jueves, 30 de agosto de 2007

NEXT COMING...

La próxima semana, coincidiendo con el estreno de ‘Death Proof’, este espacio abismal dedicará un dossier especial al cineasta Quentin Tarantino, consolidado, para bien o para mal, como uno de los cineastas más importantes del cine contemporáneo.
Estad atentos.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Próximamente: 'Yo y sus geranios', de Paco Cavero

Si hay un trabajo audiovisual, independientemente del formato al que pertenezca, que promueva la curiosidad del que esto escribe, ese es ‘Yo y sus geranios’, de Paco Cavero. Ya he hablado alguna que otra vez de este reconocido ilustrador (creador del ‘Refotoon’ que ilustra el Abismo) y dibujante de cómics, uno de los mejores que tenemos en nuestro país y en parte del extranjero, que ahora se ha lanzado al demencial universo del cortometraje con esta obra debut protagonizada por Jordi Vilches, Ana Sáez y Álvaro Manso.
Una pieza corta que delimita sus objetivos en su enloquecida sinopsis: Vicente, un hombre dedicado en cuerpo y alma a su obsesión más profunda, la elaboración de esculturas con patatas, se verá metido en un lío de los que hacen historia al tener que cuidar los geranios de su vecina cuando ésta se va con el Imserso unos días...
Será, a buen seguro, uno de esos cortos llenos del cinismo y el humor corrosivo que caracterizan a su autor, una comedia inscrita en el costumbrismo deformado bajo el incisivo prisma de un joven creador que, con este cambio de disciplina artística, manifiesta su condición de artista todoterreno y su indiscutible ímpetu por narrar historias. Por eso, el corto de Cavero supone un esperado trabajo que verá su luz a mediados o finales de septiembre en Girona, ciudad donde Paco Cavero esgrime sus mordaces y personales fábulas.
Más información, en la página oficial del cortometraje.
Y, de regalo, como en los Phoskitos, el cartel a gran resolución, también concebido por su autor.

martes, 28 de agosto de 2007

El mal signo de la actualidad

Se desconecta uno un poco del mundo y la actualidad se vuelve loca con las inesperadas y tristes muertes de Emma Penella y Francisco Umbral o con el estado de salud del jugador del Sevilla Antonio Puerta y el intento de suicidio de la estrella hollywoodiense Owen Wilson.
De la primera, la actriz de voz áspera y semblante más bien hosco pero cercano, la eterna Carmen, la hija de Amadeo en 'El Verdugo', comenzó trabajando en el inalcanzable erial de maestría del cine español de los 50 y 60, con próceres como Juan Antonio Bardem, Luis Gª Berlanga o Ladislao Vajda, destacando en los 70 sus interpretaciones en filmes como ‘Fortunata y Jacinta’, de Angelino Fons y ‘La Regenta’, de Gonzalo Suárez. La hermana de Terele Pávez también dejó su pétrea impronta actoral de cintas del calibre de ‘La estanquera de Vallecas’, de Eloy de la Iglesia y una etapa televisiva que, desde los 80, con series tan míticas como ‘Juncal’, ‘La huella del crimen’ y sobre todo ‘Aquí no hay quién viva’ cerraron una vida dedicada a la interpretación y enluta el cine patrio con la muerte de uno sus rostros veteranos más icónicos.
De Owen Wilson… su acto es la demostración de que cuando se tiene todo en esta vida, cuando más invulnerable puede ser una persona que ha alcanzado aquello por lo que muchos luchan y que muy pocos podrán alcanzar, más débil e incoherente se deriva de su actitud por negarse a seguir adelante, sin enfrentarse a sus problemas y optando por una solución inesperada. La suerte es que Wilson opta a una segunda oportunidad para enmendarse y seguir perpetuando su excelente condición de cómico.
Con Umbral se va una de las plumas más trascendentales que ha tenido este país en el último siglo. Su prolífica carrera, su estilo directo y sarcástico, su apego por retratar y exteriorizar los usos y costumbres sociales con la facilidad de una conducta sediciosa, sin perder el rumbo de lo cotidiano han marcado una trayectoria envidiable, de intachable evolución hacia el privilegio de la divinidad literaria. Umbral ha sido y será uno de los escritores más importantes que ha tenido la historia reciente de las letras hispanas por la excelsitud renovadora con las que ha destacado en las diversas facetas en las que dejó su inolvidable huella como hombre de letras.
(Tras las últimas noticias, Puerta parece haber empeorado en su ya muy grave estado. Esperemos que se obre el milagro y el mundo del fútbol no tenga que llorar la pérdida de un miembro de sus filas tan joven).
Tras este vaticinio, la peor noticia no se hizo esperar y el fallecimiento de Puerta llenó de lágrimas y tristeza un deporte acostumbrado a aunar fuerzas y ánimos en las victorias y en las derrotas dentro de los campos, pero que nunca está preparado (como en ninguna otra disciplina) para estas trágicas noticias. La muerte del jugador sevillista debida a una displasia arritmogénica del ventrículo derecho ha truncado para siempre la brillante carrera de un jugador dotado con una elegancia especial, en pleno apogeo evolutivo de un lateral con una vida de éxitos por delante. Más allá de la repercusión de su adiós definitivo, quedará la imagen de un deporte acostumbrado al egoísmo, a la prevalencia de los invidualismos, roto y aunado en un sentimiento común. La unión del cosmos futbolístico en el dolor por la muerte del joven jugador de 22 años deja la impronta de una gran familia que ha perdido a uno de sus hijos más destacados, uniendo aficiones, hermando a amigos y enemigos en el sufrimiento a un deporte que es grande en los logros, pero, en este caso, también lo es en los momentos duros.

