viernes, 28 de marzo de 2014

La inagotable nostalgia de 'Los Goonies'

Si existe una película generacional que marcó de forma especial la forja de toda una infancia y adolescencia durante la década de los 80, ésa es, sin duda alguna, ‘Los Goonies’, de Richard Donner, producida por Steven Spielberg. Por eso, cualquier referencia a la esencia de aquel filme tan importante devuelve el recuerdo y una sensación de nostalgia que nos pone en la piel de un niño en busca del tesoro de Willy “El tuerto”.
A través de arquetipos y clichés, compartimos la aventura junto a Sean Astin, Jeff Cohen, Corey Feldman y Jonathan Ke Quan personificando a aquellos inolvidables personajes que siguen presentes en el imaginario colectivo; Mickey Walsh, Lawrence Cohen “Gordi”, Clark Devereaux “Bocazas” y Data. Un referente de cine familiar que formuló una ecuación perfecta a la hora de vincular afinidades e inquietudes a través de la infalibilidad de sus aventuras, fantasía y diversión en aquel entorno pesquero de Astoria, Oregón, donde se desarrollaban las hazañas de este grupo de chavales que impusieron la máxima del valor de la amistad como elemento de progresión de toda la aventura. Y cómo olvidar a Sloth y a los Fratelli.
‘Los Goonies’ globaliza ese sentimiento de aventura perdida, la esencia del sentido de lo que está por descubrir, la vivicación de un artefacto filmográfico con el que jugar sin cansarte nunca. Un cúmulo de virtudes donde el hipertexto maridaba componentes como el cine de piratas, la comedia, la fantasía ‘teenager’ y toda la raigambre de implicaciones, referencias y significados de un universo soñador como vía existencial del cine comercial que dejó huella en los fastos del ‘box office’ de aquellos añorados y emergentes años. Una montaña rusa de situaciones a modo de ‘truffle shuffle’ que delimitaron el propósito muy concreto de encender el entusiasmo del espíritu infantil creado en la imaginación de Chris Columbus para el deleite por el genuino entretenimiento.
Hoy en día, continúa siendo una película que ateora sus cualidades y una superlativa calidad atemporal, como el viaje a lo analógico que supuso, determinando unos tiempos pasados siempre fueron mejores. Hace pocos días se ha abierto al público, a través de las redes sociales, parte de la magia creada para el DVD extraoficial que recoge un inédito ‘Cómo se hizo’ titulado ‘The Making of a Cult Classic: The Unauthorized Story of The Goonies’, un documental creado por Oxygen Productions, Inc. y que incluye entrevistas con el elenco original, así como un intenso viaje a localizaciones de la película, el proceso de creación de John Matuszak como Sloth, las declaraciones de la dueña de la casa de los Walsh, la vista de Michael Jackson (sic) al rodaje... trufando su metraje de anécdotas hasta ahora nunca reveladas. Son 24 minutos de los 90 que tiene de duración este recorrido por la memoria de sus protagonistas que ha dirigido Ron Fugelseth, conocido por su ‘gooniemanía’ y por haber concebido aquélla memorable pieza ‘The Goonies Vacation’, entrañable y reverencial documento en el que podemos ver lugares emblemáticos como Cannon Beach, desde la que se aprecia Haystack Rock, los verdes parajes de Ecola State Park, la cárcel de Clatsop County de donde se fugan los Fratelli, la casa de los Marsh, ubicada en la 368 -38th Street de Astoria… Lugares que, a pesar de no haber pisado en la vida, son familiares a la vista de los seguidores incondicionales de ‘Los Goonies’, porque forman parte de la infancia y la juventud de una legión de seguidores que evocan superar el desafío que nunca logró Chester Copperpot.
Cuando se está a punto de cumplir los treinta años de su estreno, se esperan en 2015 varias celebraciones de aquel evento cinematográfico y que tendrá en este espacio abismal el extenso dossier reivindicativo que se merece. Hasta entonces, podéis disfrutar de esta golosina.

