lunes, 14 de julio de 2014

Mundial Brasil 2014: Cuando la “Mannschaf” recuperó el cetro

Finalmente fue la selección alemana de Joachim Löw la que se llevó este Mundial de Brasil 2014, el primero en que una escuadra europea gana un título internacional fuera en América, rompiendo así un maleficio que se había instaurado en la Historia desde sus comienzos. Ha sido posiblemente el desenlace más lógico, atribuido a esa raigambre dominadora que ha encontrado en esta generación de futbolistas una compacta consecuencia del trabajo bien hecho, sustentado en un fútbol solvente que reposa en una variante del mediocentro del campo, con dos pivotes y una línea de tres mediaspuntas, apostando por la verticalidad de una estructura que ha ido en progresión en este mes de fútbol mundialista. De ahí que ayer, cuando Philipp Lahm levantó la Copa del Mundo, nadie podía reprochar la valía y el mérito de esta selección que necesitaba un título de este calibre como testimonio de tantos años de trabajo y en el que sólo la España del triplete pudo ganarle la pugna. Löw atesora una meticulosidad detallista que transmite a sus jugadores y que ha ido variando lentamente hacia un esquema que acentúa el control del balón y el toque en el medio campo y garantiza la estabilidad de unos jugadores comprometidos y correosos con el único fin de ofrecer la imagen que se ha dado en Brasil. La Mannschaf ha sido, desde su inicio, la gran candidata a ganar el Mundial.
La final fue un partido de fuerzas, con Argentina mostrando en los primeros compases un hambre por sorprender a Alemania que hizo presagiar con esos contragolpes desequilibrantes de Messi y Lavezzi que podía haber sorpresas sobre lo esperado y que llegó a su culmen del suspense con un disparo cruzado de Higuaín tras un error de Kroos, pero se perdió por la derecha de la portería de Neuer por muy poco. Cuando Alemania se recompuso, la final empezó a ofrecer un gran duelo de poderes, con alternativas para ambas selecciones, como ese gol bien anulado al “Pipa” que lo celebró como con él hubieran ganado el partido. Y fue en ese punto, donde el juego se fue diluyendo y se acabó Argentina. Alemania siguió a lo suyo, aferrado a su guión y fue recuperando el mando del choque. Incluso estuvo a punto de evitar la prórroga cuando Howedes cabeceó con voluntad y orientación un balón que se estrelló en el palo. La prórroga sirvió de nuevo para alargar el sufrimiento albiceleste, que buscó los penalties a toda costa, como último recurso para ganar la ansiada Copa. Lo hizo templando el partido y esperando un posible contragolpe que llegó en las botas de Palacios en una opción de picar el esférico que malogró de forma catastrófica.
Fue entonces cuando Mario Götze, el hombre sacrificado en el esquema de Löw en la primera fase con la colocación de Lahm como lateral y dando espacio a Klose, ejerció de héroe tras bajar con el pecho un pase medido de Schurrle y remató a la red para inscribir su nombre con letras de oro en la historia de los mundiales. Era el minuto 113, tres menos que cuando Iniesta hiciera lo propio con Holanda hace cuatro años. El fútbol había sido justo con los méritos de los bávaros y esa falta desperdiciada por Messi en los últimos compases, definió al gran derrotado y devolvió la gloria al combinado germano. Veinticuatro años después volvían a levantar la Copa que acredita a esta selección como la campeona del Mundo.
La sorpresa llegó acabado el encuentro, cuando la FIFA le entregó a Messi un balón de oro como mejor jugador del torneo. Sorpresa porque no responde a valoración cabal, porque "la pulga" ha fracasado cuando más se esperaba de él y su presencia ha ido menguando según iban pasando los partidos. Cierto es que el argentino había sido el baluarte clave con algunos goles que decidieron partidos y algún pase que hizo que Argentina haya llegado a la final, pero en Brasil no ha estado a la altura. Más bien todo lo contrario para el que está considerado como el mejor jugador del mundo y que sale muy cuestionado de esta competición.
Instantes para el recuerdo y nombres propios.
Este Mundial ha dejado sensaciones encontradas con equipos que no se consideran grandes y que supieron competir con prestigio y buen juego, desbordando a su rival y mereciendo incluso más suerte de las que el destino les devolvió a la realidad. Selecciones como Colombia, México, Costa Rica, Estados Unidos, Chile, Bélgica… incluso Argelia, Suiza o Nigeria pusieron muchas trabas a las selecciones veteranas que, con el factor de calidad y bastante fortuna, impusieron la circunstancia de ese injusto silogismo que justifica el prestigio de los grandes.
