martes, 19 de octubre de 2004

Jolie, la más sexy del mundo

La revista estadounidense Esquire publica este mes su clasificación anual de las mujeres vivas más sensuales, que en esta ocasión está encabezada por la actriz Angelina Jolie, de 29 años. Y es que es normal.
Esos labios cárnicos y empalagosos, edulcorados, llamativos, reales y llenos de sugerente sexualidad, esos ojos felinos verdes e intensos y esa figura de diosa mitológica han sido motivos suficientes para haberla convertido en una mujer inalcanzable. La pequeña Angie sigue estando ahí, con su colección de cuchillos, sus escandalosos tatuajes, manías improcedentes y una filiación altruista por ayudar a los más desfavorecidos.
Ayyy... Angelina, Angelina, Angelina...
Tras ella figuran la también actriz Halle Berry y la zorrilla, que diga... la cantante, Britney Spears (no sé porqué razón), según informa la cadena de noticias CNN.
Otras favoritas han sido Charlize Theron, Jennifer Aniston y Beyoncè.
Los tiempos cambian, pero yo sigo estando enamorado de Michelle Pfeiffer y de Jennifer Beals. Ya véis cómo son las cosas.

EL LÍMITE estará en Sitges’04

Bueno amigos, esta noticia sí que me hace ilusión transmitírosla, ya no sólo por estar seleccionados en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Catalunya (Sitges), y porque éste sea un festival que valora en su profundidad el compromiso que tiene por el género al que se vincula.
Me siento satisfecho de nuestro trabajo porque ayer, Juanma Pastor, de la sección de Brigadoom, me llamó para pedirme la ficha de inscripción y escuché las melodiosas notas compuestas por Darío Palomo para 'El Límite' de fondo.
Al preguntarle sobre si le había gustado el cortometraje, sus palabras sonaron como piropos halagadores al decirme “es de lo mejor que hemos visto en mucho tiempo en la sección”.
Por lo que doblemente contento. Bueno, poco a poco, vamos estando presentes en festivales. Y todos ellos de prestigio. Murcia Joven 2004, el International Latino Film Festival de Los Ángeles (en USA) y desde hoy, en Sitges'04.