jueves, 27 de marzo de 2014

Una década junto a Myrian

Hoy es un día muy especial. Uno de esos días marcados en el calendario por la importancia que conlleva personalmente y que establece un orden progresivo de estabilidad vital. Tal día como hoy, hace diez años, conocí a Myrian, la persona con la que comparto mi vida. Recuerdo perfectamente cómo nos conocimos… Su padre me atropelló con el coche y me llevó inconsciente a su casa. Allí la conocí. Después la invité a ir al "Baile del Encantamiento Bajo al Mar", la besé por primera vez en la pista de baile y desde ése instante supimos que pasaríamos nuestra vida juntos ¿Qué? Ah, bueno… Vale, exactamente no fue así. Fue algo más normal, coincidimos en una fiesta en casa de Feli, una amiga común a la que siempre ambos estaremos agradecidos. Sin embargo, no empaña la inmediata conexión que se produjo. Los inicios fueron algo titubeantes, sin prisas ni agobios, dejando que esa capacidad de empatía que cada uno sentíamos por el otro fluyera y otorgara, paulatinamente, una férrea amistad que se tradujo en una hermosa relación que dura desde entonces.
Fue ella quien consiguió que enterrara todos los nombres del pasado por el suyo, sin la necesidad edulcorada o cursi de dejarnos arrastrar hacia un empuje mimético de romanticismo exacerbado. Eso no va mucho con nosotros. Simplemente, entendimos que había que preservar un sentimiento común trabajado en la amistad, el respeto, el afecto mutuo y la cerveza. Como un estado mental inmutable que implica de un cuidado por el bienestar recíproco. Y desde la plácida connivencia, nuestras aficiones comunes y esas necesarias diferencias antagónicas que terminan por ser casi obligatorias en toda relación, fueron definiendo un trayecto común, dentro de un sueño compartido en los pronombres, en el “tú” y el “yo”. Nuestra vida juntos.
Myrian es la luz que ilumina la esperanza y la voz del alma que susurra las palabras apaciguadoras cuando las cosas van mal, trasformando en algo natural el complicado acto de establecer una relación más allá del lenguaje, del mundo y de las circunstancias. Esa empatía es la que nos hace crecer de forma conjunta, sabiendo hacer frente a esta existencia de crisis y lamentos que nos ha tocado vivir. Ésa sinceridad y entendimiento bilateral ha sido la clave para que todos estos años hayan pasado de un modo tan plácido y satisfactorio. Tanto es así que, echando la vista atrás, incluso parece absurdo la cantidad de años que han transcurrido. Un amor esgrimido desde el tiempo compartido, manteniendo nuestras respectivas ilusiones intactas, desde las discusiones sobre lo que nos espera o las decepciones de la vida y los trances adversos que hemos sabido superar. En definitiva, conscientes del afán de vivir de la mejor manera esta vida común.
Ella me ha demostrado hasta dónde se puede querer, dejando claro la grandeza de su espíritu, su carácter divertido y abierto, su inagotable inteligencia y capacidad de esfuerzo, su lealtad con lo que cree y con lo que quiere. Ella es capaz de transmitir esa alegría eterna que posee, haciendo que sus innumerables virtudes encuentren un punto de extensión a todos los que la rodean. Myrian es más grande que esta vida. Y creo que no exagero afirmándolo tan alegremente.
Una década que se ha hecho muy corta y que abre un horizonte inmenso por descubrir, sin alterar la esencia del potencial innato para compartir el caudal de vitalidad que nos une. Hoy, diez años después, he querido expresar de nuevo al mundo y através de este blog (bastante ajeno a lo personal) lo mucho que la quiero y agradecerle cada minuto que ha estado a mi lado, participando en todo lo que ha sucedido a mi alrededor, siendo dos en uno, venga lo que venga. Ella es la mejor amiga que he tenido en mi vida, mi cómplice, mi compañera perfecta... mi amor. Mientras estemos juntos, por muy mal que vayan las cosas, siempre habrá esperanza. Porque estará ahí, apoyándome cada segundo de mi existencia. Y eso ofrece un estado de paz que es imposible de valorar y de descibrir.
Gracias por esta década de felicidad conjunta, pequeña… y por tantas otras cosas. Tenemos una vida por delante para saber qué nos deparará el destino. Gracias por esa emocionante aventura que es compartir cada día contigo.
Te quiero mucho.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Las criaturas de arena de Claire Droppert

