lunes, 6 de marzo de 2006

78ª edición de los Oscar

La noche de los ‘cowboys’ desterrados
El rostro de Jack Nicholson reveló por un instante que algo fuera de normal había sucedido. Cuando su imponente voz pronunció la ganadora de esta 78ª edición de los Oscar de Hollywood, todo el mundo palideció. Nadie parecía creer muy bien qué es lo había pasado. La gran favorita ‘Brokeback Mountain’ había sido repudiada de lo alto del palmarés en favor de ‘Crash’, la ‘opera prima’ de Paul Haggis. Gran sorpresa y decepción porque, vaya por delante, el Oscar al mejor filme de 2005 se lo ha llevado la película más floja y con menos calidad de todas las finalistas. Ni siquiera el Oscar al mejor guión adaptado, el de música original o ese premio de consolación que los académicos parecen haber regalado por obligación a Ang Lee pueden paliar la decepción no sólo de los miembros del equipo de ‘Brokeback Mountain’, sino de aquellos que, con coherencia, pensaban que este año el Oscar iría a parar a una película que se ha ganado la admiración y el respeto tanto de la crítica como del público.
La imprecisa y achacosa obra de Haggis había derrotado sin sentido a la bella historia de amor de Ennis del Mar y Jack Twist. Suena a incoherencia, pero el despropósito corrobora que estos premios obedecen más al capricho inconsecuente y aleatorio que al verdadero mérito de las películas que participan y a muchas otras que quedan fuera injustamente de esta suntuosa celebración de limitada trascendencia. La ecuanimidad y la justicia han desaparecido en el último momento y ha dejado la duda de una hipotética intransigencia excesivamente pudorosa (por no decir homófoba y poco comprometida) dentro de los Oscar.
¿’Crash’ reúne las suficientes virtudes para obtener este tipo de galardón? Pues las mismas que en su día ‘Shakespeare in love’, ‘American Beauty’, ‘Gladiator’ o ‘Una mente maravillosa’. Cintas de anodina mediocridad que obtuvieron un Oscar a la mejor película, única proeza por las que hoy en día son recordadas, más allá de cualquier hallazgo cinematográfico. Un poco como le pasará a la cinta de Haggis, vencedora de la asexuada estatuilla.
A esta inesperada e irritante sorpresa, se unió el premio a la mejor película extranjera. Ya que cuando todas las quinielas apuntaban a ‘Paradise Now’, de Hany Abu-Assad, como la gran vencedora del año, fue la desconocida sudafricana ‘Tsotsi’, de Gavin Hood, la gran destacada en este apartado. Por lo demás, los resultados finales eran bastante previsibles en todas las cábalas anuales que han dejado unos Oscar bastante repartidos. También era previsible el improcedente ninguneo que han sufrido las dos películas más controvertidas y arriesgadas de estos 78 Oscar; ‘Munich’ y ‘Good night & good luck’, películas que transgreden los preceptos bienquistos de la Academia por su riesgo político se han ido de vacío. Parecer ser que el posicionamiento ideológico no gusta e incomoda dentro de Hollywood.
Rachel Weisz superó a Michelle Williams como mejor actriz de reparto, George Clooney se llevó como premio de consuelo el de mejor actor de reparto por ‘Syriana’ y Phillip Seymour Hoffman ratificó la mejor interpretación del año con su magistral ‘Capote’. La pena fue que Felicity Huffman no hiciera lo mismo con su bordada composición como transexual en ‘Transamerica’, yendo a parar este honor a una Reese Whiterspoon por 'Walk the line' que, en su edulcorado discurso, ha demostrado lo irritante de su voz y lo melindroso de una actriz que, con este premio, se situará en lo más alto de Hollywood sin merecerlo lo suficiente. Tampoco sorprende que la Academia haya resaltado en el palmarés una golosina visual tan pomposa y a la vez vacua como ‘Memorias de una geisha’ o los tres premios técnicos de ‘King Kong’, de Peter Jackson.
Pero lo verdaderamente interesante de la velada ha estado en la gala en sí. Y es que el programa de la pasada madrugada ha sido, con toda certeza, la más cómica y más divertida de los últimos años. La incógnita sobre la presentación de Jon Stewart quedó descubierta en su vídeo de presentación, donde los anteriores presentadores pasaban el testigo a este ‘showman’ resolutivo y de inagotable carisma (irrepetibles el momento ‘Brokeback’ de Billy Cristal y Chris Rock saliendo de la tienda de campaña de los ‘cowboys’ de Ang Lee o Mel Gibson con sus guerreros mayas) que finalizaba con un sueño de ambivalencia sexual con la colaboración de Halle Berry y un distinguido Clooney, siempre dispuesto a demostrar su buen humor.