Nombres propios como James Rodríguez, Keylor Navas, Cuadrado, Joel Campbell o David Ospina han brillado por encima de estrellas mediáticas como Cristiano Ronaldo, Diego Costa, Balotelli, Rooney o Neymar, que se han ido por la puerta de atrás dejando una dudosa imagen. Hay otros, por contra, que sí avalan con su presencia la eficacia futbolística; Kross, Neuer, Schweinsteiger, Robben, Benzema… Brasil 2014 además nos dejó los dos goles de Miroslav Klose, que le convertían en el mayor goleador de los mundiales (cuatro disputados y dieciséis dianas) por delante de Ronaldo (quince) y de Gerd Müller (catorce) o con el mismo número de paradas en un sólo partido por parte del guardameta estadounidense Tim Howard, que pasa a la Historia superando un récord que data de 1966 durante el partido de octavos de final contra Bélgica.
También será recordado este campeonato por el lamentable incidente del mordisco de Luis Suárez a Chiellini, un incomprensible gesto del ídolo charrúa que le ha valido una ejemplar sanción de cuatro meses alejado de los campos y nueve partidos sin jugar con Uruguay.  Eso sí, parece inconcebible e ilógico que hayan ejemplificado una multa tan ejemplar con un hecho que queda casi en surreal anécdota si lo comparamos a la acción de Matuidi cuando lanzó una entrada salvaje a Onazi, fracturándole la tibia y el peroné al jugador nigeriano durante el partido entre Francia y Nigeria. Así mismo y en menor medida por la incógnita de la voluntariedad, el tremendo rodillazo de Zúñiga a Neymar que le costó la rotura de una vértebra. Recordaremos la sangre fría de Van Gaal a la hora de sustituir a Cillesen, su portero titular, un minuto antes del lanzamiento de penalties en los cuartos de final contra Costa Rica y convertir al suplente Krul en el héroe insospechado de la noche. Contra Argentina en semifinales no pudo repetir. Y así le fue.
Respecto a la selección española de Vicente del Bosque se puede decir muy poco, tanto como el juego triste y apático que desplegaron en una primera fase para olvidar, donde cayeron estrepitosamente, dramatizando una situación de fin de ciclo ante una Holanda que despertó del sueño a una generación de futbolistas que hicieron vibrar a un país entero. O contra Chile, que se ganó el derecho a ser reconocida como la auténtica y genuina selección llamada “la Roja”. Sin embargo, si por algo recordaremos este mes de fútbol, además de por el sistema GoalControl-4D para evitar los goles fantasmas y la espuma evanescente en aerosol 9.15 para la correcta colocación de las barreras ante una falta, si hay un instante que pasará a los fastos de la memoria colectiva ésa es la hazaña que la selección de Joachim Löw gestó en el estadio Mineirao de Belo Horizonte durante la primera semifinal.
El 1-7 de la humillación brasileña supone el mayor oprobio futbolístico a una anfiatriona dentro de los anales de este campeonato, ensombreciendo y sepultando con esta paliza aquel “Maracanazo” de 1950. El combinado dirigido por Luis Felipe Scolari fue un muñeco en manos de la Mannschaf, que destrozó sin piedad a la ‘canarinha’ para dejar en evidencia todas las debilidades del rival, marcando cinco goles en la primera media hora de encuentro (cuatro de ellos en sólo seis minutos -del 23 al 29-) y dejando esos desarticulados rostros de los aficionados y jugadores ante el desconcierto como la imagen de una severa derrota, del fracaso entre lágrimas de un modelo de fútbol que se vino abajo con pasmosa facilidad, arrasado con crueldad para abrir una herida nacional y deportiva cuyas consecuencias no se pueden prever.
Brasil 2014 ha finalizado emergiendo como un evento global capaz de silenciar a esas manifestaciones de protesta que generó un clima de violencia contra los gastos que el Gobierno del país había destinado al evento deportivo que beneficia a un solo licitador como es la FIFA, ese oscuro espectro salpicado por la corrupción, que compra y vende Mundiales y opera como una auténtica mafia. Un ejemplo que evidencia esas argucuias se vio ayer, cuando por un interés publicitario se le concedió a Messi el Balón de Oro del Mundial, máxime cuando ni siquiera haya sido nombrado en el once ideal del campeonato. Esto es otra historia, quedémonos con esta sobredosis de fútbol que deja un lapso muy corto de descanso de cara a la próxima liga que comienza el mes que viene.
Adeus Brasil, tem sido um prazer.
- Crónica resumen del Mundial de Alemania 2006.
- Crónica resumen del Mundial de Sudáfrica 2010.

