viernes, 25 de mayo de 2007

La política debería ser así


Faltan sólo dos días para que materialicen las elecciones autonómicas y municipales. Estamos a punto de ver finiquitar esa ardua y aburrida campaña electoral, donde el ciudadano queda extenuado de tanto cruce de declaraciones y acusaciones por parte de aquellos que intervienen en beneficio propio dentro de las cosas del gobierno y negocios del Estado. Procedan de la orientación ideológica que procedan, esta sistemática farsa de intereses individuales que es la política genera una creciente disyunción del electorado frente a los programas presentados por los partidos y frente a una vulgar clase política y su forma de entender utilitariamente un gobierno que, en general (por no decir en su totalidad), apesta cada día más debido a su incoherencia y a su paulatina conversión en un circo del absurdo.
Por ello, no estaría mal que nuestros concejales, candidatos y aspirantes a chupar del bote social tuvieran a bien espectacularizar un poco las sandeces que enumeran caracterizadas por una total falta de credibilidad con algo de diversión que acompañe a sus palabras. Como ya hacen en los países asiáticos a la hora de elaborar los parlamentos en sus debates televisivos, aunque sea en el terreno de los 'talk shows'. Tal y como desmuestra el vídeo de arriba. La cosa mejoraría. Por lo menos, dándole la seriedad y coherencia que poseen sus soporíferas arengas y soflamas.
Mi voto, por supuesto, sólo ingresará en las urnas cuando, en nuestro país, se lleve a cabo una concienciación de ideas lógicas como ya ha sucedido en Bélgica. Al fin y al cabo, eso debería ser la política.

jueves, 24 de mayo de 2007

Review ‘Curse of the golden flower’

Estético espectáculo folletinesco
Zhang Yimou cierra su trilogía ‘Wuxia’ con un empalagoso culebrón de exuberante superficialidad y grandilocuencia en la que destaca su profusa visión de la belleza manierista oriental.
Desde que Zhang Yimou abandonara el cine de autor y se subiera al carro de la exhibición fastuosa del ‘wuxia’ con ‘Hero’ y ‘La casa de las dagas voladoras’, en esta nueva etapa de épico estilo netamente asiático, el director de ‘La semilla del crisantemo’ o ‘Sorgo rojo’, parece haber agotado sus ideas en un género caracterizado por la incursión de artes marciales, luchas con katana y espectáculo coreográfico. Un género que han utilizado mejor por otros cineastas como King Hu, Chang Cheh, Tsui Hark e incluso Ang Lee. En su reincidencia genérica. Yimou cierra así su trilogía ‘wusia’ con otro viaje histórico centrados en los reinados imperiales. Esta vez en la China del Siglo X, donde la dinastía Tang, en vísperas de Festival Chong Yang, se descompone con la llegada del emperador y sus oscuras maquinaciones por mantener su arrogante y dictatorial forma de llevar el Imperio bajo la amenaza de una familia disfuncional que esconde profundos secretos.
Basada en una obra teatral de Cao Yu, todas estas encrucijadas palaciegas y confidencias familiares de aires fatalistas; incestos varios, traiciones patriarcales, intrigas palaciegas, felonías domésticas, ardides y pasiones se configuran como elementos que se corresponden con los de cualquier telenovela barata de sobremesa. Y, básicamente, ‘Curse of the golden flower’ es eso. Un operístico y ostentoso folletín que aspira llegar a los términos de una tragedia shakespeariana, pero sin la lucidez necesaria, debido, en gran parte, a la opacidad de sus personajes y a la retahíla de eventos melodramáticos, expuestos con absoluta superficialidad y grandilocuencia por parte de Yimou. La pretensión del cineasta chino es la de sublimar las emociones de una historia de apuntes épicos y románticos. Lejos de esto, queda una crispante sensación de insípido culebrón de soterrado dramatismo que cae, sin quererlo, en el sainete dinástico, en la incuria argumental, envuelta, eso sí, en un embalaje estético afectado de profuso preciosismo, donde sobresale el majestuoso diseño de producción, el recargadísimo vestuario, la sugestiva fotografía de Xiaoding Zhao o la fervorosa música de Umebayashi.
‘Curse of the golden flower’ es un dispendio de sensaciones visuales que se autorecrea y abusa del boato y el embellecimiento de cada plano, de cada encuadre, con una precisión que a veces bordea lo exorbitante. El resultado es una forzada belleza y milimétrica precisión en sus ínfulas manieristas de fluctuante encanto a la vista. Con estética de discoteca de diseño, de puticlub de ornamento chino, de viaje psicodélico colorista, el filme de Yiomu es un chute de sobreabundancia cromática extraída de un fascinante calidoscopio con colores de piruleta infantil. De ahí que más allá del interés que pueda suscitar el reencuentro del director con su musa y ex mujer Gong Li (que no logra transmitir con vehemencia lo mucho que sufre –tampoco lo hace en su función de pérfido emperador Chow Yun-Fat -) o de esa abrumante orfebrería de colores y escenarios, quede la sensación de frialdad e impersonalidad de un conjunto que malogra la opción de utilizar los elementos identificativos del ‘wusia’. Yimou prefiere la historia trágica que la acción, insertando los momentos de lucha coreográfica con calzador, sin que poco o nada tenga que ver con el peñazo sumamente largo y de acentuado carácter melodramático que al realizador interesa.