La incuestionable falsedad del QT’s Diary

De nuevo recurro a la blog de QT (Quentin Tarantino) para desvelar o indagar un tema que se me antoja más que interesante. Lo cierto es que, como apunté hace unos días, la rumorología apunta a promover un rotundo desmentido de la veracidad de esta weblog que, en principio, se viene diciendo que es del director de ‘Pulp Fiction’.
El último gran capítulo ha sido el interés que ha despertado un personaje para una nueva película de este genio de nuestro siglo. Una historia sobre un hombre que, parece ser, no existe. Tommy ‘Two Toes’ Trialdo era uno de los objetivos demandados por QT para adaptar su vida en la gran pantalla y así lo hizo saber en esta fraudulenta ‘weblog’.
Pero ¿quién es Tommy Trialdo?
Parece ser que el amigo ‘Two Toes’ (‘Dos dedos del pie’ en su libre traducción al castellano) es llamado así porque en 1979 durante de sus operaciones en el cartel de Miami, recibió un disparo en el pie que le hizo perder varios dedos en su huída hacia Luisiana. Bien, Tommy fue uno de los más importantes jeques de la droga y la mafia allá por los años 80. Trialdo era un ‘gángster’ con todas las de la ley. Creció en el Bronx y, cual Callogero en ‘Una historia del Bronx’, de Chazz Palmintieri, pronto empezó a coquetear con los entornos corruptos y malhechores de la mafia.
Todo porque cuando era pequeño vio cómo el magnate de la mafia Donald Finichelli, más conocido como ‘La garra’, violó a su madre delante de él como pago de las deudas de su padre, un pobre panadero acosado por el poderoso delincuente que acabaría acosado por los matones de Finichelli recibiendo cuatro tiros en la cabeza, un hecho que marcaría a ‘Two toes’. Convencido de su futuro, se vengó del gran capo infiltrándose en su banda hasta que logró asesinarle con un cuchillo de carnicero. Acto que acabó por darle renombre y levantar ante su figura una nueva banda que amedrentaría a toda la ciudad.
¿No os suena a la trama de ‘Donnie Brasco’?
Cuenta esta leyenda que Trialdo estuvo en la cárcel durante cuatro años por tráfico de drogas. Según su propia weblog, insinúa que Henry Hill, el autor de ‘Godfellas’, de Scorsese, le menciona en su novela. El tipo asegura que existía antes de la muerte propagada por la blog de QT. Si eso es cierto, hasta pudo colaborar con Joseph Massino, uno de los más conocidos gángsteres de la era moderna.
En su weblog, Trialdo suelta a los pocos días de presentarse al público que ha recibido un mail, curiosamente, de QT, interesándose por su vida para adaptarla al cine. ‘Two Toes’ asevera que un guión sobre su vida escrito por Brian Hedgeland en 1995, ha estado dando vueltas por las mesas de los ejecutivos más importantes de Hollywood y que gente tan trascendental como Steven Spielberg y, sobre todo, Brian De Palma, se interesaron hace tiempo por el proyecto.
Casualmente, Trialdo, según cuenta el que se supone que es Tarantino, ha muerto el pasado 27 de septiembre, asesinado mientras daba un discurso contra la violencia en las pandillas de los más bajos fondos neoyorquinos y el riesgo que contrae trabajar en el lado oscuro de la ley, reinsertado ya en la sociedad trabajando al amparo de las buenas conciencias. Describe el sospechoso QT que lo han matado para evitar próximas comparecencias judiciales y que no largara así más de la cuenta.
Lo que ha despertado las sospechas sobre la falsedad de esta cinematográfica historia ha sido que por ninguna parte aparece una referencia a Tommy ‘Two Toes’ Trialdo. En internet no hay noticias sobre su muerte, ni su nombre figura en ningún obituario. Además, los internautas más avispados ya se han dado cuenta de que se trata de una misma persona que escribe desde el mismo lugar y tiene cibercostumbres bastante arraigada a una forma de ser; como abrirse una cuenta en yahoo.com, por ejemplo.
De todos modos, hasta la revista TIME se ha hecho eco de esta weblog y confirma lo que muchos pensábamos, como que es tan inteligente y se acerca tanto a la figura de Tarantino, que éste, en persona, ha dicho estar agradecido con el juego y la especulación que ha levantado la web entre sus seguidores. Si a todo esto, añadimos que el que dice ser el agente de QT es el que escribe lo que el cineasta le va comentando no coincide con el que es su agente en realidad, Mike Simpson, de William Morris, estamos ante el fraudulento desglose de información inventada por una mente timadora y falsaria, eso sí, muy prodigiosa.
Por tanto, el veredicto de la weblog QT es que se ha demostrado su falsedad, amigos.
Con lo bonito que era imaginar al novio de Sofia Coppola tecleando para sus seguidores internautas.