domingo, 13 de julio de 2014

Análisis: Pau Gasol y su fichaje por los Bulls

La noticia saltó a última hora de ayer en España. Pau Gasol se había convertido en nuevo jugador de los Chicago Bulls, despejando así todas las incógnitas sobre su futuro en la NBA. Se había hablado de un posible interés en el jugador español por los actuales campeones del campeonato, los San Antonio Spurs. No han quedado muy claros los términos de este traspaso. Se habla de una doble variable; que el ex LA haya sellado un “sign and trade” que le reportaría un contrato multianual que se acercaría a los 10 millones de dólares por año o bien haya firmado de forma unilateral para empezar a cobrar con un rango inicial situado sobre los 6,5 millones de dólares. En las próximas horas se desvelará este condicionante que impide hacer una valoración definitiva sobre el rol del ala-pívot en esta nueva etapa.
De cualquier modo, la llegada de Gasol a los Bulls permite un salto cualitativo para el equipo de Tom Thibodeau. Gasol permitirá un desglose de profundidad idóneo a un conjunto caracterizado por su fuerza defensiva, confiriéndolo un punto de calidad a su faceta más intimidadora en el poste. El 16 será un referente tanto en defensa como en ataque y si funciona y hay ‘feeling’ con Joakim Noah pueden convertirse en el ‘frontcourt’ más potente de la liga ¿Lo que ofrecerá Gasol a los Bulls? Es un buen pasador en el poste medio y bajo, maneja el balón con inteligencia y es un experto en jugar de espaldas y de cara al aro además de ser muy eficaz en el juego estático y de transición. Todo esto atribuirá al equipo una mejora en la productividad de juego, mejorando uno de los puntos débiles de los Bulls, que es la falta de empuje en el contraataque y que permitirá avanza la línea ofensiva. Con la llegada de Gasol se condiciona la continuidad de Carlos Boozer dentro del equipo y se da por hecho que deberá abandonar la franquicia mediante una cláusula de amnistía o si ha entrado en el citado “sign and trade” en el que podría entrar Mike Dunleavy, que ya ha dicho que no acepta verse envuelto en la operación.
Una de las resoluciones que deberá gestionar el cuerpo técnico de Thibodeau es cómo encajar y alternar la posición que venía ocupando Taj Gibson, uno de los jugadores de mayor progresión del equipo (la integración de los tres jugadores; Gasol, Gibson y Noa podría ser letal) y que invalida, en cierta medida, esa elección segunda ronda de los Bulls por un hombre de poste como es el australiano Cameron Bairstow. A lo que se condiciona el futuro de estos Bulls es al regreso y estado físico y mental de su estrella Derrick Rose, de su trascendente acoplamiento paulatino a la competición y de la incógnita que supone a su regreso de dos graves lesiones. Si Rose recupera las sensaciones y une sus fuerzas a la efectividad de Jimmy Butler y al aumento de protagonismo de Tony Snell, que está cuajando un Summer league bastante notable, el equipo encontrará muchas bazas de mejora en sus aspiraciones al anillo. También faltará por cerrar el traspaso de un Nikola Mirotic que ha bajado su cotización y esperanzas después de un final de liga bastante lamentable en el Real Madrid y su posición y rol en los Bulls y en el ‘rookie’ Doug McDermott, que llega como una promesa con un tiro certero desde fuera del perímetro.
Veremos qué sucede en esta nueva etapa de Gasol y si los Bulls cierran esta de reconstrucción y apuntalan su condición de equipo dispuesto a regresar por sus fueros a lo más alto de una competición tan exigente como es la NBA.

