lunes, 20 de septiembre de 2010

Trustworthiness of Beards: Ponga una barba en su vida

Desde pequeño siempre quise tener una barba señorial y elegante como Orson Welles. Grandes nombres de la historia han definido su rasgo físico inconfundible por la barba; desde Jesucristo, El Cid, Grigori Rasputin, Charles Darwin, Charles Dickens, Karl Marx, Fidel Castro, Stanley Kubrick, Osama Bin Laden hasta Santa Claus o los ZZ Top han lucido este distintivo en forma de crin facial prominente y distinguida. En torno a este vestigio estético se han erigido diversas supersticiones y relatos, como la atribución de sabiduría y respetabilidad, de potencia o impotencia sexual, de estatus social, de falta de higiene, de excentricidad o de compromiso religioso. Por ejemplo, los egipcios eran acérrimos enemigos de la barba, enfrentados a los semitas de Babilonia y Mesopotamia o a los hebreos, que lucían unas barbazas del quince. La historiografía de la barba pasa de la devoción por este uso fisonómico hasta la demonización que apuntaba que la barba era un signo de decadencia. Hoy en día, el hecho de lucir barba parece que queda como una moda pasajera, un signo de identidad o una cómoda costumbre que supone una forma de ahorrar tiempo, ya que se dice que si alguien llega a los ochenta años con barba habrá ganado casi tres mil horas respecto a los que se afeitan a diario.
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No obstante, hay quien dice que los hombres con barba tienen menos probabilidad de casarse y que, normalmente, ejercen profesiones en las que no se exige buena presencia. Incluso hay estudios falseados que apuntan a que los barbudos tienen un mayor riesgo de derrames cerebrales o infartos de miocardio producidas por concentraciones de hormonas sexuales circulantes en el cuerpo que podrían influir en el proceso de formación del ateroma, una placa de grasa que se deposita en las arterias. Todos los tópicos que abogan por el progresismo de las barbas, aquellas tendencias que denotan un prototipo de capacidad intelectual o de dejadez a lo Joaquin Phoenix siguen siendo pura apología de extraña inventiva acerca de este estilo masculino. Tal vez no sea cuestión de llegar a ser como el veterano Karl-Heinz Hille, varias veces campeón internacional del concurso imperial de barbas y bigotes, pero la barba sigue siendo un símbolo reconocible y personal en todo aquel que la luce. Existen ciertos modelos de jerarquía y modelos de barba, multitud de categorías para definir los estilos dentro de esta desambiguación que estuvo muy de moda en la Francia del reinado de los Valois, pero sin duda una de las más divertidas ha llegado de la mano de Matt McInerney y su ‘The Trustworthiness of Beards’, que muestra el índice de confianza en su variedad genérica que tiene en su jerarquía desde los que poseen una barba entera e incluso de filósofo que son dignos de confianza o cuestionables cuando lucen una barba a lo 'amish', a la amenaza que suponen los que tienen barba únicamente en el cuello o la simbología funesta del bigote hitleriano. De todo hay. Puedo sentirme a gusto sabiendo que mi barba pertenece al primer grupo.