viernes, 24 de agosto de 2007

Review ‘Ratatouille’

Exquisitez para todos los gustos
‘Ratatouille’ prosigue con la ilimitada evolución de Pixar, en un apasionante filme donde lo clásico y la épica digital se fusionan ofreciendo otro de los mejores ejemplos de cine animado vistos en años.
Las expectativas sobre esta nueva película Pixar en asociación con Disney después del desconcierto suscitado antes del estreno de ‘Cars’, hacían de ‘Ratatouille’ un esperado regreso a la gran pantalla del estudio que transmutó la idea de animación clásica con el revolucionario estreno de ‘Toy Story’. La digititalización de los dibujos animados no fue sólo la única novedad introducida por Pixar, sino que las historias, los modelos anclados en el pasado y el clasicismo sucumbieron ante el vendaval creativo de esta empresa dedicada a la constante superación con el trabajo de un equipo que parece no tener fronteras a su inalcanzable capacidad evolutiva. Sin embargo, tras la última producción ‘Cars’, dirigida por el creador del emporio Pixar, John Lasseter, muchos fueron los que, erróneamente, cuestionaron ésa idoneidad fabuladora de la compañía creadora de ‘Bichos’, ‘Buscando a Nemo’ o ‘Monstruos Inc.’, ya que algunos percibieron una notable insuficiencia en ese universo donde el ritmo de unas historias se definen por su primoroso mecanismo, llenas de exultación y pasión, señas de identidad de esta afanosa factoría de animación.
En su octava película, Pixar deja claro que el desafío de superación no tiene límites. ‘Ratatouille’ es la demostración de que estamos ante una imponderable institución nacida para la creación de sueños animados que representan el auténtico delirio tecnológico y digital, sin perder el evidente gusto por lo clásico o la épica de los cuentos tradicionales con la actualización de cánones que gustan a los adultos y a los niños por igual. Pixar, sabe mostrar la realidad jugando al mismo tiempo con la animación y la aventura, sin perder un ápice en su ponderación satírica y crítica. Algo muy presente en esta impresionante muestra de talento y saber hacer que supone esta película.
La premisa sitúa al espectador ante Remy, una rata de campo con excepcionales dotes para el olfato, que gusta combinar especias e ingredientes, capacidades que lo convierten en un superdotado de la cocina gracias a los consejos televisivos de Aguste Gusteau, un chef de la alta cocina parisina autor de un libro que define la clave del filme “Cualquiera puede cocinar’. Por circunstancias del destino, Remy acaba en el restaurante del difunto Gusteau. Por supuesto, Pixar nunca ha desistido por evocar los valores tradicionales de la amistad y la superación, la búsqueda de un lugar en el mundo y, por consiguiente, la felicidad, pero con la humildad que satisfaga unos principios muy básicos. Por eso, cuando Remy conoce a Linguini, un joven friegaplatos muy patoso y sin talento, se produce una situación de intereses comunes que convierten a Linguini en la marioneta del roedor, pero a la vez en una revelación de la cocina gracias a la función invisible de Remy.
Brad Bird equilibra con envidiable armonía los elementos con la que va definiéndose su evolución argumental, en el filo de lo tópico, evitando con sutileza cualquier tipo de anfibología adulta a la hora de utilizar el humor sin ningún atisbo de pantomima cínica, interfiriendo el drama, la acción, el romanticismo y la aventura vital en una experiencia absoluta y cinematográficamente incorruptible. Desde ese paradoja que introduce a una rata como un genio de la cocina (cuando es el motivo directo de la liquidación de cualquier restaurante), de la ilusión de un zangolotino que llega a triunfar en la vida y en el amor por simples pero hermosos casualismos, hasta la afinidad encontrada en los villanos del filme (el napoleónico cocinero jefe Skinner y el crítico gastronómico Anton Ego que consiguió hundir el negocio de Gusteau)… Todo funciona como una máquina de cuidado engranaje.
Brad Bird sale airoso incluso en la rocambolesca tentativa de hacer que el espectador deje a un lado su reticencia al ver a una horda de roedores corriendo y posteriormente cocinan al unísono, para disfrutar de la historia de simbiosis entre el joven Linguini y la rata Remy y la superación de todo obstáculo posible para lograr sus recíprocos sueños personales. Pero ‘Ratatouille’ encuentra su virtud casi ascética en un mensaje providencial que convierte a la película de Bird en una ejemplificante muestra de cine con mayúsculas; y es esa fundamental reprensión a la crítica ejecutora que juzga sin contemplaciones, a los prejuicios que existen en la sociedad que impiden apreciar lo bueno de la vida por la precipitada acción de conceptuar a simple vista.
La película define su magnitud argumental en ese magistral momento en el que el estirado crítico Ego cuando prueba el plato típico de Niza y de la región de Provenza que da título al filme, en el regreso a la infancia que propone la entrañable creencia de que todo es posible en un mundo alejado de la perversidad de los tiempos que corren, pero sin repudiar la dureza del trabajo y sin mostrar la debilidad de la insubstancialidad moralista para revelar la perseverancia del genio y la victoria de la excelencia sobre la vulgaridad. ‘Ratatouille’ es una pieza de reposada cocedura, que no sólo propone la gastronómico pugna entre la cocina de siempre y la ‘haute cuisine’, sino que aporta elementos de discusión social y política impensables en el cine de animación, utilizándolos con gran inteligencia, en paralelismo con la ingenuidad de sus conceptos, para detallar la capacidad de sugestión de cada maniobra argumental o visual dentro del filme.
Hasta la llegada de Brad Bird a Pixar, ésta se había centrado fundamentalmente en humanizar juguetes o animales, sin despegarse de los cánones clásicos abordados en el pasado de Disney. Entre otras cosas, porque la animación digital aún no había conseguido el arquetipo necesario de perfección que Pixar ansiaba para sus películas animadas. Sin perder el aspecto de la animación caricaturizada en los cuerpos y personalidades, tanto en ‘Los Increíbles’ como en este nuevo filme, se ha logrado dotar a sus criaturas de una admirable credibilidad concordándolos a la idoneidad clásica, convirtiéndolos así con sus acciones y diálogos en personajes que trascienden su prosapia arquetípica gracias a sutiles matices, llevando las técnicas de CGI hacia lo corporal y utilizar ese ‘subsurface scattering’ (técnica empleada en ‘Los Increíbles’ para dotar a la piel y a los objetos de una apariencia naturalista) para que todo resulte profundamente humano, visiblemente real.
Con aparente facilidad, Pixar consigue en ‘Ratatouille’ proseguir con su genuina exquisitez, alcanzando unos niveles de superación impensables después de sus precedentes gestas tecnológicas, recreando un París de postal, de pulida iluminación imbuida en sensitivos colores, con lapidarias texturas digitales que hacen olvidar que el espectador se encuentra ante una película animada, debido sobre todo, al impecable realismo que desprende incluso la imposible empatía entre Linguini y Remy, donde paisajes y personajes acarician en ocasiones la realidad sin llegar a confundirse con ella por el estrato de fantasía que les ampara.
Bajo las cómplices notas del compositor Michael Giacchino, el último prodigio de Brad Bird y Pixar, es un filme de sentimientos y pensamientos, de sensaciones y emociones. Una película que hay que degustar lentamente, sin perder el sabor del buen cine que alberga esta delicia, donde prevalece su mensaje de sutil moralina, sin aditivos ni falsas coartadas, siendo capaz de complacer y conmover, al mismo tiempo, a adultos y pequeños. Y es ahí donde reside el potencial comercial de esta fábrica de sueños. Es en ese punto, donde ‘Ratatouille’ se convierte en una película excepcional.
Miguel Á. Refoyo "Refo" © 2007