La condensación de grumos de arena de playa que forman dibujos polifórmicos en el aire, cuando la fuerza centrífuga parece desequilibrarse con un mínimo e imperceptible instante de ingravidez. Es lo que parece haber querido captar el objetivo de la fotógrafa Claire Droppert en lo que ha venido a llamar ‘Sand Creatures (Criaturas de arena)’. Forma parte de una primera entrega que se titula precisamente ‘Gravity’.
En ella se condensa ese momento imperceptible en que miles de partículas arenosas constituyen una indeterminada condición somática surgida de la nada y que desaparece de forma instantánea para descomponerse tras dibujar una fugaz grafía, desvaneciéndose fulminantemente.

lunes, 24 de marzo de 2014

'Creativity, Inc.' o la importancia del 'braintrust' en Pixar

El 'braintrust' consiste en una dinamización de trabajo basada en la aportación creativa y de negocio de un grupo de comparten ideas, opiniones y críticas respecto a un trabajo. Y se hace con total libertad, encaminando diversas posiciones en función de una idea consensuada de éxito y eficacia. Parece que este mecanismo en forma de reuniones se ha configurado en uno de los factores claves de Pixar. Lo cuenta Ed Catmull, cofundador y presidente de Disney y Pixar, en el libro ‘Creativity, Inc.’, en el que desarrolla esta idea como punto de partida distintivo dentro de la factoría de animación que cumple un cuarto de siglo. En él, cuenta parte de los entresijos de estos ‘braintrust’ en los que John Lasseter, Andrew Stanton, Pete Docter, Lee Unkrich y Joe Ranft evaluaron concienzudamente cada opinión constituyendo una fuente de inspiración para lo que sería ‘Toy Story’, abordando desde diversas técnicas la coalición divulgativa en torno a un grupo compacto de trabajo que sostuviera unas líneas de honestidad y de franqueza a la hora de valorar las ideas de los demás.
La habilidad para contar historias de Pixar se fundamenta, con cierta visión antropológica, en un sentimiento colectivo de mejora. Los ideales y las técnicas del que ha sido modelo referente de la animación digital del cine moderno, tienen en cuenta que todas las primeras versiones que se fraguaron a la hora de llevar a cabo cada proyecto, se determinaban a una serie de errores a corregir. Desde ese punto de partida, se dilucida con historias que devienen algo tan sencillo y tan complejo a la vez como “hablar de juguetes con emociones sin parecer cursis, lo desagradable de una rata que prepara comida o plantear una película con un robot en la que no se existe diálogo en sus primeros 39 minutos”. La creatividad empieza en algún punto y hay que ser consciente de que el poder del refuerzo colectivo y la retroalimentación con el proceso iterativo (trabajar, volver a trabajar y volver a trabajar otra vez) hasta encontrar, desde esos errores, una línea de trabajo es lo fundamental de todo. Y sólo así un personaje hueco encontrará su alma”. Ese propósito de internalizar y convertir un proyecto en parte de la vida diaria del grupo, incluso fuera de las oficinas de Pixar, ha sido la constante de libertad y responsabilidad bajo el yugo del crecimiento de una idea que necesita de la energía colectiva para ir tomando el rumbo adecuado.
Las parcelas inventivas, la autenticidad emocional y la realidad que transmiten las historias de Pixar se derivan de esta técnica de coalición y asesoría compuesta por profesionales estudiosos de la narración que siguen dos reglas básicas dentro del engranaje creativo; el autofiltro y la carencia de la imposición autoritaria dentro de este tipo de reuniones que buscan focalizar la incertidumbre, la inestabilidad o los obstáculos para corregirlos y poder asumir que la historia perfecta es la directriz final sobre la que hay que canalizar todos los esfuerzos. En Pixar uno de los valores más destacados como gran virtud de sus éxitos es que la estructura comunicativa no refleja en absoluto la jerarquía organizativa.
‘Creativity, Inc.’ es un libro que mostrará al lector todo tipo de interesante anécdotas y documentos sobre los diarios que se fueron fraguando en cintas como ‘Toy Story 2’, ‘Monstruos S.A.’, ‘Buscando a Nemo’, ‘Los Increíbles’, ‘Cars’, ‘Ratatouille’, ‘WALL•E’ o ‘Up’, entre otras, pormenorizando los viajes de investigación, la experimentación narrativa y artística que fueron sufriendo como proceso de la visión creativa de Pixar. Pero también, atendiendo a la multiplicidad transformativa de la creatividad, basada en la protección de la obra cuando surgen desacuerdos creativos tratados mediante técnicas de resolución de problemas ejemplares. Por supuesto, avanzan que esquivará la idealización de ese casi utópico entorno de trabajo donde el juego y la diversión forman parte del día a día de los trabajadores, que fomentan esa “cultura de honestidad” y el buen rollo a la hora de exponer lo contributivo a sus producciones por parte de los creativos y la libertad de expresión que promueve la factoría.
En el que puede ser un libro de cabecera para todos los creadores, se hace hincapié en las diferencias que se produjeron cuando se fusionó con Disney y las tácticas de mejora de ambas partes en una demostración de coalición empresarial expuesta en la unidad y debate coloquial sin imponer nunca un dictamen de liderazgo o gestión. Por último, el volumen se cierra con un epílogo sobre la importancia de la figura de Steve Jobs en todo el entramado empresarial. El libro de Catmull propondrá un enriquecedor tratado sobre la creatividad y su complejo funcionamiento, sobre los factores internos y exógenos que rigen una empresa de éxito y sobre todo, sobre las claves que generan la magia de una factoría irrepetible.