domingo, 17 de octubre de 2004

La infinitud de una boda acojonante

Ir de boda es un evento al que asisto con gran congoja e inquietud. Tener que ir de traje, corbata, chaleco y ponerme zapatos es un acto que, el menos en mi caso, me aterra. Siento pánico y opresión mental y física (mi enorme figura empieza a hacerme sentir a veces como un enorme salchichón o cualquier otro embutido). Aunque la congoja llega meses antes, cuando te llega la invitación y piensas que debes soltar una pasta que no tienes. Aún así, reconozco que soy fan de las bodas.
Ayer asistí a una. Y no una boda cualquiera, de esas cargadas de tópicos, de mujeres vestidas de caramelos envueltos en papel de regalo con bolsos futuristas o de hombres con cara de angustia porque les duelen los zapatos. Qué va. Nada de eso, amigos. Ni siquiera se cumplió el ritual de la buena organización de situar a un idiota en cada mesa. No fue así porque ni siquiera había idiotas. Bueno, estaba yo, pero me supe comportar.
Una boda de lujo, al más puro estilo imperial. A mí me rebasó tanto glamour y lujo, entre oropel y cantidades ingentes de calidad en todos los detalles de una celebración de este tipo. Una ceremonia original y guionizada por los propios novios (Curro y María José, desde ayer marido y mujer) y con proclamas sociopolíticas en sus discursos (impagable cómo le colaron al cura el rechazo a ‘las guerras preventivas’) fue el comienzo de una tarde llena de excesos. Con dos autobuses nos dirigimos a la ‘Carpa del Jardín del Páramo’, exquisito lugar de celebraciones sólo al alcance de los elegidos, y empezamos a engullir jamón ibérico como si fuéramos niños somalíes de vacaciones en Guijuelo. Tanto comí jamón de guijuelo que en una ocasión en que una bella camarera (qué guapas eran todas, coño), tuve que hacer un gesto de oposición antipática ante la visión de más pernil. Pero es que no sólo había ibéricos, no. Una retahíla de entrantes a modo de cóctel se fraguaron en mi boca en una sensación extraordinaria de sabores indescriptibles (langostinos rebozados con almendras, setas, gulas, tigres, cigalas, fués de todo tipo y condición, faisán, gambas de todas las clases, pulpo, codorniz, toda clase de quesos…). Una odisea para un tragaldabas intemperante como yo. Vinos de reserva, traídos en cajas en las que pone ‘extremadamente frágil’ y cerveza en cantidades que ni vistas en fiestas medievales hicieron que nos sentáramos a comer con una sensación de lleno total. Pobres de nosotros, porque quedaba lo mejor de la noche.
A quién le guste el marisco sabrá la sensibilidad orgásmica que provoca comer bogavante, enorme, como sacado de una foto que no puedes creer que sea de un crustáceo real, sino digitalizado y agrandado pro alguna técnica visual. Como Homer Simpson en el episodio de ‘Tenacitas’ ¡Lo mejor, amigos, es que se podía repetir! Y así lo hice. Tras esta fiesta para mi estómago, llegó una de las experiencias más devastadoramente felices que he tenido en mi vida al comer un medallón de ternera sangrante con cebollitas glaseadas…Ummm… Apasionante experiencia que desembocó en unos postres de todo tipo que hicieron que mi chaleco disparase los botones como si fuera una A-KA 47.
Después un ‘Chibas’ y un purazo cubano que me hicieron sentir como Orson Welles. Ahora ya sé porqué los gordos los están cada vez más. Y luego baile con bebidas alcoholizantes necesarias para levantar la moral y la vitalidad energética sustentada en la inhibición más desatada, de ésa que te hace bailar, hacer el ridículo con una flor en la oreja o bailar hasta con la tía abuela venida de los confines perdidos de la estepa ibérica.
Posiblemente ayer fue la mejor boda a la que asistido nunca, de un mecanismo de relojería en la que nada salió mal. Una pena que no llevara la cámara digital para hacer unas fotos que colgar aquí.
Qué gran festín y qué gran noche la de aquel día.
Enhorabuena a los recién casados.
PD: por cierto, Bernie, que sí existe la palabra infinitud.

sábado, 16 de octubre de 2004

Javier Sardá, eh! eh! me gusta, me gusta... cada día menos!!!