miércoles, 23 de mayo de 2007

El nuevo reportero de 'CQC'

Un pequeño instante para la amistad abismal.
Se produjo el debut en el televisivo ‘CQC’ del gran Antonio Castelo, el joven cómico valenciano de promisorio futuro que ya en su primera aparición se mostró de un modo radicalmente desenvuelto, con una actitud abrasiva, ejecutando una impecable labor y poniendo en difíciles encrucijadas a todo el sector político con sus inoportunas preguntas y desafíos. Y así será a partir de ahora. Castelo vuela alto, dando al programa el reportero irónico y gamberro que necesitaba el nuevo ‘CQC’. Y en plena campaña electoral. Y en su segundo programa como ‘man in black’… tiene un ‘mano a mano’ con el inefable José María Aznar. El viernes, en Telecinco.
Él mismo se define en su web como humorista (fomentando su ingenio dentro del género ‘stand up’) y guionista que escucha música ‘surf’, cultiva el gusto por el boxeo e intenta aprender a tocar el banjo. Tras sus inicios como presentador de todo tipo de magazines y espacios de humor en Sí Radio y UPV Radio, Castelo se pasó a la televisión curtiéndose como show-man escribiendo, produciendo y dirigiendo ‘Ciudadano Freak’ en la UPV TV., para recalar en la Televisión Autonómica de las Islas Baleares (donde siguió perfeccionando su carrera como guionista y colaborador en el night show ‘Schwartz & Co.’) hasta llegar finalmente a la televisión estatal en ‘Buenafuente’, donde ejercía el papel de becario, un eficaz trabajo que ha servido como escalón evolutivo y le ha brindado la oportunidad para presentarse como el nuevo reportero que el programa de Manel Fuentes necesitaba.
Además, Castelo hizo sus pinitos como cortometrajista con una estupenda ofrenda al cine ‘tarantiniano’ titulada ‘Tribute’.
Un tipo prolífico este Antonio Castelo.

martes, 22 de mayo de 2007

122 millones de dólares…

…es la cifra que ha registrado en el Box Office durante su primer fin de semana ‘Sherk The Third (Shrek Tercero)’, abultando la leyenda taquillera de sus predecesoras, que hizo 108 millones en el mismo periodo de tiempo con su anterior entrega. Se convierte así, en la película de animación con el récord de entradas vendidas en tres días de la Historia.
Sin embargo, la cinta animada producida por DreamWorks Animation y distribuida Paramount y que llegará a las pantallas españolas el próximo 22 de junio no ha superado los 151,1 millones de dólares que obtuvo la deplorable ‘Spider-Man 3’ ni los 135,6 que amasó la segunda parte de ‘Piratas del Caribe’ el verano pasado.
¿Alguien duda que este jueves 24 la tercera parte de las aventuras de Jack Sparrow no dinamitará estas cifras? Veremos.