jueves, 16 de septiembre de 2010

'World's Greatest Dad', pequeña joya de un cine cáustico y mordaz

Sobre la hipocresía y el poder de la sugestión
La falsa idealización y la manipulación para despertar la hipocresía y la admiración de los que te rodean. De cómo las mentiras y las apariencias son una simbología velada del triunfo social. La película del dinamitador Bobcat Goldthwait ‘World’s greatest dad’ se concibe como un ejercicio de sadismo catártico, tremendo manifiesto sobre las miserias del mundo en que vivimos. La concatenación de penurias diarias, la humillación constante de una compañera que juega con sus sentimientos, la esencia de ‘loser’ irreparable se transforma en una tragedia personal que abre un mundo de posibilidades al éxito y a la admiración. Es un analítico y certero vistazo a la sociedad de hoy, donde la fisonomía de lo popular hace preguntarse sobre la reevaluación de lo verdaderamente significativo que se sustrae de la usura ética que nos rodea.
El personaje de Lance Clayton representa las sombras de la infelicidad colectiva, con ese hijo despreciable aficionado a la pornografía anormal y alumno proscrito de actitud egoísta e intolerante con los esfuerzos de un padre al que menosprecia. A pesar de ello, Clayton siente hacia su vástago un afecto y un débito que van más allá de ese desprecio y parsimonia, siendo capaz de salvaguardar su dignidad y reputación cuando éste muere ahogado accidentalmente durante la peculiar técnica de masturbación de asfixia autoerótica, la misma que acabara con la vida de David Carradine. Es entonces cuando el filme de Goldthwait lanza su bomba expansiva, cuando el perturbador humor negro golpea sin concesiones la conciencia del espectador, normalizando lo grotesco, dibujando para ello una rutina cargada de tenebrosidad, una tela de araña pringosa y repugnante que socialmente puede ser llamada incluso heroísmo.
La oscuridad de la tragedia se convierte en lumínica comedia gracias a esa portentosa maestría de Robin Williams con una interpretación polifacética, memorable, que brilla en los parámetros del exceso y la contención. ‘World’s greatest dad’ supura fuera de los límites establecidos, en su coherente mirada a un universo adolescente moldeable por tendencias sociales y figuras de culto ‘teenager’. De pronto, un bastardo ignominioso y mezquino puede transformarse en un beatífico paradigma del Holden Caulfield moderno y su sentido de la angustia adolescente. Los sentimientos humanos son el cebo para el comercio, para la fama y para la autoindulgencia.
La sátira tóxica apunta sus dardos a la celebridad, a la hipocresía y al poder de la sugestión que convierte la maldad intrínseca en su valor de choque, con una agudeza sin piedad, de tono nihilista, que sabe ridiculizar el duelo colectivo y la comercialización de los ‘mass media’ hacia la instrumentalización de la muerte. De paso, se repudia cualquier tipo de pantomima humana a la hora de buscar profundos significados en toda tragedia. Estamos ante una desconocida película de culto que juega con su fondo perverso a retraer la hilaridad de sus intencionales situaciones sobre el suicidio y la validez de las personas para esconder un discurso escaldado por una gran dosis de deformación moral. El drama puede convertirse en comedia de una forma inteligente, a su vez incómoda. No dejéis pasar la oportunidad de ver esta pequeña joya cáustica.

martes, 14 de septiembre de 2010

La leyenda de Rafa Nadal no tiene límites

¿Hasta dónde llega la capacidad de superación de un mito deportivo? Ayer, Rafa Nadal ratificó su estela de grandeza al ganar su primer US Open, subiendo un peldaño más en el olimpo tenístico al lado de gente como Fred Perry, Don Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Andre Agassi y Roger Federer, los únicos en poseer los cuatro Grand Slams. Como apunta Kevin Mitchell en el diario ‘The Guardian’ el 6-4, 5-7, 6-4, 6-2 ante Novak Djokovic de ayer “apenas refleja la profundidad y la calidad de un partido de tenis que se parecía más a una pelea por el título mundial de los pesos pesados”.
Casi cuatro horas de emoción interrumpidas por otras dos a causa de la lluvia. Sólo perdió un set, algo que sólo Neale Fraser lograra hace 50 años. Apoyada en un equipo de personas que realizan un prodigioso trabajo en la sombra, la constancia y la tenacidad de Rafa siguen fortaleciendo lo físico y lo mental en un jugador cuyos límites aún siguen siendo una incógnita. La grandeza asentada en la sencillez de una persona destinada a hacer grande una disciplina de vaivenes, de dureza y esplendor interrumpido o efímero, donde sólo los más privilegiados y dotados son los que se sobreviven en la sustento de la gloria, auguran un futuro cercano donde Nadal, gracias a ese constante esfuerzo por mejorar y por el elegante respeto a los rivales, perpetuarán su condición de leyenda del deporte.
Las virtudes de los grandes, aquéllas por las que un mito es recordado con admiración como símbolo de su generación, convergen en la figura de un chaval de Manacor que sigue sus pasos para ir fulminando los récords de un Federer que ha dejado definitivamente su preeminencia a un heredero con más ambición, más preparado en todos los terrenos, para ir alcanzando cualquier gesta que se le ponga por delante, perseverando en su imparable consolidación como uno de los mejores deportistas de élite de la Historia.
Este 2010 es el regreso del Número Uno al gobierno de la corona mundial, en el que ha conquistado de manera consecutiva Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. Nadal se ha convertido con sólo 24 años en el referente del tenis moderno, en el centro de todas las miradas. Ahora, sólo queda seguir viendo su progresión y disfrutando del espectáculo de fuerza y tesón al máximo nivel.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Crónica sintética del Mundial de Turquía 2010