La noche ha sido una sucesión de ‘sketchs’ de atinado acierto cómico a cargo de este presentador dotado con la apostura necesaria para aguantar la gala en un nivel muy por encima de sus predecesores, haciendo olvidar por momentos al mejor presentador de este impecable show televisivo en ediciones precedentes, Billy Cristal, con sus ácidas sátiras contra el extraño accidente de caza del vicepresidente Cheney utilizando a Björk como reclamo, el paralelismo entre Russell Crowe y James Braddock, su personaje de ‘Cinderella Man’ y su comodín con ese estratosférico Oscar a la mejor canción de ‘Hustle & Flow’ para Three 6 Mafia por su tema ‘hip-hopero’ ‘It's Hard Out Here for a Pimp (Es difícil la vida de un chulo)’ que han hecho que, por instantes, los Oscar fueran más que nunca los Grammie o los MTV Adwards. Stewart, con todos los honores, ha estado a la altura de los grandes.
La carcajada ha sido la protagonista de una ceremonia que, por tradición (que se lo digan a Bill Murray), nunca han comulgado con este género. Desde el brillante número de Ben Stiller embutido en un traje tipo ‘green-screen’, el soberbio montaje de momentos ‘gay’ del ‘western’ más clásico y heterosexual, el ‘sketch’ sobre el tiempo de agradecimientos de Tom Hanks (alejado hace años de la comedia), el desorbitado maquillaje de Will Ferrell y Steve Carell, los vídeos de presentación de montaje de sonido y fotografía. Incluso divertidos instantes espontáneos, como la genial improvisación de Lilly Tomlin y Meryl Streep para presentar al incombustible Robert Altman, el patinazo de Jennifer Garner, el falso pelo pintado de John Travolta (que parecía Leonardo Dantés) y la recogida de premios de Nick Park y Steve Box por ‘Wallace y Gromit’ y sus pajaritas o el equipo del documental ‘El viaje del emperador’ y sus pingüinos de peluche.
La ceremonia ha sido en todo momento una demostración de ingenio y de resolución, ágil y diligente en su realización, exhibición de saber hacer televisivo y de puro ‘entertaiment’ que no echó de menos ese poso guerrillero y comprometido de otras ediciones. Nada de crítica. Todo muy blanco y expedito. Destacando, de paso, los inconmensurables vídeos pertenecientes al cine negro (presentado por la mítica Lauren Bacall), la fascinación del cine (con ese final -‘E.T.’ y ‘Lo que el viento se llevó’-), personajes históricos que inspiraron al Séptimo Arte o el perteneciente a las cintas reivindicativas (con un incompresible segmento de ‘Mar Adentro’). Sin olvidar al violinista Itzhak Perlman, que ha embellecido con su maestría y talento todos los acordes de las bandas sonoras nominadas.
En cuanto a la retransmisión ofrecida por Canal +, pues más de lo mismo. La mala traducción simultánea que hace que el intérprete pise frases y deje otras inconclusas, es la tónica anual de la cadena. Por su parte, Angels Barceló, profesional y muy sobria en sus comentarios pretendidamente subjetivos y nada ocurrentes, estuvo muy insípida en su primera experiencia de los Oscar. Jaume Figueras jugó más a sacarle defectos a la organización dentro de la ceremonia (“se han saltado una categoría…”, “ahora no venía esto…”) que a estar atento a la misma.
Todavía hay quién se sigue preguntando qué diablos pintaba Martina Klein en este sarao. Sus comentarios sobre las tendencias ‘pret a pòrter’ de la alfombra roja han sido tan intrascendentes como pueriles, dignos de una persona que como mejor descripción de un traje llega a decir “mu guapa y mu rubia”. Para qué vamos a engañarnos. Se ha notado la falta de Ana García Siñeriz y su ‘show’ cómico alternativo que nos había brindado a lo largo de todos estos años con sus meteduras de pata, deslices e incoherentes comentarios.
LO MEJOR:
- Jon Stewart, genial y determinativo en la comicidad que ha contagiado de risas una gala de inesperado humor.
- George Clooney, que es todo un señor y cae bien a todo el mundo.
- Los ‘clips’ de vídeo de la ceremonia.
- La brevedad de la gala, de nuevo (aunque tres horas y media no sea algo muy escueto).
- Cynthia Garrett, la espectacular presentadora en algunos fragmentos de la ‘red carpet’.
- El emotivo discurso de Ang Lee, que se quedó sin volver a salir.
- La elegancia perenne de actrices como Nicole Kidman, Felicity Huffman, Jennifer Aniston, Hillary Swank, Salma Hayek o Charlize Theron.
- Three 6 Mafia, dedicándole el premio a todo el mundo, incluido a George Clooney.
- Jack Nicholson.
LO PEOR:
- Ese amago de “todos contra la piratería” de Stewart diciendo que se le roba a todo el firmamento hollywoodiense presente en la gala con esta delictiva acción. Como si a alguno de ellos le faltara de comer.
- Dolly Parton, que se ha convertido con el paso de los años en una desagradable ‘barbie’ operada hasta los límites de lo ‘operable’. Y que, con este efecto de falsa juventud, tiene un aire repelente a Letizia Ortiz.
- El Oscar a ‘Crash’ que desluce lo que todo sabíamos: que ‘Brokeback Mountain’ era la película merecedora de la máxima distinción de la noche.
-Que haya tardado tanto en aparecer esta crónica en el Abismo. Os aseguro que ha sido materialmente imposible hacerlo antes.