miércoles, 22 de agosto de 2007

'Un ESpot de...' en ESCORTO'07

Como bien avanzaba hace unos días con un enloquecido ‘teaser’ del ESpot de este año presentado a concurso en su categoría para el II Festival de Cortometrajes de El Escorial ESCORTO 07, es de recibo que la dilación concluya una vez estrenado en la página oficial con el visionado de esta pequeña y divertida pieza que hemos llevado a cabo a largo del último mes.
Para poder verlo, podéis hacerlo de las siguientes maneras:
- Descargándolo de la página oficial ESCORTO’ 07 (recomendable por su mejor calidad en un archivo de 7 megas).
- A través de YouTube o Metacafe.
Como bien apuntaba hace un par de días a la página El Séptimo Vicio, la idea fundamental de llevar a cabo la filmación de este ESpot ha sido la de congregar a un grupo de amigos que adoran tanto como yo el Séptimo Arte como excusa perfecta de disfrutar de un rodaje cargado de risas y anécdotas. Después de la experiencia del año pasado en Escorto y el gran recibimiento que tuvo el anterior ESpot, era de débito intentar mejorar aquello y aprovechar la oportunidad para reunir al mismo grupo que lo hizo posible. Un sólo minuto para una idea descabellada, la de dar rienda suelta a tus filias y fobias cinematográficas y compartir esta sana afición del cine en un trabajo tan condensado.
Esta pieza titulada ‘Un ESpot de…’ es una sincera ofrenda, en clave de comedia, a todos esos géneros que me han marcado o que me han sorprendido en varios y múltiples niveles. Queríamos una pieza donde el desprejuicio, el sentido del humor y el ritmo frenético fueran los elementos que acompañan a ese ambiente de diversión que pretende contagiar al público. Si hemos conseguido eso, aunque sea un poco, ya es un éxito rotundo. Si no, al menos lo hemos intentado y nadie podrá quitarnos los inolvidables días de filmación.
También tenéis las votaciones del público, por si os sentís generosos a la hora de conceder vuestro voto al ESpot, así como al que más os guste dentro de la amplia gama de trabajos presentados este año entre los que destaca gente como Daniel Romero, Juanjo Iglesias, Jacinto Venaverme, Francisco Calvelo, Queco Ágreda o Alejandro Pérez, entre muchos otros.
Recordad ¡Número #29!
Una cosa más. Debido a las lógicas normas y exigencias de las bases del certamen tuvimos que recortar una versión final de 72 segundos a la que se ve estos días. Pero pronto tendréis a vuestra disposición la idea primigenia, en su plenitud, ofreciendo todo el trabajo desarrollado en estas últimas semanas y de la que sirve de anticipo esta antológica imagen.
Hasta entonces, y como finalización a este post de descarada y vergonzante autopromoción os enlazo también una entrevista que desvela algunas de las incógnitas del rodaje con motivo del estreno dentro de la sección de ESpots a concurso.
Gracias a tod@s por vuestra paciencia, fidelidad y vuestro voto.