Turquía 64 - USA 81. Dieciséis años después desde su última vez, el mayorazgo del baloncesto, el cetro del deporte de la canasta, regresa a la selección de Estados Unidos capitaneada por un nombre absolutamente trascedental en el devenir de los acontecimientos: Kevin Durant. El resto, mejor olvidarlo.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Muere Claude Chabrol, preceptor de la revolucionaria 'Nouvelle Vague'

“Mi propósito es mostrar la locura de la gran burguesía. La mayor parte de los grandes burgueses están locos. La burguesía es una clase, pero también un estado del espíritu y la clase perdurará menos tiempo… Y como la mayor parte del tiempo esos burgueses y sus mujeres no se hablan más que en las comidas, los horrores que se dicen resultan aún más extraordinarios. Sencillamente, como no tienen nada que decirse, su monstruosidad resurge cuando abren la boca”. Son palabras de Claude Chabrol, que ha fallecido hoy en París a los 80 años. Chabrol fue uno de los más aventajados creadores de la ‘Nouvelle Vague’, el primero de la revista ‘Cahiers du Cinemà’ que logró debutar tras las cámaras. La película fue ‘Le Beau Serge’. Desde entonces, su continuidad y ritmo de trabajo jamás decrecieron. Un autor real, genuino, que siguió los preceptos simbólicos y argumentales del maestro Hitchcok, del que se confesó fiel y gran admirador. Chabrol deja como legado una de las carreras más interesantes y coherentes no ya sólo de esta privilegiada y célebre generación de cineastas, sino del cine francés contemporáneo. ‘Les bonnes femmes’, ‘El bello Sergio’, ‘La mujer infiel’, ‘El carnicero’, ‘Los primos’, ‘Relaciones sangrientas’, ‘Nada’, ‘Al anochecer’, ‘Un asunto de mujeres’ o en los últimos años ‘La ceremonia’, ‘No va más’, ‘Gracias por el chocolate’, ‘La flor del mal’ y ‘La dama de honor’ son un pequeño ejemplo de su portentosa cinematografía.
Las obsesiones de Chabrol se centraron en una constitutiva y taxidérmica exploración de la clase burguesa, siempre desde un prisma de hipocresía social hacia el cinismo que provoca una materia moralmente cuestionable que, en muchas ocasiones, le sirvieron como elemento para incidir en la exploración del suspense, género predilecto del maestro que se ha ido. Su visión de esos defectos conlleva consigo un catálogo de sucesos, guiños y comentarios inscritos en una insustancial apariencia que terminan por explotar con consecuencias inesperadas, dicotomías perversas de superficialidad y precipicios éticos incluidos dentro de un entorno de ficciones llenas de ardides, en constante búsqueda de la complicidad provocadora con el espectador. Con su muerte la cinematografía queda huérfana de uno de sus creadores más excepcionales capaz de reflexionar con tanta brillantez que sirven de ejemplo para el pensamiento existencial: “la estupidez es infinitamente más fascinante que la inteligencia. Ésta tiene límites, pero la estupidez no”, dijo una vez este gourmet sibarita amante del buen yantar.