Crónicas marcianas pierde en un año 267.000 telespectadores
Ocho años en pantalla, falta de renovación en los contenidos y una buena oferta de la competencia han provocado que 'Crónicas marcianas' ya no sea el líder indiscutible de las madrugadas televisivas. Según datos de Sofres, el show de Sardà ha perdido en un año 267.000 espectadores y más de cinco puntos de cuota de pantalla.
'Dos rombos' (TVE-1) y 'Aquí no hay quien viva' (Antena 3), entre otros espacios, le están quitando cada día más espectadores. Y es que no me extraña. Sardá, cual mercenario, ha hecho de su 'late show' un ejemplo de indecencia paulatinamente mugrienta, la peor basura de los fastos modernos catódicos.
El éxito de Sardá no ha residido en su calidad indiscutible o en su titánica capacidad para arrastrar masas. El éxito de 'Crónicas' se ha solidificado en el hecho de que ningún programa se ha atrevido a tocarle los cojones, a quitarle audiencia. Y el espectador, apático ante tanto deshecho visual, lo ha seguido como un espacio de desconexión, de 'stand by' entre el cansancio laboral y el conformismo más insultante.
Pero eso no es todo, si a Máximo Pradera no le dejaron ganarle la partida con 'Maldita la hora', el futuro de Sardá parece bastante oscuro (o no). Andreu Buenafuente desembarca en enero y Julia Otero y el Gran Wyoming también pueden darle guerra.
Los martes, la tendencia al alza de 'La granja', que supera los dos millones y medio en la franja en que coinciden, y los monólogos de 'El club de la comedia', donde el Gran Wyoming consigue que 970.000 espectadores estén despiertos a partir de la una de la madrugada, suponen una competencia cada vez más peligrosa.
El mejor día de Sardá y sus esbirros es el lunes ¿Por qué? Pues de nuevo por la incultura generalista que hace que lo mejor que hay en la televisión en estos momentos, que son las aventuras de Jack Bauer y la UAT en la serie '24' no consiga hacerle sombra. Mientras la serie se queda en un 15,8% y un millón escaso de espectadores, Sardà alcanza las cifras del 2003. Todos los lunes de octubre ha rondado, o superado, los dos millones y el 37,8% de share.
Cuánto hay que aprender.
De cualquier modo, el hecho de que Sardá pierda audiencia es una muy buena noticia para todos. Si no, al tiempo.

