miércoles, 9 de julio de 2014

Funland, un parque de atracciones sexuales

Los castillos hinchables suponen uno de los mayores reclamos cuando se trata de los más pequeños, una atracción infantil que suele suponer el éxito en cualquier evento de toda índole. Hasta ahí bien,  pero... ¿por qué no llevar este esparcimiento de niños a otra esfera más adulta? Es más… ¿por qué no conferirle a este inocente entretenimiento un cariz sexual? Es lo que deben haber pensado los artistas conceptuales británicos Sam Bompas y Harry Parr, responsables de la instalación llamada ‘FUNLAND: Pleasures and Perils of the Erotic Fairground’, dentro de el Museo del Sexo, que ha adquirido fama internacional y está ubicado en la neoyorquina Quinta Avenida de Manhattan, muy cerca de la calle 27. En él se programan exposiciones, muestras y publicaciones relacionadas con el sexo desde diversas perspectivas; ya sea de forma educativa o directamente con eventos bastante explícitos.
Volviendo al tema del principio, ‘FUNLAND’ tiene como propósito la consecución de un espacio a modo de feria donde el público podrá disfrutar de múltiples atracciones de corte sicalíptico y en la que triunfa un castillo hinchable en cuyo interior el asistente puede saltar y retozar entre enormes tetas aerostáticas. Obviamente, a la atracción la han llamado BOOB! Es sólo una muestra de una especie de yincana con trasfondo erótico puesta al servicio del público como una experiencia totalmente distinta en este universo de atracciones. En su catálogo, existen otros reclamos de esparcimiento jubiloso, como la ‘Grope Mountain’, una pared en la que se puede escalar mediante todo tipo de orificios y voluptuosidades o introducirse, y nunca mejor dicho, en el ‘Tunnel of Love’, un laberinto de espejos en el que el desafío es encontrar el punto G que anida en su interior.
Todo muy loco, sí. Pero suena divertido.

martes, 8 de julio de 2014

Di Stéfano siempre será leyenda

(1926-2014)
Más allá de colores, escudos, camisetas y sentimientos, la figura de Alfredo Di Stéfano es indiscutiblemente una de las más referenciales y revolucionarias en la historia del fútbol. La “saeta rubia” fue siempre un mito que cambió con su estilo de intensidad sin parangón para convertirse en leyenda las gestas futbolísticas nunca antes concebidas. Hoy se llora la muerte de un jugador total que destruyó la concepción del balompié clásico dentro de las parcelas del terreno de juego, con un carisma sólo reservado a los grandes. Evitó la catalogación y supo definir como nadie el esfuerzo y el liderazgo cuando el fútbol era un deporte noble y honroso, explotando su condición de fuera de serie y llevándola a niveles que muy pocos futbolistas (o ninguno) han alcanzado.
Di Stéfano poseía la elegancia y el carácter de los genios. Un hombre que supo ver el fútbol desde un prisma diferente, con la amplitud de un esforzado titán que atesoraba el incansable espíritu de un luchador nacido para el triunfo. Cualquiera que haga memoria defendida desde la experiencia de la vida, sabrá dilucidar sobre el cambio de los tiempos, sobre el pretérito de grandeza deportiva y el presente de falsedad económica capitalista y deslucida. Es entonces cuando se alude al heroísmo de un fenómeno que rubricó con letras de oro su nombre en el Olimpo de los elegidos.
Descanse en paz, Don Alfredo.

