filmado con una elegancia y moderación que sólo puede darse desde la experiencia vital de quién ha vivido y sabe lo que es la vida, especulativo con todas las respuestas vitales que ofrece este maravilloso drama.
ACTRICES 2005
Hillary Swank, en ‘Million Dolar Baby’.
Hilary Swank apuntala con una inabordable solidez el alma de la película con su entrañable interpretación de Maggie, esa inculta y obstinada chica que economiza y reserva todo su dinero para entrenarse y progresar como boxeadora, trabajando para ello como camarera y subsistiendo de las propinas y de las sobras de sus clientes.
Swank, que ya demostró sus estupendos dotes en ‘Boys don’t cry’, acredita una sublime miscelánea de fisicidad e interpretación que merece todos los elogios del mundo, increíble en su fusión de rudeza palurda y candidez inocente. Sin duda, la interpretación femenina del año.
Natalie Portman, en ‘Closer’, ‘Garden State’, ‘Star Wars; Episodio III’ y ‘Free Zone’.
Una de las más prolíficas actrices de este 2005 ha sido Natalie Portman. Una actriz que, poco a poco, ha ido quitándose la etiqueta de ‘lolita’ y empieza a demostrar un potencial interpretativo a tener en cuenta. Portman ha ofrecido este año (en la mayoría de sus trabajos) una dádiva interpretativa que mezcla la dulzura e inocencia con la cognición de saber que las grandes oportunidades dramáticas que tiene entre manos hay que aprovecharlas.
ACTORES 2005
Clint Eastwood, en ‘Million Dolar Baby’.
A pesar de que su dirección destaque por encima de todos los demás apartados, es cierto que Clint Eastwood es quien merece en la mejor película del año una mención aparte, ya que en este terreno en el que empezó y se convirtió en estrella, es donde nunca ha sido reconocido como una estupendo actor, y en ‘Million Dolar Baby’ compone su mejor actuación cinematográfica, mostrando su parte más humana en un elogio a la vulnerabilidad, a la emoción contenida.
Sin duda alguna, Eastwood ha creado la mejor interpretación de su carrera y es justo, por ello, destacar esta faceta de un clásico del cine.
Paul Giamatti, en ‘Sideways’ y ‘American Splendor’.
Otro de los actores de este 2005 ha sido Paul Giamatti, demostrando que a pesar de estar encasillándose en el paradigma de caracterización del ‘loser’ sin futuro, grado de verosimilitud dando vida a Harvey Pekar y a Miles Ryamond no es producto de una compasiva apariencia amplificada por un físico reconocible e identificativo, sino por la impronta de un actor en constante estado de gracia que sabe adaptarse a todas las situaciones. Giamatti es uno de los grandes genios de la interpretación actual. De eso, no hay ninguna duda.
PELÍCULAS DESTACADAS
‘King Kong’, de Peter Jackson.
‘Sin City’, de Robert Rodríguez y Frank Miller.
‘Broken Flowers’, de Jim Jarmusch.
‘Match Point’, de Woody Allen.
‘San zimske noci (Sueño de una noche de invierno)’, de Goran Paskaljevic.
‘Shi mian mai fu (La casa de las dagas voladoras)’, de Zhang Yimou.
‘Garden State’, de Zach Braff.
‘La dama de honor’, de Claude Chabrol.
‘Batman Begins’, de Christopher Nolan.
‘Star Wars. Episodio III: La Venganza de los Sith’, de George Lucas.
PELÍCULAS ESPAÑOLAS
Como no ha habido títulos de calidad, esta sección que tan desértica como la calidad ofrecida por nuestro cine.
Tal vez podríamos destacar ‘Tapas’, de Juan Cruz y Jose Corbacho y ‘Malas tempordas’ de Manuel Martín Cuenca. Pero ambas no son representativas de un cine de cualidades tan destacables como para estar como las ‘mejores’ películas españolas del año.
PEORES PELÍCULAS
‘Torrente 3’, de Santiago Segura.
‘Alexander’, de Oliver Stone.
‘Land of Plenty’, de Win Wenders.
‘Kingdom of heaven’, de Ridley Scott.
'Gerry', de Gus Van Sant.
‘The Nun’, de Luis de la Madrid.
‘El penalti más largo del mundo’, de Roberto Santiago.
‘Hostel’, de Eli Roth.
‘Constantine’, de Francis Lawrence.
FUTURAS ‘CULT MOVIES’
‘The Birthday’, de Eugenio Mira.
‘Bothers Grimm’, de Terry Gilliam.
‘Kiss kiss, bang bang’, de Shane Black.
‘11:14’, de Greg Marks.
‘Primer’, de Shane Carruth.
‘Demonlover’, de Oliver Assayas.
‘Saw’, de James Wong.
‘Spellbound’, de Jeff Blitz.
‘Land of the Dead’, de George A. Romero.