La pequeña gran Dakota

Cuando en la cartelera existe la oportunidad de ver una película de Tony Scott está claro que se sabe lo que se va a ver. Cuando Tony estrena, hay que ver su nueva invitación al visual mundo estético de efusión y diligencia que nos va a otorgar. Es uno de los mejores directores que hay sólo por una razón: siempre ha sido muy honesto con lo su filmografía y concepto del cine. Nunca ha variado, ha seguido evolucionando en un estilo algo postmodernista lleno de estilos divergentes con una visión siempre enfocada a la acción y la violencia que ahora se eleva a un arte sólo concebible por el pequeño de los hermanos Scott. Comparando a Tony con Ridley, el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio. Tony lo tuvo claro desde el principio. Mientras que Tony progresó en su estética narrativa con películas de componentes cercanas al espectáculo, Ridley realizó obras maestras necesarias para el cine, pero perdió el norte tal vez por su excesivo manierismo megalómano.
Fui a ver ‘Man on fire’ (aquí traducido como ‘El fuego de la venganza’ para darle empaque), una reconstrucción embellecida y dilatada sobre la venganza de un guardaespaldas ante el secuestro de una pequeña niña con la que ha establecido un vínculo emocional semipaternal. Todo ello en el México más cruel y sanguinario, más corrupto y actual. Desarrollaría una enorme crítica analítica como suelo hacer habitualmente, pero me voy a recrear en un aspecto memorable del filme. Ya no es el propio Tony y su apabullante manera de mezclar formatos, de escupir virulentamente imágenes de un modo casi estroboscópico, ni de la capacidad de Denzel Washington como el gran mito interpretativo en que se ha convertido, capaz de hacer soberbio cualquier trabajo o de la asombrosa y heterogénea partitura de ese gran compositor que es Henry Gregson-Williams, uno de mis músicos favoritos.
Lo voy a hacer con esa pequeña niña prodigio que es Dakota Fanning, el descubrimiento más sensacional de Hollywood en los últimos años. Una actriz de una década de edad y varios años en el gran imperio del oropel, a un nivel interpretativo que se me antoja inalcanzable para una niña tan pequeña. Su carisma, naturalidad y procedimientos dramáticos invocan a la Tatum O’Neal de ‘Luna de papel’, a la Linda Blair de ‘El Exorcista’, a la nunca recordada y memorable Victoire Thivisol de ‘Ponette’, de Jacques Doillon.
Hannah Dakota Fanning tiene diez años, nació en Conyers, Georgia, un suburbio de Atlanta y es experta nadadora, habla perfectamente español, da clases de ballet, piano y está aprendiendo a montar a caballo. ‘Urgencias’, ‘Ally McBeal’, ‘Malcolm’, ‘Friends’, ‘Spin City’, ‘C.S.I.’, ‘Mad Tv.’ son algunas de las series que han contado con esta diminuta intérprete de asombrosa genialidad. Hasta Oprah Winfrey y Jay Leno la han tenido en sus respectivos programas. Desde su acojonante demostración de dramatismo exarcebado en la lacrimógena ‘Yo soy Sam’, junto a Michelle Pfeiffer y Sean Penn hasta ese entrañable personaje de Pita Ramos de la película de Tony Scott, la carrera de la prometedora Fanning ha tenido en una nueva versión de ‘Hansel y Gretel’, ‘Sweet home Alabama’ y el cuento del Dr. Seuss ‘El gato’ el bagaje necesario para demostrar su enorme potencial como actriz.
Pero lo bueno está por llega: Rodrigo García (‘Cosas que diría con solo mirarla’) la tiene en su nuevo drama femenino y coral ‘Nine Lives’, trabajará junto a De Niro en ‘Hide & Seek’, de John Polson, será la protagonista absoluta de ‘Dreamer’, de John Gatlin y formará parte de un reparto excelente encabezado por Patricia Clarksson y Chris Cooper en ‘Conquistadora’, de Harbin Brown. Cuentan que Steven Spielberg conoció a Fannigan en el reestreno de ‘E.T.’ y el Midas de Hollywood quedó hechizado de su encanto. Así, lo nuevo de la pequeña Dakota está junto a Tom Cruise en la adaptación de ‘La guerra de los mundos’, el ambicioso trabajo de Spielberg que precederá a la cuarta entrega de Indiana Jones.
Después de esto Dakota Fanning tendrá en sus manos el futuro de una actriz que augura los mejores testimonios actorales del nuevo Hollywood. Sencillamente magistral.

viernes, 15 de octubre de 2004

SMP (II): El hechizo de la 'Pantera Negra'

Y siguen apareciendo ‘spots’ con hermosas señoritas que decoran mis más libidinosos deseos y son las fantasías más suculentas de una perturbada y pervertida mentalidad como la mía. Si la semana pasada era Scarlett Johansson con el anuncio de ‘Eternity Moment’, de Calvin Klein , esta semana no sé si habéis visto a la codiciada musa de ébano Beyoncé Knowles anunciar la fresca fragancia 'True Star' que dicen que está inspirada en ella. Lo cierto es que resulta totalmente hechizadora la canción que se canta a ‘capella’ de la canción 'Wishing on a star', de Rose Royce.
Y es que Beyoncé podría considerarse la mujer perfecta ¿no creéis?
Por cierto, que Tommy Hilfiger que es el fulano que la ha contratado para su campaña fue acusado hace unos años de racismo y promover una imagen estilo de apariencia y falsedad de la sociedad americana. Todo mentira, ya que el diseñador es un foco de rumores cual diana mediática en el mundo de la moda. Ains... qué mujer.