Una "cobra" en el Tour 2014

Una de las modalidades de desplante más humillantes que se conocen es la “cobra”, que consiste en ir a dar un beso y que la persona receptora evite la acción con un rápido gesto que esquiva el contacto, dejando al emisor con un rostro que forma parte de la imagen gráfica del rechazo más rotundo. Una “cobra” es un fracaso absoluto, una puñalada a la dignidad y un desplante cruel e hiriente. Es lo que le pasó al ganador de la etapa de ayer en el Tour de Francia, Vincenzo Nibali, al ponerse como líder la gran prueba por etapas francesa y que sufrió en sus carnes esta desastrosa y fallida maniobra. El corredor del equipo Astana, que es a su vez campeón de Italia, se impuso con dos segundos de ventaja por delante del belga Greg van Avermaet y de polaco Michal Kwiatkowski, logrando el maillot amarillo por primera vez en su carrera.
Cuando subió al podio y recibió los habituales honores como el líder de la carrera, una de las azafatas (las llamadas “guapas”) incidió en esa conducta de refutación hacia los dos besos que vienen siendo usanza dentro de la idiosincrasia del ciclismo. No contenta con ello, parece que incluso le pellizca en el cuello en claro ademán de rehúso, como diciendo “¿dónde crees que vas pájaro?”, algo que deriva en una doble sensación; primero, la de ridículo del pobre Nibali y segundo, de mala educación de esta estirada señorita que, a buen seguro, se ha quedado sin el cuestionable trabajo de otorgar el jersey de líder en el montaje de celebración de cada etapa.
Ver vídeo de la "cobra".

lunes, 7 de julio de 2014

El galáctico aeropuerto de Frankfurt

Ha aparecido en la red este vídeo titulado ‘Leaked Star Wars Episode VII Filmset Footage!’. Nada tiene que ver con el rodaje del ‘Episodio VII’, pero incentiva el apetito visual de los fans con el rodaje de las secuelas. Se trata de una recreación digital galáctica convertida en uno de los virales más visto en los últimos días y que está rodada en el aeropuerto de Frankfurt indicativa de que en todo el mundo se empieza a activar la fiebre por la nueva saga de George Lucas iniciada de la mano de J.J. Abrams.

Como cada 7 de julio... ¡San Fermín!

Es 7 de julio. A todos nos suena esta fecha. Esa festividad tan destacada y universal. O mejor dicho, universalizada. Pañuelo rojo al cuello, el ‘txupinazo’ en la Plaza del Castillo, encierros diarios, el fajín rojo, el “riau riau” hasta el “pobre de mí” que da por finalizada la fiesta grande de Pamplona… Entretanto, cada jornada comienza en los Corralillos del Gas, con los mozos rezando tres veces, periódico en mano y cantado la mítica “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón...”. Es el proceder de encomendarse a San Fermín. Les esperan unos morlacos cojonudos que rondan los 600 kilos. Allí están los dobladores y los mozos, algunos valientes corredores, otros… no tanto. Hay una extraña mezcla de adrenalina, indecisión, seguridad, recelo y (des)confianza. La Cuesta de Santo Domingo, la Curva de Mercaderes, resbalones, caídas, toca esquivar. La mítica Calle Estafeta, un asta a punto de coger a un corredor experimentado, pero sabe sortearle con destreza. Un toro se queda rezagado. Nervios.
Llega la Curva de Telefónica. De nuevo, más resbalones. Otro par de morlacos también resbalan y arrollan a tres corredores. Alarma. Parece que no ha sido nada. Un revolcón con alguna rozadura. La gente se agolpa. Otros, ante el temor de la situación, optan por tirarse al suelo y traspasar las gateras. Demasiado peligroso para verlo ‘in situ’. Se llega al Callejón y en tramo descendente hacia la Plaza de Toros se forma un pequeño embudo, sin consecuencias más que pisotones y algún que otro rasguño. Los toros llegan con pocos segundos de diferencia entre sí. Los cabestros tiran de ellos conducidos por los dobladores. Antes de que entren en chiqueros, algún exhibicionista con capote en ristre quiere dar un par de torpes capotazos. La gente aplaude. El encierro llega a su fin. Nadie resultó herido. Sin embargo, los toros no correrán la misma suerte.
No es una crónica del encierro de hoy. Simplemente es un compendio de lo que puede ser cualquier día grande de las Fiestas. Simboliza, más o menos, lo que lleva siendo la tradición bautizada como una internacional leyenda anual, cosmopolita y tradicional que un día reflejó un joven Ernest Hemingway, plasmada en su novela ‘Fiesta (The Sun Also Rises)’ gracias a su viaje a Pamplona junto a unos amigos entre los que se encontraba Lady Duff Twysden. San Fermín es también la enésima muestra, ajena a los encierros, de sacrificio de animales, de incongruencia y desvirtualización. De lo que algunos se empecinan en seguir llamando tradición, donde fascinación del ritual encuentra opiniones diversificadas para aquellos que lo viven en directo y aquellos que los ven desde la distancia. Donde el amor y el odio establecen su inalterable vínculo de necesidad. El momento en que lo visceral y apasionante choca de frente, colisionando con violencia, contra la racionalidad y lo censurable. El duelo siempre es el mismo: Comprensión y defensa (muchas veces disfrazada de intolerancia) Vs. Discrepancia y diatriba.
La desinhibición también forma parte del cotarro. El alcohol en ingentes cantidades esperando ser engullido por una descomunal caterva de borrachos ecuménicos que piden y quieren más entre empujones y suciedad. Basura por la calle, humana y reciclable, gente dándose de bruces contra el suelo. Otro no aguanta más y se detiene a orinar en la vía pública. Como aquél de allí, que no ha podido dominar su arcada y ha terminado por “echar la raba” en el primer sitio que ha pillado. Algunos sólo buscan una mirada furtiva para terminar la noche en el día habiendo conseguido un orgasmo sin terminar debido al exceso de dipsomanía. Pocos lo consiguen. Cuando no se puede más, cualquier parque público es un lugar lícito para aletargarse hasta que los efectos del alcohol sean más llevaderos. Da igual la hora. Impera la coacción física de un cuerpo destrozado. La banalización de un rito convertido en simple comercialización, más necesitado si cabe en tiempos de crisis. “Pamplona no es el lugar para traer su esposa” advertía el clásico autor de ‘El viejo y el mar’. San Fermín es muchas cosas a la vez. Lo bueno y lo malo se dan cita durante ocho días en los que siempre da para hablar de ella con la fuerza del Estruendo de Iruña.
Un año más: ¡Viva San Fermín!