martes, 21 de agosto de 2007

Muere Max Roach, la inigualable baqueta del jazz

1925-2007
Para los amantes del jazz, hoy es un día triste.
Ha muerto el gran genio Max Roach, uno de los pilares de este género musical que marcó la Época Dorada junto a otras divinidades como Miles Davis, Charlie Parker, Coleman Hawkins, Dizzie Gillespie, Clifford Brown o Duke Ellington, inmortales artistas con los que Roach propagó el estilo ‘be-bop’, aportando con sus innovaciones rítmicas una impresionante proporción de variaciones y revolucionarios compases que harían que el jazz pasara a ser considerado un arte.
Percusionista autodidacta, Roach, además de participar con algunos de los mencionados y célebres ‘jazzistas’, sería el fundador del The Birth of Cool, uno de los conjuntos más clásicos de este universo artístic. Se caracterizó, a lo largo de su vida, por ser uno de los mayores experimentadores musicales, adaptando gran variedad de movimientos con espectaculares variaciones de la métrica sonora, impulsando el jazz más allá de sus ‘tempos’ clásicos. Los solos de Roach destacaron por su facilidad para hacer del acompañamiento con sus tambores y sus platillos una auténtica inspiración de ritmo inclasificable.

El remedio definitivo contra el hipo

Uno de los efectos más importunos que genera nuestro organismo es el conocido hipo, ese espasmo diafragmático que se da en forma repetida a modo de contracciones espasmódicas, súbitas e involuntarias, de la musculatura inspiratoria, que suelen venir seguida de un cierre brusco de la glotis, lo que origina ése sonido tan peculiar y característico que puede convertirse en un momento terrible dentro de nuestras vidas cotidianas.
Muchos son las teóricos antídotos puestos en práctica que, debido a su inutilidad, suelen desesperar aún más al afectado por este insidioso mal trago; que si un susto bien dado, que si beber por el extremo opuesto al vaso un poco de agua, que si beber tragos cortos, tragar una cucharada de miel, comer pan duro, mantener la respiración, acordarse de algo que está perdido en la memoria, respirar dentro de una bolsa de papel… Casi todas ellas, pura pantomima.
Uno de los enigmas curativos infalibles que conozco desde hace tiempo para acabar en el acto con el incomodo efecto idiopático es cortar una rajita de limón y untarla en azúcar para, seguidamente, comer la parte del cítrico dejando la cáscara. Casi antes de que hayáis dejado ésta en el plato, el hipo habrá desaparecido. Solución de acreditada metodología. Palabra de abuela.
Respecto a la foto superior, no sabía exactamente muy bien qué plantar para acudir a este pequeño desarreglo que sufrí ayer mismo y que me ha llevado a escribir este post sin sentido, así que mejor qué Jelena Jensen para representar, mejor que nadie, ese tipo de mujer que también sería una solución ideal para quitar el hipo.

viernes, 17 de agosto de 2007

Review 'Planet Terror'