El excéntrico ridículo y el hijoputa sarcástico

Que Michael Jackson es el ‘freak’ (en cuanto al concepto más ‘todbrowniniano’ se refiere) más descomunal que ha dado la historia de la Humanidad, nadie lo niega. Su vida y obra dan una muestra de lo mejor y lo más fascinante y lo peor y más repugnante que puede llegar a hacer un ser humano. Aún así, ‘Jacko’ inspira compasión. O de este modo le ven muchos de sus acérrimos seguidores, que le adoran y defienden de sus coqueteos con la pederastia, su zoofilia no reconocida con el chimpancé Bubbles, sus amagos de lanzamiento de bebé a través de un balcón o sus infinitas operaciones de rostro parecen salidas de un relato de Poe. Su vida, entre el escándalo, la excentricidad más enfermiza y la gloria musical de coreografías inimitables le otorgaron un hueco en el Olimpo de la Historia, que él se ha encargado de ir dilatando con discos y bataholas de libertinaje sexual, de bulos, de querellas y controversias. Lo de ‘Peter Pan’ ya no cuela. Y la imagen envejecida del personaje de James M. Barrie no vende. Su ‘Neverland’ pierde credibilidad y ya es arriesgado para los infantes ir a dormir con el monstruo caracterizado por el mismo en un simio salido de la película de Schaffner. No sé porqué me vienen a la cabeza Maculay Culkin, los Criss Cross, antes a Corey Feldman y algún niño prodigio en su cama, saltando con palomitas llenas de alguna sustancia somnífera. Y detrás de ellos, Michael, acechando como un lobo mientras se desplaza bailando el ‘moonwalk’.
En el panorama musical, otra de las bestias negras más polémicas de los últimos tiempos, Eminem, ese conejito blanco con malas pulgas, ese rapero de alma negra que exhibe la cara de un niño a punto de hacer la primera comunión con un subvertido carácter de hijo de puta de reformatorio ha querido retratar la vida del ‘intocable’ Jackson en su último vídeo del single ‘Just Lose it’ (siempre es recuerrente la palabra ‘looser’ en la genealogía poética del de Detroit). Y, como era lo buscado, ha levantado la polémica. A Jackson le han devuelto la moneda, pero ridiculizándole y parodiándole. Eminem se burla de ‘Jacko’ recorriendo sus momentos más ridículos, como cuando se le quemó el pelo durante un spot de Pepsi (bajo las notas del ‘Billie Jean’), perdiendo la nariz durante un concierto por tanta cirugía plástica y, la gota que colma el vaso, la estrofa “ven, niño, siéntate sobre mis rodillas. Adivina quién trae un nuevo rap...” con Marshall Bruce Mathers III (que así se llama Eminem –por cierto, pasado mañana es su cumpleaños-) caracterizado de Jackson, sentado en una cama, mientras unos tiernos infantes dan saltos de alegría sobre la colcha.
Michael Jackson está muy enfadado, fíjaté, y considera que Eminem se ha extralimitado, dice que es irrespetuoso y ofensivo. Tal vez lo sea, pero las risas que me he pasado viéndolo no me las quita nadie. Lo cierto es que, a estas alturas, la figura de Michael Jackson se ha convertido en una pantomima, en un títere ridículo manejado única y exclusivamente por su biografía llena de abusos en todos los sentidos. Un hazmerreír mundial devorado por su pasado y las chorradas incomprensibles que ha cometido a lo largo de su vida.

