martes, 13 de marzo de 2007

'Whores in the News': Britney Spears

Esto podría ser uno de los siempre sugerentes boletines jugueteros del estupendo blog ‘El emperador de los helados’, pero como no voy a usurpar el cetro de esta categoría a su patriarcal joven majestad, me limitare a dejar un breve apunte acerca de esas pequeñas grandes cosas que podemos encontrar en Internet, tesoros de coleccionistas que sólo se puede adquirir en flagrante novedad perecedera. Se trata de la extravagante muñeca de la categoría ‘Whores in the news’, ofrendada por Spectrestudios a esa demente infecta que es Britney Spears, destinada, como profética recreación juguetera, a acabar sus días en una celda acolchada con una merecida camisa de fuerza.
Britney, además de una desmedida y vacua ineptitud, representó a la perfección el cruel precepto de la moda MTV, efímera y desalmada, ése momento de fugitiva fama y celebridad que concluye con el lógico olvido del joven público, ansioso por la novedad. En este Abismo fue una de las pocas destacadas de la sección ‘Gente Detestable’. Ya entonces, la estrella de Britney estaba ahogada, como las muchas carreras de estos nuevos artistas modernillos del pop predestinados al olvido. Al menos, Britney saber llamar la atención con sus esperpénticas y tristes excentricidades (decir que sería virgen hasta el matrimonio cuando se la había zumbado medio universo musical, darse un muerdo con Madonna, casarse borracha para separarse poco después, conducir hablando por el móvil con su hijo en el regazo, enseñar el todo el parrús, coquetear con las drogas duras y raparse la cabeza al cero…).

lunes, 12 de marzo de 2007

Antena 3 estrena nueva serie de sobremesa

Infame (Del lat. infāmis):
1. adj. Que carece de honra, crédito y estimación. U. t. c. s.
2. adj. Muy malo y vil en su especie.
'Cafetería Manhattan' es la poco original nueva sitcom costumbrista cuyos personajes hacen un irónico repaso de la actualidad y que tiene como gran logro que los episodios se graban el mismo día de su emisión.

El ocaso de Jenna Jameson

La decadencia, ese momento de degeneración sin freno del que todos reniegan e intentan huir, el inesperado periodo donde la declinación de las facultades, a veces mentales, casi siempre físicas, causadas por los estragos derivados de la vejez, de la mala vida o del destino hacen mella incluso en las fantasías sexuales de una diva inmortal como Jenna Jameson.
Desde que ese maromo ciclópeo y desorbitado llamado Tito Ortiz, armatoste con rostro de bestia parda y estrella de lucha libre de la UFC empezara a trincharse a la más aclamada actriz porno de todos los tiempos, ésta se ha sumido en una visible destrucción que ha hecho de ella un esquelético esperpento. La voluptuosa fantasía de millones de varones ha caído en un proceso de extrema desnutrición bastante desagradable y preocupante.
¿Qué te ha pasado Jenna? ¿Por qué nos haces esto? ¿Por qué antes eras una excelsa diosa onanística y ahora eres un burdo facsímil prematuro de un cruce facial entre Tita Cervera y Bárbara Rey?
La prueba de este decepcionante descenso a los infernos, en HollywoodTuna.

sábado, 10 de marzo de 2007

Beer Party

Al final Myrian me ha convencido.
No sé cómo lo ha hecho, pero de esta forma nos hemos asegurado la bebida para el partido de esta noche.

viernes, 9 de marzo de 2007

Review al vuelo: ‘Das Leben der Anderen (La vida de los otros)’