Excepcional y autoparódico exceso
Robert Rodriguez ha creado un filme de culto basado en la ofrenda, el absurdo y la ironía 'splatter' en un plausible ejercicio de escapsimo tan brillante como enloquecido.
‘Grindhouse’ era, en principio, la última gamberrada de terror dirigida por Robert Rodriguez y Quentin Tarantino estrenada el pasado 6 de abril en Estados Unidos. La jugada era simple; el filme se dividía en dos partes tituladas ‘Planet Terror’ y ‘Death Proof’, dirigidas por Rodriguez y Tarantino, respectivamente. Esta nueva aventura cinematográfica de dos de los más irreverentes y geniales cineastas de Hollywood no era más que un manifiesto homenaje a las películas de la década de los 70's, pertenecientes al género denominado ‘grindhouse’, que viene a rescatar aquellas películas de serie Z que basaban su éxito en el terror, el ‘splatter’, los vehículos o las chicas ligeras de ropa y que casi siempre se proyectaban en sesiones dobles y en pésimas condiciones, caracterizando un subgénero cinematográfico olvidado y olvidable, pero que, gracias al énfasis de ambos por resucitar viejos modelos fílmicos, llega a España y al resto de Europa con la controvertida disección del curioso díptico.
El estreno en Europa de ‘Grindhouse’, por tanto, se produce fragmentado en sus dos piezas, destrozando así con la lógica del producto y con su frase comercial más sugerente: “Two great movies for the price of one”. Algo alarmante, que ni los millones de fans de los directores de ‘Abierto hasta el Amanecer’ ni el espectador con un poco de consideración por el cine de culto llega a entender. La razón expuesta por sus productores es bien sencilla; en el estreno americano, estos ‘bad boys’ de la industria fueron víctimas de su propio baño de sangre en la taquilla norteamericana para ver cómo este extraño y original proyecto fracasaba estrepitosamente.
‘Planet Terror’ es la primera pieza que se estrena desunida del ‘Death Proof’ de Tarantino, perdiendo así varios de los ‘spots’ y trailers proyectados entre ambas. No obstante, esta primera película servida por Rodríguez comienza con un fake tráiler de ‘Machete’, un avance de una película que no existe (aunque se asegura que se rodará para el mercado de DVD como indicio de la actitud disoluta por rodar del director de 'El mariachi'). La introducción parte con los sugerentes créditos sobreimpresionados sobre el cuerpo de una curvilínea Rose McGowan que se monta un fabuloso numerito de baile de ‘night club’ evocando, indefectiblemente, a la Santanico Pandemonium de ‘Abierto hasta el amanecer’, personaje al que dio vida Salma Hayek. Tras una prosaica presentación de esta chica de barra americana, Cherry Darling, y advertir su insatisfecha labor profesional, la historia pone inmediatamente las cartas sobre la mesa cuando irrumpen unos soldados americanos en negociaciones con un científico mercenario para el intercambio del antídoto contra un gas químico que les mantiene vivos pero que, sarcásticamente, empieza a levantar a los muertos de sus tumbas.
A partir de ése momento, la cosa se descontrola; Bruce Willis da rienda suelta a su ironía más ruda en su papel del cínico Teniente Ludoon, el televisivo Naveen Andrews se regocija con su cazarecompensas que colecciona los testículos de sus enemigos en una bolsa de plástico para que, a partir de entonces, las historias se entremezclen y los sucesos y motivaciones de los personajes alcanzan niveles de refocilante absurdo. ‘Planet Terror’ se manifiesta desde su primer minuto como una gamberrada, un ejercicio de escapismo irreverente, a priori mostrenca y alejada de las convencionalidades modernas, con un plausible tono autoparódico que llega hasta el paroxismo del despropósito sin complejos, que Rodriguez utiliza honestamente en su brillante composición de violencia, ironía, humor, zombies y perversidad bizarra.