jueves, 14 de octubre de 2004

Número 33 y recuerdos que envejecen el presente

“¡¡Scooootie!!” que gritaría el nunca bien ponderado Andrés Montes se ha ido y no volverá nunca a jugar a aquel deporte que tantas horas llenó mi vida. El deporte que he amado y amaré hasta que me muera. Uno de los mejores jugadores que ha tenido nunca la NBA cuelga las botas para siempre. Y la lástima es que, para los de mi generación, este hecho tan intrascendente para lo mayoría de los mortales, nos hace sentir mucho más viejos, huérfanos de mitos que ya no existen. Y es que cuando descubrimos el universo de la magia y el espectáculo baloncescístico de las grandes leyendas, Scottie Pippen acababa de llegar como ‘rookie’. Y el otro día, sin que nadie nos avisara, Scottie Pippen se fue, después de 17 temporadas compitiendo al más alto nivel. A los 39 años, en el día de apertura de los campos de entrenamientos de los Chicago Bulls, el equipo de su vida y, porqué no decirlo, de la nuestra.
Tal vez el gran escollo de Pippen haya sido jugar a la sombra del único deportista de todos los tiempos que se merece el denominador de Dios: Michael Jordan. Pero sabe el bueno de Michael ‘Air’ que si no hubiera sido por el apoyo espiritual y técnico de Scottie, no hubiera ganado títulos y no sería tan grande como es. Y en una competición de alto ‘standing’ como lo es la NBA, los títulos son primordiales. Así, grandes estrellas como Kart Malone, Charles Barkley, Ewing, Mullin y demás figuras totémicas que compusieron el único y genuino ‘Dream Team’ de cualquier disciplina se pueden situar por debajo de Pippen.
Es una lástima, pero la cultura que nos ha tocado vivir, con una inagotable pasión por la condecoración, la distinción y el título como única manera de comparar y contrastar absolutamente todo, hicieron de Pippen un injusto escudero de Jordan, un valuarte necesario, sí, pero siempre a la sombra del genio. En una sociedad que construye y destruye ídolos a una velocidad inagotable, Pippen, aunque fuera visto como deportista segundón, obvió cualquier percepción y, por méritos propios, entró en la gloria con un juego y unas habilidades que pocas veces se volverán a ver en una cancha de baloncesto.
Hoy en día, nadie se acuerda de que la leyenda acerca de que Jordan era un individualista, excelente anotador y de juego inaccesible era cierta. Su creciente omnipresencia en el campo de juego llegó después, cuando tuvo la ayuda de un equipo. Hasta que llegó Pippen, Jordan no jugó con un equipo, porque ningún compañero estaba a su altura. Los Bulls empezaron a ganar títulos cuando el binomio incomparable ‘Jordan-Pippen’ empezó a funcionar como duplo, como invencible pareja sobre los que el club levantó un conjunto de necesidades puestas al servicio de dos jugadores. Por eso, decir que Michael Jordan ganó seis anillos de Campeón del Mundo con los Bulls, es también decir Scottie Pippen. Porque sin él, la magnificencia del 23 de Chicago hubiera seguido siendo la de un individualista que hacía lo posible por mejorar sin un equipo que le respaldara, como tantos otros cracks que se quedaron sin la gloria de un título. Y ahí reside la grandeza de este hombre: haber contribuido a la mitología desde la sombra, desde un segundo plano, dedicándose a hacer lo que mejor sabía: jugar en equipo, un baloncesto puro y espectacular de un irrepetible gregario destapado como auténtica estrella.
Después de 11 temporadas de gloria en los Bulls, a los que llegó en 1987 procedente de Seattle, equipo que le había elegido en el número 5 del 'draft', Pippen, tras su glorioso periplo en Chicago, se fue a los Houston Rockets, donde coincidió con Olajuwon y Barkley. De todas formas, su paso por la franquicia texana fue efímero, ya que el año siguiente se marchó a los Portland T. Blazers, escuadra con la que no pudo llegar a la final de la NBA tras toparse en dos ocasiones consecutivas con los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. Pippen, veterano y sabedor de que sus días habían pasado a la historia y sin el suficiente potencial para llevar un equipo a sus espaldas, volvió a casa, para disfrutar de la última temporada con los suyos, con el club que le hizo grande. Así, con la camiseta de los Bulls brindó su experiencia a los jóvenes que forman el equipo y dar sus últimos minutos de baloncesto, aunque las lesiones apenas le permitieron disputar 23 partidos. Pippen se marcha así, entre otros muchos logros, con siete menciones en el mejor equipo defensivo de la NBA y una designación como MVP del All-Star en 1994, partido que jugó en siete ocasiones.
Recuerdo varios instantes mágicos, de esos retazos visuales que no tienen que ver con el Séptimo Arte pero que han marcado momentos irrepetibles en mi retina, casi como imágenes cinematográficas; cuando en 1995, Pippen levantó su pie con el logo de Michael en sus ‘Air Jordan’ y le indicó a su mejor amigo con el dedo que volviera. Un mes después, Jordan volvió contra los Indiana Pacers vistiendo la camiseta de los Bulls y el número 45 a la espalda. Viene a la la cabeza aquélla final en la que Jordan contra los Jazz jugó un partido con fiebre a punto de desmayarse cayendo en los brazos de Scottie. O Pippen, destrozado a causa de una lesión de espalda, dándolo todo en aquella misma final. De los mejores que he vivido en mi miserable vida. Como en cualquier secuencia de 'Butch Cassidy and the Sundance Kid', como Mezzo y Pirus en el mundo del cómic.
Sus números son de envidia: 17 temporadas en la mejor liga del Mundo, 16,1 puntos de promedio por partido, 6,4 rebotes y 5,2 asistencias en 1.178 partidos. Con 208 partidos disputados en la fase final, figura en segundo lugar en este apartado tras Kareem Abdul-Jabbar, que tiene 237 como récord. Además, ganó la recordada medalla de oro con el 'Dream Team' en los Juegos Olímpicos de Barcelona' 92 y fue elegido uno de los mejores cincuenta jugadores de la historia de la NBA en 1996. Los Bulls honrarán a esta gran figura, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, con la retirada del número 33 en la próxima temporada, que lucirá en el United Center junto al 23 de su inseparable Michael Jordan. Scottie, me has hecho sentir un poco más viejo, porque has traido a mi memoria tantos buenos recuerdos que no he podido por más que dedicarte estas líneas desde lo más profundo de mi corazón.