La humanidad de HGW XX/7
He tardado bastante en verla. Mucho, diría yo. Pero al fin me acerqué a una pequeña sala cinematográfica para ver las bondades del último filme ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa en su última edición. Le preguntas respecto a la rivalidad que muchos han querido ver (entre los que me incluyo) con ‘El Laberinto del Fauno’, de Guillermo del Toro, quedaron esclarecidas tras su visionado ¿Es mejor película la alemana que la hispanomexicana? Desde mi punto de vista, no ¿Cinematográficamente es superior? Tampoco ¿Está mejor dirigida? En absoluto ¿Es merecedora del Oscar sobre 'El Fauno...'? Sabiendo cómo reparte estos premios Hollywood, no me cabe ninguna duda ¿Es una digna ganadora? Por completo, rotundamente sí.
‘Das Leben der Anderen (La vida de los otros)’ desglosa una parte de la historia de la Alemania dividida de los 80, cuando la Stasi representaba una opresora policía secreta con la que el régimen comunista de Erich Honecker mantuvo a la República Democrática Alemana sometida desde 1971 hasta 1989, cuando el silencio, la distancia, cualquier susurro perdido ocultaba una libertad coartada, subyugada por aquel régimen. Situados en un tiempo que precedió a la caída del Muro de Berlín, dentro de un contexto tan mefítico como frío y oscuro, el espía de aquella Stasi, Gerd Wiesler, es elegido para vigilar la intimidad de un autor teatral y su musa actriz, supuestamente en contra a la dictadura comunista. Sin embargo, el día a día, la soledad, la rutina, los mecanismos del régimen, hacen que Wiesler se posicione de parte de sus incautos espiados, protegiendo sus intereses por encima de su trabajo.
Para ser una ‘opera prima’, Florian Henckel von Donnersmarck (al que, para abreviar, vamos a llamar "Flori") profesa con una precisión (a veces excesivamente hierática y fría) una magnífica sobriedad que logra reforzar cada gesto y mirada, curtiendo los diálogos de una significación que van mucho más allá del ‘thriller’ político que propone, deteniéndose en los momentos de intimidad, de amor y engaño, los mismos que logran ablandar el corazón de una bestia delatora y espía compartidos en todo momento por el espectador. ‘La vida de los otros’ busca, en el fondo, una venia algo embaucadora a la hora de dibujar las huellas de la política alemana antes de la caía del muro, con una autoindulgente variante acusadora de la intromisión totalitaria del fascismo izquierdista, pero utilizando a la vez la figura de Bertold Bretch como detonante que invoca la misericordia y despierta la humanidad del solitario agente de la Stasi Wiesler. La subversión intelectual que genera la opresión de los poderes sociopolíticos, aquellos que cercenan la libertad y prostituyen la inteligencia le sirven al director para acentuar las anemias personales frente a la tiranía autócrata, para encontrar el objetivo de empatía entre personajes y público que logra con un paradójico distanciamiento.
Una magnífica película trenzada a base de cuestionamientos existenciales y morales, donde verdugos y víctimas representan por igual las dudas, las hendiduras espirituales y las inicuas contradicciones inherentes al ser humano. Pero a pesar de la portentosa capacidad para describir el lapso histórico y los tormentos personales de sus criaturas sin ningún tipo de alarde ni grandilocuencia narrativa, "Flori" rompe su brillante contención con un desenlace atropellado, con inacabables elipsis temporales, con redundancias y elucidaciones que se antojan gratuitas e innecesarias, dilatando sin sentido el final después de haber deleitado al personal con una impresionante historia en la que destaca, de forma muy particular, el trío interpretativo formado por Ulrich Mühe, Martina Gedeck y Sebastian Koch.

jueves, 8 de marzo de 2007

Colegueo gratuito y abismal

Dos adeudos en forma de apunte sobre futuros trabajos de amigos del alma a los que no puedo dejar de lado en este espacio abismal.
El compromiso de amistad conlleva a la devoción y a la parcialidad cuando se habla de gente como Paco Cavero y Cristóbal Garrido, dos seres humanos envidiables a los que el talento ha tocado con una varita de probidad y esplendidez. Y de una buena dosis de magia, porqué no decirlo. Ambos tienen un maravilloso potencial en el desarrollo de un conjunto de habilidades que se están propagando a otros campos paralelos a su profesión.
Del primero de ellos, poco puedo decir más que no haya dicho en este blog. Uno de los mejores ilustradores de estos lares ibéricos y de parte del extranjero. El creador del mítico Refotoon ahora prueba fortuna en el mundo del cortometraje con una propuesta totalmente diferente, con una historia a buen seguro de atractivo visual y un humor corrosivo que caracteriza a este tarraconense adoptado como la institución más carismática de Girona.
Nos presenta el ‘teaser poster’ de este trabajo titulado ‘Yo y sus geranios’, un corto protagonizado por Jordi Vilches y Álvaro Manso del que podéis seguir todas sus vicisitudes en el blog que Cavero ha creado para la ocasión.
Cristóbal Garrido es uno de esos camaradas a los que me une un afecto especial, substancialmente por su llamativa capacidad resolutiva dentro del medio cinematográfico y del guión. Un artista donde los haya. Diseñador y guionista de vocación y profesión, forma parte del equipo que ha hecho posible el esperadísimo debut de Felipe J. Luna ‘No digas nada’.
J. Luna saltó a la discreta popularidad con el magnífico cortometraje ‘Te lo mereces’, una de las mejores y más impactantes historias que se han filmado en formato de corto en los últimos tiempos. Aquella historia de cruel deshumanización mediática que proponía la creación de un espeluznante show ‘reality’ que robaba sin compasión la vida de un pobre hombre a cambio de una audiencia segura. Once años después, Felipe J. Luna estrena el largometraje ‘No digas Nada’, filme que se presentará en el Festival de Málaga y que llegará a nuestras pantallas próximamente.
Una apuesta demencial y arriesgada en la que unos jóvenes, después de asesinar a un profesor, van incrementando su ‘lista negra’ aficionándose a matar a maestros y vecinos que les importunan en su vida diaria. La protagonizan Santi Rodriguez, Claudia Molina, Elio González, Jimmy Barnatan y Darío Paso e incluye como incentivo añadido la música de Def Con Dos.