viernes, 21 de marzo de 2014

Adolfo Suárez, el espejismo político de España

Hoy en día, echando un vistazo a la pestilente horda de políticos que han infectado con su ineptitud España en las últimas décadas, sería imposible escribir de alguno de ellos sin recurrir al agravio, la ofensa y el desprecio justificado. Por eso, es inaudito que la pérdida de una figura como la de un ex presidente del gobierno como es Adolfo Suárez haya suscitado una mirada hacia el pasado con cierta nostalgia. La que despierta un hombre que al menos intentó ser íntegro y honesto con sus objetivos basados en una ideología funcional dentro de una época muy compleja para un país que acababa de salir de un largo periodo de letargo cesáreo y dictatorial. Es un hecho extraordinario que, en esta triste despedida, la opinión general y los analistas señalen a Suárez como a un político que procuró liderar un cambio desde la privilegiada posición de un estadista concienciado con la mejora social.
Además contaba con algo inusual en España; carisma y una locuacidad que llenó de expectativas sus discursos con argumentos que no cayeron en la demagogia barata a la que descendió la cochambrosa política interior que emponzoña cualquier voz que tomara el relevo desde entonces. Un presidente que dimitió porque fue obligado a ello, de una forma táctica y chabacana por parte de aquellos que lograron imponer ese sistema gubernamental que se ha ido erigiendo en el estiércol de poderes fácticos con la promesa de una triste modernidad que fue ubicando los cimientos de esta situación que ahora nos asola desde tan pronto ¿La razón de aquella marcha forzada? Múltiples intereses ocultos que nunca se esclarecerán lo suficiente.
Resulta, cuanto menos paradójico, que uno de los pocos políticos serios y con ganas de trabajar por el pueblo antes que desplumarlo, fuera el único que ha dimitido en esa historia que asumió que el sistema democrático y de convivencia no fuera más que un paréntesis de espejismos dentro de la historia de España. Seguramente, hubiera sombras en la vida política de ese hombre recto del “puedo prometer y prometo”. No será este blog el que abogue por la hagiografía o la loa. Y menos por un político. Sin embargo, es una triste carambola del destino que Suárez perdiera inexorablemente la memoria en un contexto donde los últimos presidentes han luchado por querer eliminar aquellos tiempos de esperanza en favor de diversos elementos como el poder, la corrupción y el sistemático engaño a los ciudadanos. Adolfo Suárez no recuerda lo que fue. La lástima es que desde hace varias décadas a esta parte, los estafadores que maniobran con los hilos de esa marioneta que simboliza un país en declive parece que tampoco. Porque lo único claro que tienen es anteponer su bienestar y riqueza sobre los demás.
Suárez comenzó a trabajar con propósitos muy claros en torno a la inflación y el déficit, encauzando España hacia un sistema de concertación económica, sindical y laboral con decisiones fiscales para proteger a los que más lo necesitaban y con el deseo de reducir el paro sobre todo entre los jóvenes ¿Os suena de algo? En efecto, la España de entonces era como la de ahora. Sólo que entonces había un tipo que creía que el poder era un aparato de coalición para luchar por el pueblo y no contra él o utilizándolo como una vía de lucro. Y precisamente, tal vez (y sólo tal vez) un político con integridad no tuvo cabida en el posterior cambio que él mismo provocó, esa "Democracia" y "Transición" con la que a todos los impostores que han vestido traje y corbata se les ha llenado la boca a la hora de prometer una sociedad mejor desde la mentira. Hoy tenemos esto. Así de simple. Así de triste.
Hoy casi todos los ciudadanos recuerdan el semblante serio de Suárez y su figura dentro de la historia de nuestro país con cierta estima. Obviamente, no todos, pero la pregunta que concierta esta noticia de la inminente muerte del rostro visible de la Transición es si se concebirá esta memoria de apego hacia un líder político cuando muera cualquier ex presidente o personaje relacionado con el senado o el Congreso en el presente o en el futuro. De forma categórica, en absoluto. Me atrevería a pronosticar que todo lo contrario. Sólo hay que echar un vistazo a lo que nos representa, evitar la náusea y seguir con ese tópico tan patrio de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Genuino Wilder