Un filme en el que lo primigenio es el humor y el divertimento sin cuartel. Por eso, en ésa hilaridad y violencia gratuita es donde encuentra su condición de entretenimiento de primer nivel. Rodríguez sabe maniobrar con las miserias de su particular mezcla de géneros, reconvirtiéndolas en un indomable y desmesurado exceso que termina sacando a la luz la vena más iconoclasta de un filme que ha alcanzado la instantánea definición “de culto” desde el momento que se estrenó. Por si fuera poco, el cineasta de raíces mexicanas sabe subjetivizar el furibundo terremoto de delirio descontrolado para dejar la impronta épica de una galería de personajes movidos por pretéritos romances, disertaciones sobre una salsa barbacoa, infidelidades y temores maritales, viejas rencillas, inconsecuente adicción por la destrucción y ese cliché necesario en el homenaje filmico que recurre a la supervivencia egoísta de todos ellos.
Pensada por y para el homenaje, ‘Planet Terror’ se define por su paranoica naturaleza de genialidad inagotable, capaz de descargar los impulsos cinéfagos de un director nacido para filmar como es Rodríguez, que sabe priorizar el entretenimiento enclavado en la truculencia y macabro sarcasmo (la protagonista con una ametralladora incrustada en su pierna recién amputada, los ‘gags’ a costa del torpe ayudante del sheriff del condado interpretado por Tom Savini, la desgraciada acción en la que una madre deja una pistola a un niño que, al instante, se vuela la tapa de los sesos accidentalemente…) con una brutal coherencia con el material que maneja, sin perder de vista la honestidad y el romanticismo nostálgico que estructura la película.
Acerca al puro nervio fílmico, dejando cualquier formalismo estético para obras de mayor envergadura comercial como ‘Sin City’, y abogando en todo momento por la imagen en movimiento, por el nervio arquetípico de la serie B, Rodríguez provoca con inspiración y picardía al espectador, buscando en todo momento la complicidad de éste, reconvertido en ‘gorehound’ sin escrúpulos, para embestir con furia y corrosivo humor contra la sintaxis y lenguaje cinematográfico del cine de género, en un explosivo cóctel de referencias infraculturales que van desde el género al que ofrenda, el ‘grindhouse’ de serie Z, las ‘double features’ con sangre, erotismo light y terror salpicado de vísceras hasta la memoria que despierta el clasicismo de referentes genéricos como George A. Romero, Wes Craven, John Carpenter o la vena italiana de Luccio Fulci, Bruno Mattei o Humberto Lenzi.
Para ello, Rodríguez no duda en utilizar todos los vicios e imperfecciones estéticas con el objetivo de mitificar su obra con la utilización de una fotografía quemada, con continuos ‘scratches’ de negativo, desenfoques, saturación de colores, sonido alterado, bozos que ensucian la imagen en un intencionado efecto de mala calidad… y esa delirante secuencia de sexo cercenada por una supuesta pérdida de una bobina que devuelve a la historia muy avanzada narrativamente, con la historia patas arriba sin ninguna explicación. Un golpe de efecto que aporta al conjunto otro dispositivo de diversión más, de vandalismo fílmico en conjunción con sus demás plétoras licenciosas.
‘Planet Terror’ es un producto tan habilidoso como emocionant,e que confiere a su particular irracionalidad una forma de vida donde el ‘splatter’ de ímpetu pretendidamente irreverente aprovecha el ‘exploit’ y todos los clichés del género para fomentarlos y desquiciarlos. Así, en una lograda atmósfera enrarecida y deudora de los clásicos de los 70, Rodríguez no duda en asentarse en la gratuidad de muchos de sus elementos; como la delirante persecución del héroe en una minimoto mientras masacra zombies o la sutil profundización en el recurrente sueño de la bailarina de la pierna amputada que quiere dedicarse al ‘stand up comedy’. Incluso no se priva de conseguir la repugnancia del público mostrando esa polla ‘tarantiniana’ descomponiéndose o una horda de zombies segmentados por las aspas de un helicóptero que concluye con un demencial ‘happy end’ de venenosa misticidad que afianza todos los propósitos extremos y enloquecidos de un filme creado para el divertimento sin límites.
Miguel Á. Refoyo "Refo" © 2007