'Balada triste de trompeta', la película española más esperada del año

Después de que Álex de le Iglesia haya reventado el Festival de Venecia con sendos premios a Mejor Director (León de Plata) y mejor guión, ‘Balada Triste de Trompeta’ se erige como una de las películas más esperadas del año. La visión ácida y oscura de esa parte de nuestra historia pretérita tamizada por el filtro de la violencia y el rencor, del humor negro lleno de pesimismo sobre dos payasos pesadillescos enamorados de la misma trapecista, la película más personal y lóbrega del realizador de ‘Muertos de risa’ se presenta como esa propuesta del cine español capaz de levantar las mejores expectativas del cine patrio en este descafeinado 2010.
Hay unas ganas terribles de poder saborear esta nueva y ya exitosa obra. El problema: se estrena el 17 de diciembre en las salas de toda España. Pocas veces antes una película patria había despertado tanta curiosidad y apetencia.

viernes, 10 de septiembre de 2010

'La mirada circular' en Sitges

A principios de junio asistí a dos de las jornadas del rodaje de ‘La mirada circular’ a echar una mano a tres creadores metidos en un berenjenal, una conflagración fílmica que pocos son capaces de abarcar. Iván Sáinz-Pardo, Dirk Soldner y “Jim-Box” volvían a unir sus fuerzas para rodar otro nuevo trabajo después de su excelente y exitoso ‘La Marea’. En esta ocasión, ‘La mirada circular’ se fraguó con el esfuerzo y tesón de jornadas maratonianas apoyadas únicamente en un equipo técnico de tres personas, tres realizadores que pusieron lo mejor de sí mismos para demostrar que la persistencia y la ilusión son capaces de crear todo aquello necesario para levantar y sacar adelante una compleja producción trabajada desde el límite hasta el agotamiento físico y mental, en una demostración de cine “guerrilla” con muy bajo presupuesto.
Se trata así de un cortometraje de 11 minutos, rodado a seis manos, de nuevo en Gijón y alrededores. ‘La mirada circular’ muestra una corta pero a su vez sugerente sinopsis: “Una familia convencional. Un lugar maravilloso. Un bonito día. Una pesadilla perfecta.”. El corto ha sido seleccionado en la sección oficial a competición de la 48ª edición del Festival Internacional de Cinema Fantastic de Catalunya Sitges 2010, que tendrá lugar entre los días 7 y 17 de octubre. El cortometraje se proyectará junto a una selección de las mejores producciones internacionales de género fantástico.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Mundobasket Turquía 2010: El amargo despertar del sueño