“Ah, sí… ¡El cine negro! Bueno, cuando yo rodaba una película jamás califiqué o dije “esto es una comedia”. Esperaba al estreno y si la gente se reía mucho, yo decía que era una comedia. O que era una película más seria… o cine negro. Nunca escuché esa expresión en aquéllos tiempos. Simplemente hacía películas que a mí me hubiese gustado ver. Y si tenía la suerte de que coincidía con el gusto del público, mejor”.
(Billy Wilder).

miércoles, 19 de marzo de 2014

Belomlinskij y Tomás Hijo, pasado y presente de los grabados ‘tolkienianos’

En 1976, M. Belomlinskij publicó unas ilustraciones xilográficas en la Antigua Unión Soviética relacionadas con el Univero de J.R.R. Tolkien. En ellas se puede percibir la personal y compleja visión del mundo metafórico de luz y de oscuridad que plasmó con el minimalismo cronológico y descriptivo de una Tierra Media un autor que hoy conocido por todo el mundo.
Ese universo de detalles y composición característica con estilo propio es también uno de los reclamos del gran artista y escritor Tomás Hijo, por quien en este blog y su autor profesan un amor y una admiración eterna por su excepcional trabajo. El polifacético ilustrador salmantino comenzó a concebir un grabado a mano siguiendo la técnica del ‘scratchboard’ inspirado en la ‘Batalla de los cinco ejércitos’ y, llevado por el éxito que está teniendo en las redes sociales, ha ido tejiendo una serie de dibujos que traspiran los mundos narrativos y reflexivos ‘tolkienianos’ con una magia intrínseca de una valía absolutamente poderosa. Tomás Hijo consigue identificar todo ese cosmos fantástico para acercarlo con la genialidad de un artista en estado de gracia.
- Página FB de Tomás Hijo, donde podéis deleitaros con la técnica de este genio y su tienda oficial.