domingo, 6 de julio de 2014

El corazón de las bombas

Existen diversos tipos de explosivos según su composición química y otras tantas clasificaciones y catalogaciones; cartuchería, artificios pirotécnicos, deflagrantes, detonantes… El artista de Seattle Andrew Waits ha creado una interesante serie de fotografías titulada ‘Boom City’ con este tema como fondo de estudio. Lo ha hecho disecando pormenorizadamente todo tipo de petardos, bombas y fuegos artificiales para mostrar descriptivamente las entrañas y la composición de los mismos, diseccionando bajo su catálogo cromático la peligrosa naturaleza estos elementos fulminantes.

viernes, 4 de julio de 2014

Rutina

El automatismo, la rutina, la reiteración monótona que transforma los días en una sucesión de matices inadvertidos que invaden los propósitos, ése estado de ánimo que sobrevuela la inmediatez del vacío. La lejanía huidiza parece querer decir un adiós constante de promesas malditas, traicionando la esperanza con la impregnación del mismo devenir diario, con la falta de proyección y la apatía del paso del tiempo percibido con el axioma de la redundante frecuencia. Una sucesión de imágenes paradójicas, frases graciosas y algún recurso que cambie la neutralidad esgrimida en el mecanismo de un reloj que parece no avanzar parecen ser suficientes. Algo es algo. El arte del movimiento puede convertirse en un arte de la repetición que se atiene a un inmutable ciclo de cinismo e ironía.
Sin embargo, un día traicionas a la mañana con una sonrisa, enfrentándote a la desidia con un grado más de valentía, vislumbrando nuevos desafíos a través de la rendija del optimismo, sabiendo que algo diferente va a suceder y que, inevitablemente, traerá aires de cambio para superar los obstáculos cuando éstos asomen. Es la hora de volver a la vida escrita, a los mundos imaginarios que ilusionan con su ofrenda de un destino mejor, incierto sí, pero azaroso e inesperado, lleno de sorpresas. Es el momento de derrotar a la mezquindad y hacerse con el triunfo de la imaginación. La hora de regresar al teclado a concebir personajes y mundos activando el mecanismo de esa fantástica actividad de espiritualidad creativa, subjetiva y personal que es escribir, para urdir historias de ficción inventadas o de reflejar la cruda realidad… Ficciones construidas a través de fragmentos inmersos en nuestro mundo donde, falsificando los códigos de la realidad se transforman en algo imaginativo para que adquieran una disposición de regreso al mundo real.
Y cuando estás delante del ordenador, habiendo superado el miedo al folio en blanco, dispuesto a retomar grandes ideas esperando a cobrar vida, algo imprevisto sucede. La pantalla se apaga de inmediato y hunde la agitación del comienzo en una angustiosa incertidumbre. Se ha ido la luz. Transcurridos unos instantes, se escucha el eco de unas sirenas que se acercan lentamente. Te asomas a la ventana y aprecias que el corte del suministro eléctrico ha afectado a toda la zona. Y apenas sin quererlo, regresas de nuevo a ese mundo gris de hábitos saturados en la desazón de lo glacial y vislumbras cómo tu hogar se reduce a un paisaje indolente y desértico donde todo lo que te rodea se limita, como cada día, a un entorno indefinido.