domingo, 5 de marzo de 2006

Las dos caras de la moneda ‘pre-oscar’

Jenny McCarthy fue la gran ganadora de una edición de los Razzies en su edición número 26 que se otorgan a las peores y más funestas películas del año producidas por Hollywood. La ex playmate se convirtió en la gran protagonista de la gala por producir, protagonizar y escribir la infausta comedia ‘Dirty Love’, ganadora en los rubros de peor película, peor actriz y peor guión.
Además ‘Dirty Love’ ha pasado a los fastos de este incómodo premio como una de las más galardonadas en la historia de los Razzies, empatando a ‘Freddy Got Fingered’, protagonizada, escrita y dirigida por Tom Green en el año 2001.
Peor película: ‘Dirty love’ (First look Pictures).
Peor actor: Rob Schneider, por ‘Deuce Bigalow: gígolo europeo’.
Peor actriz: Jenny McCarthy, por ‘Dirty love’.
Peor pareja cinematográfica: Will Ferrell y Nicole Kidman, por ‘Embrujada’.
Peor actor de reparto: Hayden Christensen, por ‘Star Wars. Episodio III: La venganza de los Sith’.
Peor actriz de reparto: Paris Hilton, por ‘House of wax’.
Peor secuela o remake: ‘La máscara 2’.
Peor director: John Asher, por ‘Dirty love’.
Peor guión: Jenny McCarthy, por ‘Dirty love’.
La pareja más coñazo: Tom Cruise y Katie Holmes por sus empalagosas apariciones en ‘Oprah Winfrey's Couch’, esa ridícula pedida de mano bajo la Torre Eiffel y la noticia sobre la maternidad de Holmes.
En el reverso de la moneda, ‘Brokeback Mountain’, de Ang Lee, la gran favorita para arrasar esta madrugada en los Oscar, fue designada como la mejor película del año en la gala de los premios 'Independent Spirit Awards', galardones que se entregaron en la localidad californiana de Santa Mónica en la víspera de la entrega de los Oscar. Con apenas ninguna sorpresa, el propio Lee se llevó el premio de la categoría de mejor director, mientras que, como se esperaba, Philip Seymour Hoffman siguió su laureada trayectoria hacia el Oscar al obtener el galardón que designa al mejor actor protagonista por su magistral composición de ‘Capote’, filme que consiguió el premio al mejor guión de Dan Futterman. Por su parte, Felicity Huffman fue premiada como mejor actriz por su papel en ‘Transamerica’.
Mejor película: ‘Brokeback Mountain’.
Mejor actriz: Felicity Huffman por ‘Transamerica’.
Mejor actor: Philip Seymour Hoffman por ‘Capote’.
Mejor actriz secundaria: Amy Adams por ‘Junebug’.
Mejor actor secundario: Matt Dillon por ‘Crash’.
Mejor director: Ang Lee por ‘Brokeback Mountain’.
Mejor guión: Dan Futterman por ‘Capote’.
Mejor primer guión: Duncan Tucker por ‘Transamerica’.
Mejor fotografía: Robert Elswit por ‘Good Night, and Good Luck’.
Mejor primera película: Paul Haggis por ‘Crash’.
Mejor película extranjera: ‘Paradise Now’, de Hany Abu-Assad.
Mejor documental: ‘Enron: The Smartest Guys in the Room’, de Alex Gibney.
Premio John Cassavetes: ‘Conventioneers’, de Mora Stephens y Joel Viertel.
Y mañana... espero poder escribir una crónica de los Oscar.