martes, 14 de agosto de 2007

Coming soon: Spot ESCORTO '07

A lo largo de tres intensas semanas, en nuestros ratos libres y en puntuales citas pactadas que, en ocasiones, se han convertido en jornadas completas de trabajo, hemos llevado a cabo nuestra creación fílmica para la categoría de ESpots de la segunda edición del festival de ESCORTO ’07 (certamen donde el que el año pasado ejercí de jurado y presentamos esta pieza).
Este año no podíamos dejar la oportunidad de volver a reunir al mismo equipo y disfrutar como enanos rodando algo. Como reza el comentario de Youtube: “Si hay algo más estúpido que un ‘teaser’ es un ‘teaser’ de un spot que dura un minuto”.
Muy pronto. Estad atentos.

lunes, 13 de agosto de 2007

Récord de visitas abismales

Nunca antes tanta gente había entrado de golpe en este blog.
Ni en sus mejores momentos, el Abismo, absorbido por este universo que es la blogoesfera, de diversidad inagotable que va creciendo a cada segundo y olvidando unos blogs por otros, alcanzó el pasado jueves 9 de agosto un récord de visitas en un sólo día sin parangón por estos lares. El ‘meneo’ del amigo AxL revolucionó por completo el contador de Google en una nueva etapa de recapitulación abismal sobre estadísticas y baremos de difusión.
Una satisfactoria noticia que anima a seguir, este año sin vacaciones aunque con un descenso de post actualizados por culpa de otros menesteres profesionales, siguiendo con la publicación de entradas después de 1,178 y a punto de cumplir los tres años de existencia. Parece que fue ayer cuando, sin mucha idea de cómo enfocar este proyecto personal, unía palabras sin mucha coherencia, movía ideas inextricables, fusionando temas sin orden ni sentido, haciendo, en definitiva, lo que ha venido siendo hasta ahora este blog.
Gracias a todos una vez más por seguir confiando en el Abismo para llenar vuestros momentos de absurdo hastío en disposición de perder el tiempo con este desordenado weblog, aunque sea de pasada, aterrizando en este espacio unos segundos para ver qué se cuece.