miércoles, 2 de julio de 2014

Presentación del libro 'Los héroes están muertos'

Las series de televisión ya no son lo que eran. Todos los sabemos. Hoy en día, el ámbito catódico ha pasado a un nivel superior que se hermana directamente al medio cinematográfico, que incluso ha tomado ciertos estilemas de la tele y viceversa, retroalimentándose recíprocamente en una comunión constituida que ha venido a alcanzar una consolidación que se presagiaba hace ya tiempo. La televisión actual ofrece productos estrella que avalan la globalización de intereses fomentando la adicción visual por una narrativa constituida en el fenómeno de la cultura popular llevada a un entorno de seriedad, calidad y compromiso con el espectador. La parrilla actual aglomera series plurales y heterogéneas, que abordan desde esa condición el objetivo de satisfacer la progresiva exigencia con la trasferencia de unos contenidos cuidados al máximo y atendiendo a valores narrativos que antes eran sólo propiedad del entorno fílmico. El éxito de estas series reside, por tanto, en su contenido y en la adaptación a los nuevos medios de comunicación que popularizan el efecto de inmediatez que viene imponiéndose en el medio.
Por otra parte, se concede una libertad creativa mucho más revolucionaria y menos estricta que hace algunos años, identificando sus historias en unos ámbitos polivalentes y una serie de significados sujetos a una complejidad intertextual impensables hace décadas. El libro colectivo que acaba de ponerse a la venta recientemente ‘Los héroes han muerto’, aglutina a un buen puñado de reconocidos nombres que examinan desde diversas perspectivas analíticas de personajes y series los éxitos catódicos de los últimos años, centradas exactamente en esa faceta de cambio; en la ambigüedad de los protagonistas, de la profundidad y giros de las tramas múltiples, de las voces narrativas divergentes que exponen personajes que ya no simbolizan los códigos de honor y valores relativos a la cuestión épica de proteger y servir. Inconsecuentemente, mi nombre aparece en uno de estos capítulos. Cuando me ofrecieron la posibilidad de retratar a un personaje, lo tuve claro: tenía que ser Vic Mackey (Michael Chiklis), de la serie creada por Shawn Ryan ‘The Shield’.
De ahí que en mi capítulo ‘The Shield: Cuando el héroe es el villano’ me refiera a la mutación que ha sufrido el prototipo de policía heroico alejado de la visión del centinela que, siguiendo un estado de indiferencia y misantropía, no sigue ningún tipo de regla o postulado del viaje heroico o monomito de Joseph Campbell. No se identifica con las reglas, ni con la clasificación idiosincrática, sino que se aparta de los patrones reconocibles y universales para ejercer su oficio desde la brutalidad y el egoísmo. Mackey, personaje central de esta serie y que analizo de forma profusa en las páginas del libro coordinado por Juan J. Vargas-Iglesias, representa una dimensión transfronteriza y alejada de ese protector agente de la ley, que procede desde la doble moral adentrado en un universo donde la decadencia moral y ética viene fundamentada por el idealismo de un hombre enfangado en una espiral de corrupción.
Mañana día 3 de julio por la tarde, en la librería Hydria de Salamanca (Plaza de la fuente, 17), tendré el placer de charlar sobre todo esto y mucho más junto a Diego Matos Agudo, otro de los autores de un capítulo del libro (en concreto, ‘Arrow’) y con Miguel Ángel Huerta Floriano, profesor de Comunicación de la UPSA, que ejercerá de presentador de este evento que tendrá lugar a las 20:00 horas. Supondrá el comienzo de gira de presentación de un libro que analiza casi una treintena de títulos televisivos que conforman las bases de esa cultura popular que ha lanzado la televisión actual; desde ‘24’ hasta ‘Juego de tronos’, pasando por ‘Firefly’, ‘Lost’, ‘The Shield’, ‘The Wire’, ‘Breaking Bad’, ‘Sherlock’, ‘Homeland’, ‘House’, ‘Dexter’, ‘Mad Men’, ‘Cómo conocí a vuestra madre’, ‘Héroes’, ‘Doctor Who’, ‘Deadwood’, ‘Monster’, ‘Death Note’, ‘Fringe’, ‘The Walking Dead’, ‘Adventure Time’ o ‘True Detective’, entre otros.
Allí os esperamos.