Ayer fue un día muy triste. Una de esas jornadas aciagas que los aficionados al baloncesto no querían haber vivido. Sin embargo, sucedió. El encanto y la ilusión de este apasionante deporte que, en los últimos años ha entregado a la afición española los mejores y más recordados logros de la historia reciente, ayer se vinieron abajo como una montaña de naipes mal colocados. Las derrotas contras Francia y Lituania ya hicieron presagiar que el devenir de los acontecimientos no iba a ser del todo satisfactorio para un plantel de jugadores que, digámoslo ya, no ha estado a la altura de las expectativas. Ha sido un Mundial extraño desde su comienzo, desde que Francia despertara las primeras dudas respecto a las posibilidades reales del conjunto de hombres seleccionados por Scariolo. La selección española ha echado de menos su mejor juego, su ambición fundamentada en recursos ganadores y ha dejado ver hendiduras, viéndose afectados tremendamente sus valores técnicos, jalonados con erróneas decisiones estratégicas, titubeos varios y, sobre todo, falta de coherencia en las verdaderas posibilidades de un equipo que nunca se ha terminado de creer sus posibilidades de éxito dentro de un torneo tan exigente como es un Mundial.
La España de Turquía ha mostrado, desde una dolorosa perspectiva subjetiva, la descompensación de un equipo con fallas en su estructura, una falta de nivel defensivo, de bloque, limitado en su creatividad y energía atacante que ha dado como consecuencia la frustración de la precipitación a la hora de dilucidar sobre la autoconfianza, forjando un juego conservador y especulativo. A España le ha faltado agresividad y certidumbre. Pese a la sobresaliente y habitual garra de Juan Carlos Navarro (el gran jugador español del torneo) y la consolidación de Fran Vázquez (que visto una impecable progresión inalcanzable para el resto de compañeros), ha habido trabas y deficiencias en el juego de gente habituada a la compensación y corrección como Rudy, Garbajosa, Ricky, Marc, Felipe… Falta de fe, falta de fuerza. Estaba claro que algún día la catástrofe tenía que llegar. No hay que ser condescendientes: ha sido un fracaso y una decepción. Un palo gordo. Sin embargo, no se le puede reprochar ni la intensidad ni el compromiso de estos chicos. No ha podido ser. Llegarán mejores tiempos. Hay continuidad y cantera para seguir manteniendo la ilusión. Eso sí, es cierto que estas señas de identidad no han estado del todo finas, permaneciendo ajenas a las características que han denominado a los ‘Golden Boys’.
Las ausencias tampoco pueden ser la excusa. El ciclo no ha acabado, pero está cerca de su fin. Eso está claro. La renovación es necesaria. Y debe hacerlo desde sus cimientos; primero con la marcha de ese sinvergüenza y cáncer del combinado nacional que es Jose Luis Sáez, que debe renunciar a la comodidad de la federación y hacer un favor a este deporte. Segundo, con el éxodo fulminante de un entrenador como Scariolo, fundamental responsable de esta derrota. Esto, es así. Lo de ayer sólo fue la gota que colmó el vaso. Serbia supo jugar a ganar y terminó haciéndolo, pese a los estimables esfuerzos de una España que fue a remolque en casi todo el partido y lo pagó con la eliminación. No hay que buscar subterfugios. Si no hubiera sido Serbia habría sido Turquía. Es la primera vez desde 2004 en que esta selección no participará en unas semifinales de un gran campeonato. Va llegando la hora del reciclaje y del cambio, aunque no hay porqué perder la fe en este grupo. No pasa nada. Los que amamos este deporte sabemos que hay un porvenir para seguir creyendo en futuros éxitos. El triple imposible de Teodosic fue el jarro de agua fría que nos hizo despertar de un sueño. Son cosas que pasan en baloncesto.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La culpa de todo, la tiene...

berrido.
(De berrar).1. m. Voz del becerro y otros animales que berrean.
2. m. Grito desaforado de persona.
3. m. Nota alta y desafinada al cantar.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Un Mundo desde el Abismo: Sexta temporada