domingo, 20 de mayo de 2007

SMP (XVI): Old Creepy Ads: Publicidad retorcida

Estos días en Barcelona se ha celebrado Construmat, un descomunal acontecimiento bianual donde 4.500 empresas de todos los sectores de la construcción presentan sus productos y novedades a los profesionales de todo el mundo. Este año, más allá del alcance de cualquier dato técnico del evento, la feria ha saltado a las noticias por la forma en que el departamento de Trabajo de la Generalitat ha querido llamar la atención para concienciar a la población sobre el aumento de fallecidos en accidentes laborales, situando para ello una foto gigante que cubre los 101 metros de largo de la pared del vestíbulo de la estación de tren y metro de Plaza España con una polémica imagen en las que se pueden ver los pies de las víctimas mortales por accidentes laborales con una ficha atada al dedo gordo que les identifica y cita la causa de la muerte.
Una publicidad polémica, sin duda alguna. Pero no es la única. Acostumbrados a las campañas de la Dirección General de Tráfico (aunque José María Aznar cuando se entorza a vino se las pase por el forro de los huevos), a las últimas polémicas de Dolce & Galbana y sus supuestas alusiones alegóricas a la violación, Armani Junior con niños que, según La Asociación de Defensa del Menor, son ultrajantes para la infancia e incitan a la pederastia o la de la MTV España utilizando polémicas fotos de traseros con marcas de rotulador, es curioso cómo a lo largo de la historia, fuera de nuestras fronteras, los anuncios con cierta dosis de provocación, controversia y cinismo también han sensibilizado al espectador con otras campañas para suscitar que el cliente compre todo tipo de productos; desde cuchillas de afeitar para que quede la piel como la de un bebé, cigarrillos con aromática fragancia (no apta ni para Bruce Willis ni para su personaje, John McClane), para probar extrañas máquinas Max factor que evaluaban milimétricamente los rasgos faciales, delicioso chocolate amparado en la imagen de un payaso que bien podría ser un sociópata, productos de higiene femenina con un simpático toque ultramachista, auténtica carne autorebanada por un sonriente cerdo o aquellas míticas operaciones de marketing para el consumo de carne que ponen los pelos de punta.
Todo, en esta impagable galería de la no menos mítica página Weirdomatics que recoger estos ‘advertisement’ bajo el denominador común de ‘Old Creepy Ads’, de la que soy un enloquecido admirador.

viernes, 18 de mayo de 2007

Promoción sin complejos

¿Hasta dónde puede llegar la promoción de una película?
Jerry Seinfeld parece que lo tiene claro. Se convirtió ayer en la figura del día dentro del 60º Festival de Cannes, promocionando de esta guisa ‘Bee Movie’, nueva cinta de dibujos animados de DreamWorks de la que es guionista, productor y actor de doblaje. El cómico norteamericano fue lanzado desde lo alto del hotel Carlton, volado sobre la Croisette ante los ojos de todos los asistentes al certamen que pasaban por allí. Después, ofreció una rueda de prensa a los periodistas como presentación mundial del filme de animación.

jueves, 17 de mayo de 2007

Review (con retraso): 'Spider-Man 3'