martes, 6 de marzo de 2007

El última gran jugada de Welles

Peter Bogdanovich: ¿Cuánto costo 'Campanadas a medianoche'?
Orson Welles: Un millón. Uno solo.
Peter Bogdanovich: Barato. ¿Como lo conseguiste?
Orson Welles: Recortando gastos por todas partes.
Peter Bogdanovich: ¿Por ejemplo?
Orson Welles: Por ejemplo, cosas como terminar la actuación de John Gielgud en el importante papel de Enrique IV en solo diez días. Después, cuando se hubo marchado, hicimos las tomas en las que aparecía de espaldas sustituyéndolo por un extra español. Hay una escena en la que deben aparecer los siete actores principales y en la que, literalmente, ninguno de los fotografiados es quien se supone que debe ser...

viernes, 2 de marzo de 2007

Review 'La Science des rêves'

La compleja belleza de un cosmos elaborado con viajes astrales
Michel Gondry demuestra, sin Charlie Kaufman, que es capaz de componer un hermoso ejercicio surrealista de acertada inspiración melancólica a través de los sueños.
Para ‘La Science des rêves (La ciencia del sueño)’, el prestigioso realizador Michel Gondry ha apuntalado su nuevo filme con varios elementos comunes con su anterior y prodigiosa ‘Eternal Sunshine of Splotless Mind (Olvídate de mí)’. Primero, que se trata, al igual que aquélla, de una compleja y hermosa oda al amor romántico, donde la fragilidad de los recuerdos y de los sueños se significan en la continua contraposición de ilusorios ensueños, plasticidad y recuerdos, alegorías de la subsistencia de la memoria que sirven como subterfugio para escapar a la mediocridad.
Segundo, ‘La Science des rêves’ es también un intenso melodrama obsesivo, personal e íntimo, que fragua su interés en el sugerente término de intentar solucionar en sueños lo que uno no es capaz de ordenar en la vida real. Ambas están definidas por lo imprevisible y la creatividad de una propuesta valiente y, en este caso, autobiográfica, de una singular idiosincrasia que utiliza unos mecanismos narrativos semejantes, donde interviene cierto furor por el ejercicio surrealista que encuentra, en todo momento, la más que acertada inspiración melancólica y poética, profundamente estimulante.
La gran diferencia entre ambos filmes es que, mientras ‘Eternal…’ se podía vislumbrar como una historia de amor, ‘La Science…’ es, opuestamente, un film de desamor, un drama con toques de comedia que bucea, con una personal visión del amor y del romanticismo, en las dudas, en la inseguridad y en la oscilación mental de aquel que, acostumbrado a perder, se inventa un universo para evadirse de sus problemas rutinarios. Gondry presenta así a Stéphane (excepcional Gael García Bernal), un joven con una imaginación desbordante que, buscando un cambio en su vida, vuelve a Francia tras la muerte de su padre para vivir en París y trabajar una empresa de publicidad, que resulta ser un empleo aburrido y tedioso, capaz de coartar las ínfulas creativas de este antihéroe. Para huir de la monotonía, recurriendo a su memoria y al subconsciente, se refugiará en sus extraños sueños para soportar la situación. Hasta que en su vida irrumpe Stéphanie (poderosa Charlotte Gainsbourg), una vecina de la que acaba enamorándose, sin saber que el sentimiento no es correspondido.
Tras esta sutil y naturalista trama, el director francés, compone una de sus habituales fantasías, impregnada de su bagaje como realizador de videoclips (evocando algunas referencias determinadas en el ‘Everlong’, para Foo Fighters, en ‘Let Forever Be’, para The Chemical Brothers o en ‘Army of Me’, para Björk) donde se acentúa su predisposición por la esquizofrenia visual y temática que mezcla aquí, en su traslación a la gran pantalla, con una proverbial narrativa en la que no faltan las bellas ilusiones de ‘stop-motion’ que tanto recuerdan al animador checo Jan Svankmajer.
La nueva y revolucionaria propuesta de Gondry se caracteriza por ser, al igual que ‘Eternal…’, un juego de metalenguajes, en su fragmentación de elementos temáticos, de realidad y ficción, de guiños oníricos que suplantan el terreno material para convertirse en entelequia y, a la vez, fundir la vida en el idealismo, en la farsa ensoñadora en la que vive constantemente Stéphane, presentando un mundo indescifrable e incoherente a modo de puzzle de situaciones contrapuestas contextualizadas en un escenario percibido como collage de ilusiones volubles en la vida real, pero imperturbables como indestructible utopía. El filme de Gondry es un encomio a la inmadurez, a la incapacidad de asumir los fracasos sentimentales y la rutina de un trabajo aburrido, cuando la estimulación de los impulsos más íntimos se vuelve ineludible. La vida no es fidedigna a lo que uno pretende o quiere. La realidad, como consecuencia, destruye los sueños que sirven como catalizadores de los deseos que son inalcanzables en el automatismo del día a día.
Gondry demuestra que, sin Charlie Kaufman sustentando su enfoque creativo, es capaz de firmar un guión portentoso, que respira libertad absoluta y marca su recorrido en el categórico albedrío, evidenciado por la falta de retracciones ni tiesuras, sin una norma narrativa clara, que disipa la lógica intencionalidad de la historia, pero que otorga, a cambio, la naturalidad con la que Gondry se salta a la torera cualquier funcionalidad en su oda a la ficción, al sueño y poseía del desorden, del caos en el que se sumergen dos personajes hermanados en creatividad y fantasía, pero distanciados en sentimientos, en el infantilismo romántico dependiente de uno (Stéphane) y en el sensato raciocinio solitario de otro (Stephanie).
Lo más destacado, de nuevo, es la complejidad con la que Gondry expone los elementos que configuran el subconsciente plasmados con mecanismos estéticos procedentes del ‘videoclip’ y la artesanía con una realidad conferida con un extraño y sugestivo toque de naturalismo y fantasía, donde conviven el realismo del entorno parisino tan europeo con la improvisación de tiempos y un grado de artificio disoluta donde imperan instantes caleidoscópicos. Biósfera donde la idea de estroboscopia encuentra un lugar común en la representación simbólica que escapa a los arquetipos de los sueños. De ahí, que tengan tanta fuerza las imágenes de estudio de televisión imaginario en el que el protagonista recompone oníricamente su vida, desde la inusual visión de unas cámaras de televisión de cartón y una pantalla que implanta lo filmado en otra dimensión.
‘La Science des rêves’ es un apasionante viaje a un cosmos inmaterial e imaginativo elaborado con hermosos viajes astrales, donde la televisión, el futuro, el cartón y la imaginería se muestran como una proyección de la conciencia fuera del cuerpo físico, aludiendo a los sueños como forma de vida, como vía escapista a la realidad que deja en la memoria el entrañable periplo de un pequeño personaje hacia el mundo adulto, donde no es posible abandonar la idea de un calendario titulado ‘Desastrología’, un mar de celofán surcado por un barco que tiene un bosque, con colinas de un mundo inventado donde cabalga un caballo de felpa y existe una máquina del tiempo que viaja a través del tiempo sólo un segundo.
Michel Gondry ha vuelto a lograr que algo tan inaccesible como los sueños sean una fuente universal que todos puedan compartir y tener acceso.