sábado, 12 de julio de 2014

Es mejor con Batman

Nadie va a negar que Batman es un icono de la cultura popular, más trascendente incluso que el mismísimo Superman. Los nuevos tiempos han otorgado al Caballero Oscuro ese céfiro paradigmático de héroe solitario convertido en superhéroe gracias a su inteligencia, astucia y un gran poder adquisitivo que le otorgan el privilegio de tener al alcance las más sofisticadas armas, gadgets y vehículos de revolucionaria tecnología. Bruce Wayne perfila las bases del bien y de la moral como consecuencias de sus actos, con una capacidad de identificación respecto al espectador basada en la extensión de un grado de control sobre lo inexorable que suele determinar cierta simpatía y comprensión. Es por ello que, aun aproximándose en cierta medida a los arquetipos típicos de los héroes del cómic, prevalezca la lacónica figura de un hombre sin superpoderes que además de combatir el mal es capaz de lidiar con los dilemas éticos en ese orbe lóbrega y sin ley reducida a un estado primitivo que es Gotham City.
Dejándonos de teorizaciones acerca del héroe quiróptero y de su alcance dentro del subconsciente colectivo, Batman lo “peta” fuerte dentro del imaginario colectivo. Es un hecho. Y tanto es así, que el héroe creado por Bob Kane y Bill Finger, podría ser un reclamo permanente en cada película que se ha estrenado en el cine contemporáneo. Es lo que se ha ideado dentro del Tumbrl ‘It's Better With Batman (Es mejor con Batman)’, en el que se nutren de divertidos montajes con películas en las que el Cabellero Oscuro aporta un plus positivo y mejorando con su presencia la cinematografía moderna.

viernes, 11 de julio de 2014

Equipación Athletic Club temporada 2014-2015

Esta mañana se ha presentado la elástica oficial del Athletic Club la próxima Liga 2014-2015, un evento prosaico y fundamentalmente comercial que aglutina cierto interés entre los aficionados al club 'zurigorri'. Después de que Nike recogiera el testigo de Umbro, que pertenecía al franquiciado multinacional de la primera y sembrara cierta decepción debido a su constante autoplagio sin identidad de otros clubes como el Almería antes del ascenso a Primera o como segunda equipación la del Everton inglés, parece ser que la marca norteamericana ha decidido personalizar en exclusiva esta nueva singladura del Athletic con vistas puestas en disputar la Champions League y con plaza europea asegurada.
A pesar de ello, Nike sigue promulgando una estética simplista en todos sus diseños, por mucho que vendan una distinción personalizada. Así, este año varia mínimamente respecto a la de la tempoarada pasada. Mantiene el diseño clásico “inglés” de las rayas rojiblancas, perdiendo el cuello camisero de la temporada anterior por un cuello redondo negro que también aparece como distintivo en las mangas, respetando las señas de identidad del club vizcaino. Como Nike no puede individualizar más de la cuenta, la equipación de este año constata una réplica a la del Atlético de Madrid y viceversa, adjuntando unos indecorosos triángulos invertidos de otra tonalidad en la parte frontal, como si de un reguero geométrico de sudor se tratase. El patrocinador del frontal también varia en función la competición que se dispute; siendo el habitual logo de Petronor quien luzca durante la liga y la copa del Rey, pero cambiando al de BBK cuando el Athletic juegue competición europea.
Por fortuna, el segundo uniforme regresa a los motivos cromáticos de la ikurriña, con la camiseta verde en forma de pico, pantalón blanco y medias rojas como lucieran hace dos temporadas cuando Marcelo Bielsa llevó al Athletic a la final de la Copa del Rey y a la de la Europa League. Ambas camisetas llevarán como lema en su interior “Denok Batera Lortu Dugu (Entre todos lo hemos conseguido)”, también con un gallardete de Euskadi. Veremos si esta nueva estética, además de ser el seguro incentivo de ventas en las tiendas y páginas oficiales (y no oficiales), aportan un grado de suerte para un equipo que ha ido creciendo hasta volver a ilusionar con su juego a una afición que, como plus de motivación, finaliza las obras de un estadio modélico destinado a consagrar a este equipo llamado a consumar las grandes gestas deportivas que se merece de la mano de un Ernesto Valverde que ha devuelto la confianza a los athleticzales y a un equipo sin límites y la ilusión como carta de presentación.