Lectores y amigos salmantinos

Ha llegado la hora de hacer aún más público ‘El límite’ en la ciudad donde se originó un corto que ha dado tantas satisfacciones. De difundirse en su propagación visual y protagonizar una pequeña gesta en la ciudad que vio nacer nuestro tercer trabajo.
Por ello, esta semana se harán dos pases públicos que tendrán lugar en el Café Berlín (C/Correhuela), el día 5 de marzo (esta misma noche), a las 21:00 horas y el día 9 de marzo en La Audiencia (C/Caldereros), a la misma hora.
Si vais por allí, nos veremos.

viernes, 3 de marzo de 2006

La semana que viene: Carpenter en el Abismo

Por primera vez en el Abismo se abordará un trascendental tema que ha sido una constante en mi vida: el cine de John Carpenter.
Posiblemente sea el director que más haya influido en mi carácter creativo, en todas sus derivaciones y perspectivas posibles. El gran maestro tendrá cabida en este espacio con un profuso análisis de ‘1997: Rescate en Nueva York’, un filme totémico que puede considerarse como emblemático de un cine inalcanzable e irrepetible.
Desde mi máximo respeto y admiración, el Abismo traspasará los límites de la serie B, para ver de cerca una obra alegórica del hombre, del cineasta que ha logrado mucho más que reputación, gloria, prestigio o dignidad a partir de esfuerzo cimentado en un conocimiento del medio y de sus limitaciones como nadie lo ha entendido jamás en la historia del cine moderno.
La semana que viene Carpenter verá la luz en el Abismo con extracto de un capítulo que dediqué en un libro inconcluso sobre el gran maestro.

Los 'ciegos' de Emma Watson

Esta semana acaba con una noticia que ha hecho temblar los tabloides británicos.
La pequeña y melindrosa Hermione Granger, la niña de inteligencia y aplicación estudiantil más célebre de Howgarts convertida en pequeña ‘lolita’ gracias a la prometedora Emma Watson (de 15 años), empina el codo y se entorza.
Y de qué manera.
Sí, amigos. Como lo leéis. Emma Watson ha sido el centro de un escándalo relacionado con la bebida adolescente. Cual prematura Massiel, siguiendo los pasos de Drew Barrymore, la jovencísima actriz fue a una fiesta donde púberes e infantes de todas las edades se ponían ciegos a birra. Y no es extraño pensar que a otras sustancias dada la precocidad de la moza.
La pequeña aprendiz de bruja perteneciente a la casa de Gryffindor y que se instruye por Ravenclaw parece que antes que los brebajes mágicos de Howgarts, prefiere los terrenales efluvios de una pócima compuesta por agua, cebada, lúpulo, malta y levadura.
La preocupación de los padres de medio mundo llega dada la trascendencia del poder mediático de Watson, que acabó en casa sin poder vocalizar siquiera la palabra “muggles”.
“Esto es una simple travesura adolescente”, se ha apresurado a explicar la portavoz de la joven actriz.
Lo sorprendente de todo es que no es la primera vez.

jueves, 2 de marzo de 2006

¿Ese picahielo...

...volverá a destrozar las taquilla de todo el mundo con la fogosidad de una Sharon Stone metida en años pero envejeciendo como los buenos vinos? O, por el contrario ¿será un fiasco deplorable de vacuo oportunismo augurando rancio erotismo pasado de moda?
De momento, el tráiler no deja bien claro si queda algo de lo que tanto llamó la atención a David Cronenberg para realizarla.
Habrá que esperar (el 31 se estrena en EE.UU.) para saberlo.