Esto no es ‘Spider-Man’
Sam Raimi enflaquece los logros de las anteriores entregas ofreciendo un filme debilitado por su consecuente insustancialidad propugnada en la constante estulticia de todos sus elementos.
Teniendo en cuenta la expectación que había generado el que es considerado “filme más caro de la historia hasta el momento”, ‘Spider-Man 3’, precedida por dos antecedentes que, a diferencia del ciclón de adaptaciones de Marvel (a excepción de la saga ‘X-Men’), lograron cierta solidaridad de criterios a su favor, lo mínimo que se esperaba de esta tercera aventura del arácnido era la consolidación del mismo nivel y calidad de sus predecesoras. Pero no ha sido así. Ni mucho menos. Una película que comienza proponiendo un poco más de lo mismo: Peter Parker es feliz junto a Mary Jane, comprometido con su trabajo al servicio de la armonía y la paz en Nueva York, siendo el mismo don nadie que esconde bajo su anodina personalidad el héroe que cuenta con una gran aceptación pública. Sin embargo, a M.J. no parece irle tan bien en su sueño de ser actriz y Parker parece más preocupado en sí mismo que en la tristeza de su amor eterno. Es el embrión dramático con el que arrancan las preocupaciones y deseos de sus protagonistas, de sus miedos y angustias.
Pero, por supuesto, en esta tercera entrega, el compromiso con la acción y el espectáculo debían patentizarse en el enfrenamiento con antiguos y nuevos enemigos del superhéroe arácnido, en los que también (faltaría más) existen diatribas existenciales para todos; Sandman es malvado por amor a su pequeña hijita enferma, Harry Osborn no olvida su desagravio fraternal contra Spider-Man y Eddie Brock es humillado por Parker con su consiguiente resentimiento. La confluencia del melodrama, el espectáculo de acción sustentado en los efectos generados por ordenador, cierto toque de comedia humorística y un abrumador convencionalismo eran de esperar en la nueva travesía humana del personaje creado Stan Lee y corporeizado por Steve Ditko. Pero no hasta los extremos de caricatura y ridiculización que exhibe este sonrojante tercer episodio cinematográfico de Spider-Man.
A medio camino entre el serial adolescente, comedia sin gracia, empalagosa moralina de obsceno simplismo y un redundante despliegue de efectos desperdiciados e infructuosos en secuencias de acción reiterativas, ‘Spider-Man 3’ es una desfachatez, una tomadura de pelo en toda regla sustentada en la constante estulticia de sus diálogos, en su desarrollo narrativo, en la afrenta con la que un Sam Raimi, irreconocible, perdido en su propia complacencia, ha tratado al héroe, llenando de opulencia barata su otrora innovador cine. Destaca así, por encima de sus inapreciables virtudes, un desprecio sin parangón hacia personajes como Gwen Stacy o Eddie Brock/Venom, lacerados como personajes en roles gratuitos y descuidados. Es bochornoso, por ejemplo, el ridículo al que llega el triángulo amoroso formado por Peter Parker, Mary Jane y Harry Osborn, la exhibición caricaturesca de Parker cuando descubre el poderoso influjo del traje simbionte o ese improbable final en el que lo único que falta es que Spider-Man se dé un abrazo fraternal con Sandman/Flint Marko en una secuencia que bordea lo lacrimógenamente grotesco.
La sensación en todo momento es la del absurdo, la del incomprensible mejunje que, por si fuera poco, juega a engarzar un discurso moral de lo más melindroso: “Debemos elegir lo que hacemos porque uno es responsable de sus actos”. Con todo esto, a nadie le importa su subvertida y facciosa crítica moral contra el poder y la fama, motivos suficientes para enturbiar una naturaleza heroica que infecta esa simbionte alienígena que la sociedad conoce como la normalizada ambición por el éxito y la celebridad. Tampoco la ambigüedad del héroe, ni sus problemas por contener el entusiasmo social por su figura, desatendiendo la relación que motiva sus actos. Un filme corrompido por la ínfulas de chocarrero espectáculo sin pulso, sin gracia, y lo que es peor, por la inconsecuencia para con sus elementos cardinales y con sus personajes. Da pena apreciar el declive con el que se mueve Peter Parker/Spider-Man, muy depauperado si lo equiparamos a las anteriores cintas, las cuales, sin entrar a valorar sus bondades o defectos, mantenían una coherencia perdida aquí por lo desatinado de una adaptación infame y poco menos que injuriosa.
Se echa de menos, por tanto, la mano de David Koepp, Michael Chabon, Alfred Gough o Alvin Sargent, guionistas de las dos películas precedentes que, en mayor o menor acierto, hicieron lo posible por no perder el sustento del espíritu épico y realista de entretenimiento que destilaban las páginas del cómic marveliano, con la aparente insignificancia de las acciones, el reflejo exacto de la personalidad de Parker o los diálogos ‘teenagers’ que determinaron las aventuras del joven superhéroe, acoplándolo de un modo intertextual a la historia de Spider-Man.
En palabras agrestes y ofensivas, tanto como la actitud de Raimi en esta olvidable tercera parte, ‘Spider-Man 3’ es “una puta mierda”, reproduciendo el comentario de un conocido aficionado a los cómics salmantino que salió, como parte de la platea, decepcionado e indignado con lo visto en la pantalla.
Miguel Á. Refoyo "Refo" © 2007