Google

He soñado que buscaba en Google “cómo despertarme”. No había manera. La angustia se apoderó de mi cuerpo, asfixiado por una sacudida de ansiedad. Si en la red no existía una refutación pertinente que me indicara cómo abrir los ojos, he llegado a pensar que jamás despertaría. Cuando me he levantado entre sudores, lo primero que he hecho ha sido correr al ordenador rápidamente y buscar en Google el significado y las implicaciones de todo este sueño.
No indicaba nada al respecto. Seguidamente, he echado un vistazo a las redes sociales y he comenzado a malgastar la mañana mientras buscaba trabajo, escribía algunas líneas acerca de diversas materias y limpiado la casa como una secuencia invariable semanal de acciones reiteradas y ejecutadas como un autómata. Y lentamente, se ha ido desdeñando cualquier inquietud por lo sucedido.

miércoles, 9 de julio de 2014

Funland, un parque de atracciones sexuales

Los castillos hinchables suponen uno de los mayores reclamos cuando se trata de los más pequeños, una atracción infantil que suele suponer el éxito en cualquier evento de toda índole. Hasta ahí bien,  pero... ¿por qué no llevar este esparcimiento de niños a otra esfera más adulta? Es más… ¿por qué no conferirle a este inocente entretenimiento un cariz sexual? Es lo que deben haber pensado los artistas conceptuales británicos Sam Bompas y Harry Parr, responsables de la instalación llamada ‘FUNLAND: Pleasures and Perils of the Erotic Fairground’, dentro de el Museo del Sexo, que ha adquirido fama internacional y está ubicado en la neoyorquina Quinta Avenida de Manhattan, muy cerca de la calle 27. En él se programan exposiciones, muestras y publicaciones relacionadas con el sexo desde diversas perspectivas; ya sea de forma educativa o directamente con eventos bastante explícitos.
Volviendo al tema del principio, ‘FUNLAND’ tiene como propósito la consecución de un espacio a modo de feria donde el público podrá disfrutar de múltiples atracciones de corte sicalíptico y en la que triunfa un castillo hinchable en cuyo interior el asistente puede saltar y retozar entre enormes tetas aerostáticas. Obviamente, a la atracción la han llamado BOOB! Es sólo una muestra de una especie de yincana con trasfondo erótico puesta al servicio del público como una experiencia totalmente distinta en este universo de atracciones. En su catálogo, existen otros reclamos de esparcimiento jubiloso, como la ‘Grope Mountain’, una pared en la que se puede escalar mediante todo tipo de orificios y voluptuosidades o introducirse, y nunca mejor dicho, en el ‘Tunnel of Love’, un laberinto de espejos en el que el desafío es encontrar el punto G que anida en su interior.
Todo muy loco, sí. Pero suena divertido.