Tal día como hoy, hace ya seis años, se me ocurrió, llevado por un ejercicio de necesidad y actividad de escritura junto a algo de vanidad (todos los blogs lo son), comenzar una singladura por ese proceloso universo llamado ‘blogoesfera’, en aquel año un erial algo infecundo y poco difundido. Entonces se describía la plataforma como revolucionaria. Una bitácora simbolizaba una puerta abierta al mundo del ocio y la comunicación, una edad tecnológica nacida para ponerse al alcance de cualquier usuario. Todos adoraban la posibilidad de sumergirse en un inframundo lleno de virtudes y posibilidades. De repente, ‘Un Mundo desde el Abismo’ nació en pleno auge, cuando aún no se había extendido la atención de lo ‘mainstream’, con gran interrelación con otros blogueros que siguen en lo más alto del respeto de esta gigantesca secta que en pocos años pasó de gran paso dentro del mundo de la divulgación a un progresivo crepúsculo que se dio cuando los ‘blogs’ comenzaron a pasarse de moda.
Hoy en día, dentro del cómputo que simboliza el ‘Mondo Blog’ dentro de la Comunicación 2.0, del intercambio comunicativo mediante la utilización de medios sociales, ha quedado a la zaga de otra viabilidad más fácil y accesible, más cómoda e inmediata como puedan ser Facebook o Twitter. Los renovadores ‘blogueros’ de entonces, en la actualidad se perpetúan dignamente como unos viejos roqueros del medio, dinosaurios que no alcanzan a entender cómo y porqué siguen en su constante metodología e inmutable continuidad a menos que hayan encontrado una retribución económica a su esfuerzo. Dentro de los diversos fenómenos socioculturales y en constante evolución, digamos que los blogs han sido los que más efímeramente han tenido su repercusión precisamente por el paradójico incremento sin freno que ha sufrido la comunicación global dentro de los medios virtuales. Digámoslo de esta manera: hoy todo el mundo tiene un blog y es más fácil abandonarlo a su suerte sustituyendo el hábito de lectura por un botón que constate el vistazo presencial del “me gusta” antes que el detenimiento analítico o curioso del lector respecto a la página que visita. Hace cuatro o cinco años, los comentarios del cualquier blog con gran tirón se contaban por treintenas y las visitas superaban con facilidad el millar. Hoy en día los números de muchas de aquellas bitácoras de moda están por los suelos. Aunque si el tema estadístico fue considerado como un estúpido añadido en el constante hábito de publicación, es un elemento que queda de lado en el crecimiento hacia la incógnita del futuro de los blogs. Hoy en día, un ‘blogger’ tiene ese céfiro de incierto y falsamente lejano de prestigio. Pero también una nostálgica nobleza cuando los años pasan y la actividad no decae y sigue en una progresión sostenida.
Al menos es el caso que pretende seguir este veterano espacio. Mi idea era constatar un impulso, un proyecto que se alargara, al menos, un lustro. El propósito de ‘Un mundo desde el Abismo’ era sobrevivir a viento y marea cinco años. Hoy ese ciclo ha llegado a su fin. La suerte fue la de querer un blog con la función catártica que ello desempeñaría en un momento bastante confuso respecto a lo personal y más en lo que concierne al ámbito profesional. Hoy, el primer drama está más que solventado. En el segundo, aún sigo buscando mi destino, más impreciso si cabe que entonces. De una forma gratificante, después de casi mil setecientas entradas, mil setecientos ‘posts’, que han ido escribiendo parte de mi vida, me encuentro en una situación privilegiada a la hora de echar un vistazo atrás y de no saber muy bien qué hacer con toda la acumulación de temas, críticas, dossieres, artículos, reportajes, cinismos varios, reflexiones absurdas, enlaces a segundos y terceros, secciones perdidas y chorradas a mansalva que han desfilado en estos 2.189 días. Me da la sensación de ser un extraño ente, un mórbido adicto a la palabra, un amago de escritor enloquecido aquejado de una especie de Síndrome de Diógenes creativo o literario. O, tal vez, ninguna de las dos cosas. Lo bueno y lo malo de esta perspectiva es que sigo siendo una persona que no ha encontrado todavía qué tiene para decir en Internet. Llevo desde los dieciocho años escribiendo y aún no sé hacia dónde se encamina todo de lo que me rodea. El observador de la realidad y de la ficción que habita en mí descubrió un foco de salida en un nombre paradójicamente tan adecuado, al borde de un abismo insondable. Seis años después no sé aún si he caído en él o aún mantengo una esperanza de seguir mirando desde arriba. Los cinco años se han completado, han llegado a su fin, sin saber si encubro algún tipo de miedo a matar a ese otro ‘yo’ posesivo y loco o por el cariño que sigo profesando a esta rutina abismal. Por ello, ‘Un Mundo desde el Abismo’ continuará su periplo, al menos, un año más. Como la aceptación de una cláusula de prórroga.
Un aplazamiento que servirá para aumentar la continuidad y el desafío de ese ímpetu que no ha perecido en el intento. Todo lo contrario, se ha engrandecido con la idea de seguir aportando algo de subjetividad en un blog asentado en el desorden. Todo seguirá trastornado por la locura y precipitación con la siempre han nacido los ‘posts’, desde el arrebato y la inmediatez. Suscribiendo las palabras del año pasado en esta misma onomástica: “…aunque el futuro depara sorpresas imprevisibles y depende de muchos factores su continuidad. En cualquier caso, este blog forma parte de mi vida por siempre jamás e identifica la ilusión que un día, por la bobada del intento, se materializó y fue creciendo hasta ser lo que es. Un pequeño reducto donde todo el mundo es bienvenido…”.
Por ello, muchas gracias a todos los que pasasteis, los que habéis pasado y los pocos que aún os seguís pasando por este abismo que siempre será vuestro. Al menos, un año más.