FINAL UEFA 2007: Que viva el fútbol

La euforia del ganador se contrasta brutalmente con las lágrimas del perdedor. Eso, es algo que jamás podrá eliminarse de las finales de cualquier competición deportiva de máximo nivel. Pero cuando los deportistas, supeditados con el juego y a la colectividad de un único objetivo como es ganar con honor, elaboran los sueños con los que se confeccionan las grandes gestas, consiguen lo que han logrado el Sevilla F.C. y el R.C.D. Espanyol esta noche. Desbordar de sentimientos, de emoción y de irrepetible hazaña un choque futbolístico que ha magnificado su esplendor hasta extremos puramente legendarios.
Bajo la incesante lluvia, la final de la UEFA ha sido otro de esos partidos memorables, de los que se hablará dentro de muchos años como de un partidazo histórico, donde ha habido de todo; espíritu ganador por parte de ambos bandos, inesperados goles que han caldeado hasta el infarto los ánimos de las dos aficiones, un resultado justo y la inefable lotería de los penaltis como trágico desenlace a una prórroga apoteósica. El Sevilla ha conquistado la UEFA por segundo año consecutivo tras una final para enmarcar. De esas de paro cardíaco, de momentos imposibles cada diez minutos; cuando Adriano marca el primero para el Sevilla en el minuto 18, el empate llega en el 28, con un tanto de Riera. Tras el 1-2 de Kanouté en el tiempo de descuento, en el minuto 105, diez minutos después Jonatas hace posible el milagro para el Espanyol empatando cuando todos celebraban ya el éxito del Sevilla. Pero las tres paradas de un formidable Palop en la tanda definitiva del k.o. han convertido al cancerbero sevillista en el héroe de esta magnífica noche de fúbol y ha sumido a su vez al Espanyol en la reincidente amargura, víctima de las mismas lágrimas de aquel recordada y funesta noche de 1988 en Leverkusen.
La dinámica, el juego, el espectáculo y la poderosa energía del fútbol han vuelto a ver la luz en el Hampden Park de Glasgow, dejando claro que el balompié, de vez en cuando, hermana a todos los aficionados, haciendo disfrutar de un deporte de altibajos con gestas como las de hoy. No quiero imaginarme los nervios de los seguidores de uno y otro equipo durante el partido, ni la adversidad de los espanyolistas en su desenlace, ni tampoco la exaltación arrebatada de los campeones. Porque más allá de las sensaciones por parte de los dos equipos, esta noche ha prevalecido, por encima de todo, el buen fútbol.
Mi más sincera enhorabuena a los campeones y mis condolencias a esos dignísimo perjudicados por el caprichoso infortunio. Los devotos de otros equipos dolientes, tenemos bastante con la angustia agónica de nuestros equipos en la liga. Y estos momentos de gloria ajena, hacen eludirnos efímeramente de una dura realidad que convertirá la frustración en felicidad y demencia si logramos salvarnos de la Segunda División o nos hundirá en lágrimas mucho más dolorosas que las derramadas hoy por el Espanyol en Glasgow.

miércoles, 16 de mayo de 2007

lunes, 14 de mayo de 2007

John McClane deja el tabaco

Dentro del mundo de Hollywood existe un infernal organismo de censura llamado la MPAA (Motion Picture Asociation), que se ha dedicado a propagar unas directrices morales y políticamente correctas dentro de las producciones norteamericanas con más presupuesto, prohibiendo los elementos que consideran vedados para que una película sea accesible para todos los públicos o arrastren alguna de las letras que llevan consigo la temible frase ‘para adultos’.
Pues bien, John McClane, uno de los culminantes iconos del cine acción contemporáneo y referencia emblemática para una generación de espectadores que crecieron con sus aventuras bien fuera en el Nakatomi Plaza o en el Aeropuerto y las calles de Nueva York, va a dar una onerosa lección de moral gracias a la recta personalidad del actor que lo interpreta. Bruce Willis está empeñado en que dentro de su cuarta aventura en la piel de McClane, éste no aparezca fumando en ninguna de las secuencias para acatar así las directrices sobre este tema dentro de la MPAA.
“Fumar es un hábito repugante. Y no quiero ser responsable de que cualquier chaval quiera empezar a fumar porque crea que es guay sólo por ver a mi personaje hacerlo”, ha afirmado Willis.
¿Pero qué coño es esto?, pensaréis. Pues además de una noticia aparecida en Starpulse, la verificación de que tanta corrección y buenas maneras lo único que acaba acarreando es una supina imbecilidad sin parangón.
La cuestión es… ¿Seguirá la cuarta parte de ‘Die Hard’ las coordenadas éticas sugeridas por esta temible organización que lucha por unos insostenibles códigos decorosos en lo que respecta a la violencia? La respuesta: el 7 de septiembre.