martes, 8 de julio de 2014

Di Stéfano siempre será leyenda

(1926-2014)
Más allá de colores, escudos, camisetas y sentimientos, la figura de Alfredo Di Stéfano es indiscutiblemente una de las más referenciales y revolucionarias en la historia del fútbol. La “saeta rubia” fue siempre un mito que cambió con su estilo de intensidad sin parangón para convertirse en leyenda las gestas futbolísticas nunca antes concebidas. Hoy se llora la muerte de un jugador total que destruyó la concepción del balompié clásico dentro de las parcelas del terreno de juego, con un carisma sólo reservado a los grandes. Evitó la catalogación y supo definir como nadie el esfuerzo y el liderazgo cuando el fútbol era un deporte noble y honroso, explotando su condición de fuera de serie y llevándola a niveles que muy pocos futbolistas (o ninguno) han alcanzado.
Di Stéfano poseía la elegancia y el carácter de los genios. Un hombre que supo ver el fútbol desde un prisma diferente, con la amplitud de un esforzado titán que atesoraba el incansable espíritu de un luchador nacido para el triunfo. Cualquiera que haga memoria defendida desde la experiencia de la vida, sabrá dilucidar sobre el cambio de los tiempos, sobre el pretérito de grandeza deportiva y el presente de falsedad económica capitalista y deslucida. Es entonces cuando se alude al heroísmo de un fenómeno que rubricó con letras de oro su nombre en el Olimpo de los elegidos.
Descanse en paz, Don Alfredo.

Una "cobra" en el Tour 2014

Una de las modalidades de desplante más humillantes que se conocen es la “cobra”, que consiste en ir a dar un beso y que la persona receptora evite la acción con un rápido gesto que esquiva el contacto, dejando al emisor con un rostro que forma parte de la imagen gráfica del rechazo más rotundo. Una “cobra” es un fracaso absoluto, una puñalada a la dignidad y un desplante cruel e hiriente. Es lo que le pasó al ganador de la etapa de ayer en el Tour de Francia, Vincenzo Nibali, al ponerse como líder la gran prueba por etapas francesa y que sufrió en sus carnes esta desastrosa y fallida maniobra. El corredor del equipo Astana, que es a su vez campeón de Italia, se impuso con dos segundos de ventaja por delante del belga Greg van Avermaet y de polaco Michal Kwiatkowski, logrando el maillot amarillo por primera vez en su carrera.
Cuando subió al podio y recibió los habituales honores como el líder de la carrera, una de las azafatas (las llamadas “guapas”) incidió en esa conducta de refutación hacia los dos besos que vienen siendo usanza dentro de la idiosincrasia del ciclismo. No contenta con ello, parece que incluso le pellizca en el cuello en claro ademán de rehúso, como diciendo “¿dónde crees que vas pájaro?”, algo que deriva en una doble sensación; primero, la de ridículo del pobre Nibali y segundo, de mala educación de esta estirada señorita que, a buen seguro, se ha quedado sin el cuestionable trabajo de otorgar el jersey de líder en el montaje de celebración de cada etapa.
Ver vídeo de la "cobra".

lunes, 7 de julio de 2014

El galáctico aeropuerto de Frankfurt

Ha aparecido en la red este vídeo titulado ‘Leaked Star Wars Episode VII Filmset Footage!’. Nada tiene que ver con el rodaje del ‘Episodio VII’, pero incentiva el apetito visual de los fans con el rodaje de las secuelas. Se trata de una recreación digital galáctica convertida en uno de los virales más visto en los últimos días y que está rodada en el aeropuerto de Frankfurt indicativa de que en todo el mundo se empieza a activar la fiebre por la nueva saga de George Lucas iniciada de la mano de J.J. Abrams.

Como cada 7 de julio... ¡San Fermín!