lunes, 17 de marzo de 2014

St. Patrick's Day, día de celebración mundial

Hoy, como cada 17 de marzo, se celebra en todo el mundo el día de Lá ’le Pádraig or Lá Fhéile Pádraig. Lo que se está popularizando como el ‘St. Patrick’s Day’ o hispanizando el concepto, la festividad de San Patricio. Es la ceremonia donde se rememora la figura del Patrón de Irlanda, del Santo que logró explicar la Santísima Trinidad por medio de un trébol, definiendo la católica hipóstasis como una misma unidad pero con tres elementos distintos. También que fue el encargado de reunir a todas las serpientes del país y expulsarlas. O eso dicen, porque, como todo lo religioso se fundamenta en las leyendas y creencias hipotéticas. Pero más allá de eso, el núcleo de esta conmemoración viene dado por la algazara y la francachela dipsómana que se riega con considerables cantidades de cerveza ‘stout’ y todo tipo de gaudeamus irlandeses esta celebración anual que cada año congrega a más adeptos.
Hoy es un día donde se impone esa vistosidad tinturada de color verde, que exhibe su preeminencia junto a emblemas reconocibles como los Leprechauns, figura mágica de la mitológica de la tradición irlandesa o los Shamrocks, los tréboles identificativos de la nación irlandesa. Las típicas tabernas son el centro de reunión para la población a través de ese espíritu irlandés que se ha extendido más allá de las fronteras celtas. Por mucho que se aúlle el ancestral “Erin va Bragh” que corrompe la disquisición patriótica “Éirinn va Brach”, que viene a significar algo así como “Irlanda para siempre”, el sentimiento del St. Patrick’s Day parece haber calado hondo en los contornos foráneos.
Para tener presente algo de conocimiento acerca de esta festividad ecuménica, hay que saber algunas cosas que suelen desconocerse; como que, originalmente, el color oficial de este día era el azul, cambiando al identificativo verde esmeralda sólo después de vincularse la tradición con el movimiento de independencia irlandés en el Siglo XVIII. Por otra y mal que pese en el sentimiento irlandés, San Patricio no nació en Irlanda, si no que su nacionalidad se sitúa, depende las fuentes históricas, en Escocia o en el País de Gales. Desde 1762 también se celebra en Estados Unidos, siendo muy célebre el desfile que tiene lugar en la Quinta Avenida y se procede siempre a pie, estando prohibidas las carrozas, los coches y demás símbolos mecanizados y contemporáneos. También es tradicional que en Chicago se tiña cada año el río de verde en el que se utilizan 40 toneladas de colorante. Aunque es un día en el que la cerveza ‘stout’ es la gran protagonista de la fiesta y el primordial reclamo que ha hecho proliferar la celebración de forma mundial, en Irlanda, durante gran parte del Siglo XX, los pubs estaban cerrados por respeto a la sacra religiosidad de la jornada. Desde 1970, se abrió la veda y la exultación pasó a ser el principal motivo de la conmemoración. Otro dato que se suele desconocer según la tradición irlandesa es que el día de San Patricio debería llamarse el Día de Maewyn Succat, el verdadero nombre de este religioso que pasó a bautizarse como Patricio una vez ordenado sacerdote.
Este 17 de marzo es, por tanto, el día oficial en el que preconizar el sentimiento irlandés por todo el mundo. La zambra, los desfiles, la cerveza, el whisky irlandés y la algarabía se entremezclan con el folklore y las tradiciones ancestrales. En comunión con el Gran Céili, el Skyfest de Docklands sobre el río Liffey, el carnaval callejero en el corazón del Dublín Georgiano y la parranda de la Verde Erin, hoy es un día para dejarse llevar y cantar al unísono el ‘An Irish Lullaby’ mientras engullimos un rico “corned beef and cabbage”.
Pasadlo bien y no os olvidéis brindar como es bebido al grito de “SLÁINTE!”.

sábado, 15 de marzo de 2014

‘New York Up & Down’, el espíritu de los 80 de la Capital del Mundo

‘New York Up and Down’ es una serie fotográfica captada por el objetivo de Frank Horvat, un fotógrafo que comenzó a plasmar los rincones de la capital del mundo a través de una colección de trabajos realizados pra diversos campos; desde el fotoperiodismo, la moda y la publicidad. Una visión cercana que descube una época cambiante, con instantáneas tomadas desde 1982 a 1986 que exponen una carga de pequeños detalles imperceptibles, que dotan de vida y sensaciones cromáticas a la ciudad y a sus habitantes, desde la grandiosidad de los rascacielos o el frío acumulado de unas temperaturas gélidas de las calles del ‘dowtown’, que terminan por encontrar el calor en las estaciones de metro, respirando  la rutina de la gente pensativa o absorbiendo la soledad de las intersecciones bajo la niebla que emerge del subsuelo.
Una gran metrópoli que ha crecido a lo largo de los años, pero que desde entonces parece seguir manteniendo esa vida de polos opuestos, abandonada a su suerte, agresiva y desesperada, pero a la vez reconocible y candente. La muestra de Horvat dilucida a la perfección con esa riqueza de matices de gran valor anecdótico implicada en una perspectiva emocional en lo que muy bien podría ser una muestra ejemplar de fotografía de la naturaleza urbana. Times Square, 42nd Street o el Lower East Side adquieren un carácter ambiguo y muy vivo, que representan todas esas peculiaridades de una de las metrópolis más distintivas del mundo en continuo crecimiento y mutación.
HORVATLAND - THE '80s - PROJECTS - NEW YORK UP AND DOWN.