Límite: 48 horas

Sí, amigos. He vuelto.
¿No creeriáis que me había olvidado de esta 'nuestra página'?
Dos días después, aquí estoy de nuevo, dispuesto a luchar contra los demonios de la red, a guerrear con la única arma de la palabra y la memoria, la noticia, el freakismo, el recuerdo, la añoranza y la sabiduría abisal de las culturas perdidas.
No he podido reencontrarme con la weblog por varias razones. La primera y más importante, porque en mi titánico conflicto con mi ordenador he optado por la solución más paupérrima y soez (pero a la vez más eficaz) contra los problemas de este invento del Demonio Gates llamado 'Windows Xp': lo he reinstalado. Tras muchos dolores de cabeza, de agujeros y aristas en mi sistema de fácil indecencia para los virus, ahora empiezo de cero. Todo va rápido y mi sonrilla se refleja en la pantalla, pero reconozco que estoy harto de instalar programas y meter claves (falsas, por supuesto).
Con el estreno de 'El límite': noticias. No del todo buenas. Hablé con los propietarios de Van Dyck, el cine donde se iba (y ya hablo en pretérito) a estrenar. Me dijeron, con un trato envidiable y cercano, que o bien llevo el proyector y el equipo de sonido o no se estrena en cine comercial.
Así que, ante el dineral que llevo gastado en este proyecto al que he denominado 'Hijo Tonto', está tomada la decisión de retrasar la 'premiere' hasta noviembre y buscar alternativas. Como el inmenso Teatro de Caja Duero (que sería el estreno soñado debido a la injente cantidad de público que es capaz de albergar) o la siempre socorrida y segura Filmoteca de Castilla y León, con un estreno bastante íntimo que ofrece la posibilidad de no someter el tiempo, pudiendo dar incluso una 'charla-coloquio' sobre el proyecto.
Como noticia laboral, voy a entrar en negociaciones con una cadena de ámbito local para ver si se puede hacer algo de calidad con alguno de sus programas. Así que seguiré informando.
Lo importante es que he vuelto. Y con ganas... como podréis apreciar en breve.