martes, 1 de julio de 2014

Krubera, la cueva hacia las entrañas de la Tierra

¿Os suena la cueva de Voroniya o la cueva de Kruber o Krubera? Se conoce como ‘Cueva del Cuervo’ y se ubica en el Cáucaso occidental, en el macizo de Arabika dentro de la cordillera Ghagra, en Abjasia, Georgia. Está considerada como la cueva más profunda de la Tierra jamás estudiada por los especialistas. Voroniya tiene, hasta el momento, una profundidad de 2.149 metros, dejando una asombrosa e insólita marca en la historia de la espeleología, que sigue creciendo según van introduciéndose en las entrañas de la tierra. Esta cala subvertical representa una cadena de pozos interconectados por montantes y túneles situados en la parte baja de la falda de la montaña.
La primera vez que el ser humano se internó en esta claustrofóbica aventura data de 1960, cuando un grupo de exploradores logró alcanzar una profundidad de 95 metros. Desde entonces, diversas expediciones han ido registrando más profundidad, establecimiento nuevas marcas de descenso hasta el fondo del planeta, hasta que en 1999, después de la guerra de Abjasia, los miembros del equipo CAVEX encontraron un nuevo túnel que prometía aún más sorpresas dentro de la cueva. Hoy se sigue explorando el contexto y surgen sorpresas como el reciente descubrimiento del escarabajo Duvalius Abyssimus, nueva especie nunca antes vista hasta la fecha. Es uno de los hallazgos que propone este desafiante reto del que podéis participar internandoós en el amplio reportaje fotográfico que dedica la fantástica web englishrussia.com dedicada a destacar un amplio espectro de la vida soviética y su definitivo impulso a la occidentalización, pasado y presente a través de enlaces que merecen la pena.

Interesante reflexión

"Buried se rodó íntegramente en España. 'Luces Rojas', al 82%, con un presupuesto de 13 millones de euros, aproximadamente. ¿Recibió Luces Rojas subvenciones públicas? En teoría sí: 1.600.000 euros; un 12% más o menos de su presupuesto global, lo que significa que casi el 90% de su coste se financió con inversión privada. Y digo «en teoría» porque esos 1.600.000 euros, años después, aún no se han pagado. ¿Cuánto ha reportado a cambio esta producción al Estado sólo en Seguridad Social e IRPF como consecuencia directa de la filmación de la película en nuestro territorio? Curiosamente, 1.600.000 euros. Sin sumar el IVA, de más difícil cálculo (no inferior a los 500.000 euros adicionales). Eso significa que, sólo en impuestos directos, el Estado ha recuperado la totalidad de la subvención otorgada ingresando, además, mucho más dinero del invertido. Sin hablar de los 4.000 puestos de trabajo creados. Así que eso es lo que puede ofrecer una película como esta: la devolución de las subvenciones recibidas, la atracción de capital internacional a nuestro país y la generación de miles de puestos de trabajo sin contar con el gasto local y el prestigio internacional que procuran al país algunas de nuestras mejores obras".
(Fragmento del texto escrito por Rodrigo Cortés publicado en el diario ABC el domingo 29 de junio de 2014).
Leer íntegramente en el Blog del cineasta.