jueves, 1 de marzo de 2007

Mañana, cita ineludible con el corto en Madrid

Mañana se estrena uno de esos cortometrajes que vale la pena ver. Se trata de ‘La habitación Contigua’, el nuevo trabajo al alimón de Daniel Romero (más conocido por estos lares de la blogoesfera como “Dani Lebowski”) y Raúl Garán después de los buenos resultados vistos con el excelente proyecto que resultó ‘Una puerta cerrada’, pieza a modo de ‘thriller’ que tantas alegrías les brindó hace poco menos de un año.
Un cortometraje autofinanciado que tiene detrás de sí un laborioso trabajo que supone, una vez más, otro escalón en una progresiva evolución que denota que estamos ante dos chavalotes con clase y determinación a la hora de ofrecer nuevas propuestas, ante dos creadores con inquietudes fílmicas, puntualizadas en la diferencia de su fórmula radicalmente heterogéneas, por lo que ‘La habitación contigua’ es uno de esos cortos que no hay que perderse. Además, también se proyectará otro esperado trabajo: ‘Making up’, del vallisoletano Gustavo Prieto, que también se estrena oficialmente junto al trabajo de Romero y Garán.
Dos muestras de talento y hervor cinematográfico en pequeñas dosis que tendrán su oportunidad de mostrarse a los ojos de quien se quiera acercar a salón de actos del Colegio Mayor Chaminade (Madrid), mañana día 2 de marzo, a las 20:30. El lugar está ubicado en el Paseo de Juan XXIII, número 9, junto a la salida de la parada de metro Metropolitano, en la línea 6 (circular). El aforo es de 180 butacas. El año pasado se logró reunir a más de 150 personas, por lo que no podéis perdéoslo.