viernes, 14 de marzo de 2014

Schwarzenegger y su tanque apisonador

Si ayer este espacio abismal se centraba en John Milius, una de las figuras más legendarias del Hollywood contemporáneo ¿Por qué no rescatar del ostracismo al gran Arnold Schwarzenegger? Al fin y al cabo, fue Milius el que descubrió al mundo al hipermusculado actor en ‘Conan, el bárbaro’, cinta basada en el personaje de Robert E. Howard, que les unió además con una identificación ideológica y de caracteres casi simbiótica con aquello que narraban y vivieron durante aquel rodaje. El bueno de Arnie ya no es el que era. Lejos quedan aquéllos tiempos en que, a base de músculo y gran acierto comercial, se convirtió en un icono del ‘actioner’ de los 80, con una rotunda fisicidad que glorificaron y determinaría un subgénero que terminó por elevarle a los altares que toda estrella soñaba por entonces. En el camino, ha dejado una carrera política bastante irregular que casi hunde California con su impopular política económica ‘neocon’ que hizo que “Governator” se lo pensara bien y decidiera regresar al contexto del que nunca debió salir ¿Muy tarde? Puede ser. Está mucho más cascado que cuando era el máximo reclamo del cine de acción, pero, reconozcámoslo, no ha perdido su fuerza y su carisma.
Si Milius era un amante y coleccionista de armas de fuego que aprovechaba la mínima ocasión para disparar al aire, Arnold tampoco le ha ido a la zaga en esa afición enloquecida por lo extremo. Y es que el actor austriaco ha conseguido hacer realidad uno de sus sueños: ¡Ha adquirido un jodido tanque militar M47 Patton! (lo dice él mismo en el vídeo) ¿Qué para qué quiere un trasto de este calibre? Pues para pasar sus ratos libres triturando todo lo que se le ponga por delante; que si un coche, un piano, un banco de pesas, todos y cada uno de los infinitos pasteles y tartas de su sexagésimo sexto cumpleaños (recordemos que en su dieta culturista siempre fomentó el 'backcarb loading'), un rollo industrial de plástico de burbujas o el BluRay de ‘Million Dollar Baby’, porque es la única película que ha hecho llorar a este gigantón con pinta de abuelo entrañable. Vamos, lo normal cuando consigues un mamotreto destructor de estas características.
Lo cierto es que, más allá de lo anecdótico, todo forma parte del proyecto Omaze, una iniciativa solidaria como ayuda al After-School All-Stars, dedicada a proveer a los niños más desfavorecidos con programas extraescolares a nivel de escuela pública, en los que se ofrece apoyo académico en catorce estados de USA ¿En qué consiste este caritativo y extravagante viral? Pues nada más sencillo que un sorteo abierto a participantes americanos e internacionales con el que, adquiriendo una papeleta virtual, se puede optar a subirse al tanque con el mítico intérprete que dio vida al ciborg T-800 para pasar un día apisonando todo lo que siempre soñaste, haciendo ejercicio con él e incluso fumándose codo a codo un costoso habano que tanto gustan a el ex ganador de cinco títulos de Mr. Universo. Imaginadlo por un momento, puede ser una experiencia irrepetible. Y en el premio se incluye el vuelo desde cualquier parte del mundo y alojamiento para dos personas.
Queda patente que tras ese rostro enjuto y pese a sus tendencias republicanas, el amigo Schwarzenegger esconde un hombre de buen corazón que destinará cada dólar recaudado en esta rocambolesca puja a una buena causa. Es una buena oportunidad para devolver al actor de ‘Depredador’ a sus fueros heroicos, sobre todo si su última propuesta ‘Sabotage’, de David Ayer, se consolida como la película que puede devolverle a la primera fila de Hollywood.
Hoy se acaba el plazo para ayudar a Arnie es su causa solidaria. Suponed por un instante que os subís en un tanque con este mito del cine a destrozar cosas ¿Os animáis?