Es 7 de julio. A todos nos suena esta fecha. Esa festividad tan destacada y universal. O mejor dicho, universalizada. Pañuelo rojo al cuello, el ‘txupinazo’ en la Plaza del Castillo, encierros diarios, el fajín rojo, el “riau riau” hasta el “pobre de mí” que da por finalizada la fiesta grande de Pamplona… Entretanto, cada jornada comienza en los Corralillos del Gas, con los mozos rezando tres veces, periódico en mano y cantado la mítica “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón...”. Es el proceder de encomendarse a San Fermín. Les esperan unos morlacos cojonudos que rondan los 600 kilos. Allí están los dobladores y los mozos, algunos valientes corredores, otros… no tanto. Hay una extraña mezcla de adrenalina, indecisión, seguridad, recelo y (des)confianza. La Cuesta de Santo Domingo, la Curva de Mercaderes, resbalones, caídas, toca esquivar. La mítica Calle Estafeta, un asta a punto de coger a un corredor experimentado, pero sabe sortearle con destreza. Un toro se queda rezagado. Nervios.
Llega la Curva de Telefónica. De nuevo, más resbalones. Otro par de morlacos también resbalan y arrollan a tres corredores. Alarma. Parece que no ha sido nada. Un revolcón con alguna rozadura. La gente se agolpa. Otros, ante el temor de la situación, optan por tirarse al suelo y traspasar las gateras. Demasiado peligroso para verlo ‘in situ’. Se llega al Callejón y en tramo descendente hacia la Plaza de Toros se forma un pequeño embudo, sin consecuencias más que pisotones y algún que otro rasguño. Los toros llegan con pocos segundos de diferencia entre sí. Los cabestros tiran de ellos conducidos por los dobladores. Antes de que entren en chiqueros, algún exhibicionista con capote en ristre quiere dar un par de torpes capotazos. La gente aplaude. El encierro llega a su fin. Nadie resultó herido. Sin embargo, los toros no correrán la misma suerte.
No es una crónica del encierro de hoy. Simplemente es un compendio de lo que puede ser cualquier día grande de las Fiestas. Simboliza, más o menos, lo que lleva siendo la tradición bautizada como una internacional leyenda anual, cosmopolita y tradicional que un día reflejó un joven Ernest Hemingway, plasmada en su novela ‘Fiesta (The Sun Also Rises)’ gracias a su viaje a Pamplona junto a unos amigos entre los que se encontraba Lady Duff Twysden. San Fermín es también la enésima muestra, ajena a los encierros, de sacrificio de animales, de incongruencia y desvirtualización. De lo que algunos se empecinan en seguir llamando tradición, donde fascinación del ritual encuentra opiniones diversificadas para aquellos que lo viven en directo y aquellos que los ven desde la distancia. Donde el amor y el odio establecen su inalterable vínculo de necesidad. El momento en que lo visceral y apasionante choca de frente, colisionando con violencia, contra la racionalidad y lo censurable. El duelo siempre es el mismo: Comprensión y defensa (muchas veces disfrazada de intolerancia) Vs. Discrepancia y diatriba.
La desinhibición también forma parte del cotarro. El alcohol en ingentes cantidades esperando ser engullido por una descomunal caterva de borrachos ecuménicos que piden y quieren más entre empujones y suciedad. Basura por la calle, humana y reciclable, gente dándose de bruces contra el suelo. Otro no aguanta más y se detiene a orinar en la vía pública. Como aquél de allí, que no ha podido dominar su arcada y ha terminado por “echar la raba” en el primer sitio que ha pillado. Algunos sólo buscan una mirada furtiva para terminar la noche en el día habiendo conseguido un orgasmo sin terminar debido al exceso de dipsomanía. Pocos lo consiguen. Cuando no se puede más, cualquier parque público es un lugar lícito para aletargarse hasta que los efectos del alcohol sean más llevaderos. Da igual la hora. Impera la coacción física de un cuerpo destrozado. La banalización de un rito convertido en simple comercialización, más necesitado si cabe en tiempos de crisis. “Pamplona no es el lugar para traer su esposa” advertía el clásico autor de ‘El viejo y el mar’. San Fermín es muchas cosas a la vez. Lo bueno y lo malo se dan cita durante ocho días en los que siempre da para hablar de ella con la fuerza del Estruendo de Iruña.
Un año más: ¡Viva San Fermín!