El mito Hasselhoff

Los seguidores de este hombretón de pelo en pecho están de enhorabuena.
David Hasselhoff, el mito, el actor ochentero y televisivo por antonomasia, el icono bisexual, Michael Knight, Mitch Buchannon, el Bertin Osborne yanqui, es el ilustre reclamo de una famosa bebida refrescante (Pepsi, porqué no decirlo) en Australia, donde es toda una celebridad musical desde aquel inolvidable álbum ‘Night rocker’ en 1985. Que vale, sí, fue un batacazo en Estados Unidos, pero todo un descubrimiento de éxito infrenable en el viejo continente y en Australia.
Desde entonces, nunca un ‘Nick Furia’ fue tan especialmente ‘freak’ en la piel de un actor que ha sabido someter a una elaboración muy personal tanto el mundo de la interpretación como el de la música.
Pepsi le dedica, a modo de ofrenda, una sección de fantásticos ‘wallpapers’ que decorarán, a buen seguro, la pantalla de tu ordenador. Y es que hay que reconocer que con un fondo de escritorio de este calibre, la vida se percibe con mucho más optimismo y despreocupación al contemplar el porte de este vigoroso y bien plantado ‘pecholobo’.
Para consumar esta nostálgica invocación al mito catódico, podéis descargaros a Hasselhoff cantando un clásico de la canción americana en uno de los videoclips más apabullantes de la historia. Además, también podéis jugar a depilarle esa frondosidad capilar que siempre ha lucido en su gallardo torso el irrepetible ‘actor-cantante’.
Porque él lo vale.

'Superman' se acerca... con juego incluido

Este verano de 2006 parece que será el verano de ‘Superman’, la nueva versión que ha llevado a cabo Bryan Singer del personaje creado por Joe Shuster y Jerry Siegel.
De momento, además de avances sobre el filme en pequeñas dosis, se puede ver un trailer de lo que será el inevitable videojuego creado por EA Games, Warner y DC, que evidencia una espectacularidad fuera de lo común y que gana enteros con las inolvidables notas de John Williams de fondo para uno de los iconos más indestructibles e imperecederos de la cultura pop.

miércoles, 1 de marzo de 2006

Las mentiras del Photoshop

Todos sabemos que la magia del Photoshop tergiversa la realidad, encubre los defectos, enmascara la mediocridad física y defectuosa de muchas celebridades que exhiben orgullosos su rostro y su cuerpo camuflados en la adulteración falseada de un programa que hace maravillas.
Aquí tenéis algunos interesantes ejemplos interactivos del proceso de restauración de algunos famosillos internacionales. En ‘Fluideffect’ podemos apreciar la carne fláccida de Daryl Hannah, el enorme trasero de Jessica Biel, el depauperado rostro de Denise Richards o lo poco que vale en realidad Eva Longoria.

martes, 28 de febrero de 2006

'El límite', esta noche, en Madrid

Amigos madrileños que aún no hayáis visto ‘El límite’.
Hoy tendréis una fantástica oportunidad de subsanar este débito abismal con una pieza de culto en el circuito cortometrajístico.
‘El plaza en corto’, la muestra que organiza semanalmente (con el empeño y el esfuerzo de Daniel Romero) todos los martes a las 21:00 horas el bar El Plaza (C/ Martín de los Heros. Metro: Plaza de España) proyecta hoy nuestro corto (por tercera vez a lo largo de su mínima historia capitalina).
Además, la muestra contará con el pase de ‘Escarnio’, el excelente trabajo de Raúl Cerezo y de ‘Paisa’, de Enrique Bocanegra.
Mi presencia en el evento se ha puesto muy complicada, así que representando ‘El límite’ estará el gran Amable Pérez Oliva, amigo del alma y coproductor, ayudante de dirección y montador de este cortometraje que estará muy pronto en la red, cuando se estrene www.refoyo.com a principios de abril. Prometido queda.
Así que, si tenéis un rato y vivís en Madrid, acercaos al Plaza y disfrutad de esta velada cinematográfica. Aunque sea en pequeñas porciones.