viernes, 29 de diciembre de 2006

Review 'Cándida'

Desafortunada y descompensada fábula
Es una pena que una película con tanto potencial sobre el papel no haya sido trasladada a la pantalla con el equilibrio que requería la arriesgada e interesante propuesta de Guillermo Fesser.
El debut tras la pantalla de Guillermo Fesser, coguinista de las películas de su hermano Javier ‘El Milagro de P. Tinto’ y ‘Mortadelo y Filemón’ y componente del dúo Gomaespuma no podía ser otro que la libre adaptación de su libro homónimo ‘Cuando Dios aprieta, ahoga pero bien’, manifiesto dedicado al cariño que siente hacia su asistenta de toda la vida, Cándida Villar, cumpliendo la promesa de llevar al cine la vida de esta entrañable mujer que se hizo conocida para el gran público cuando Juan Luis Cano y Fesser decidieron incorporarla como peculiar crítica de cine a su programa radiofónico. Para su opera prima, Guillermo Fesser incorpora la parte más costumbrista que ha caracterizado hasta ahora el cine de su hermano, tomando como esencia humana a gente humilde, de humor sencillo y directo, asequible y bastante cañí. Eliminando la parte ‘slaptick’, la entraña del cómic y el tono fantástico de sus películas como guionista, el mayor de los Fesser encuadra su fábula en un entorno de desgracias y alegrías, de tragicomedia de barrio donde no falta su acidez humorística y suburbial pero también grandes dosis de drama humano.
‘Cándida’ va narrando su propia historia, la de la Cándida real, mediante voz en ‘Off’, con anécdotas que van marcando la pauta de esa traslación de realidad a ficción, palabras que esconden bajo su hilaridad una existencia marcada por la dureza de un sufrimiento paliado por el optimismo y el buen humor. Cándida ha sido una pobre mujer que ha vertido su desmedido esfuerzo por sacar adelante a su maltrecha familia, sin que este trago le haya impedido mostrar a con los demás una filantropía emocional y existencial digna de alabar. En su trasfondo dramático, ‘Cándida’ es una cinta virtuosa y esforzada, que se aleja de los preceptos que acucian y agravan el ostracismo en el que se encuentra el cine español, pero sin evitar caer en cierta torpeza a la hora de fusionar lo trágico y lo cómico, utilizando casi como única arma el recurso del ‘gag’ facilón, de un lenguaje apenas ininteligible, el de la protagonista, que utiliza mal muchas palabras, pero que, paradójicamente, es lo único que dota con algo de gracia el debut de Guillermo Fesser.
La humanidad de esta mujer rica en sabiduría, que arrastra una forzada ignorancia llena de bondad e ingenuidad, de cercanía expeditiva al descaro inocente, es casi el único aliciente de grandeza que esconde en su interior esta película. ‘Candida’ emociona y transmite algo de alma cuando los primeros planos se llenan con el rostro ajado de Cándida Villar, transmitiendo la sensibilidad de una mujer entrañable y carismática, personaje muy especial y cercano a la que resulta imposible no querer a través de la pantalla, con frases metafísicas del tipo “Todo el mundo necesita besos, que son blanditos como el agua y limpian las manchas de la tristeza”.
Sin embargo, y a pesar del constante esfuerzo de Fesser por equilibrar el logrado drama de la historia con un costumbrismo delirante, todo resulta poco creíble, muchas veces sin comicidad ni habilidad, malogrando sus bazas en exceso, fundamentalmente, por la tendencia a dibujar personajes secundarios esteriotipados y caricaturizados, demenciales, poco creíbles, donde no se salva nadie; ni los marqueses, el periodista en crisis, el vecino supuestamente gay ni el portero de tebeo y, lo que es peor, ni siquiera los hijos de Cándida, que redundan en el prototipo cómico de aquellos que tienen problemas de drogas y enfermedades mentales. Y es ahí, en el proceder atropellado y demasiado convencional de la comedia, en la lógica descompensación narrativa y formal de un debutante, donde ‘Cándida’ pierde gran parte de su interés. Todos los que rodean a la actriz y personaje no facilitan en absoluto la credibilidad del drama, dilatando la irrealidad de la narración y asumiendo excesivas licencias, con inaplicables salidas de tono (como la secuencia en el plató de televisión como gran ejemplo).
La película, por desgracia, no consigue irradiar el potencial atractivo más allá de su anécdota argumental. Y pese a que Fesser cae alguna vez en el más descarado dramón sensiblero, de pañuelo y lágrima fácil, utiliza a la perfección la ingenuidad de una mujer y actriz que supone la salvación de su cineasta, a la que ha sabido dirigir deforma prodigiosa. ‘Cándida’ sale así victoriosa en sus momentos dramáticos, mientras en los cómicos adolece de desparpajo e inventiva, haciendo que esta arriesgada apuesta por la naturalidad ensoñadora de una mujer sufridora pero optimista falle en su resultado final.
Miguel Á. Refoyo "Refo" © 2006

Y hablando del gordo...

…la lista anual de las mejores películas de 2006 según Harry Knowles en la imprescindible Ain’t Cool News.

Exclusiva abismal confirmada

Me complace mucho confirmar que la exclusiva que se avanzó en ‘Un Mundo desde el Abismo’, nada menos que en septiembre, se ha ratificado en noticia.
El actor Elijah Wood será definitivamente el protagonista absoluto de la próxima película de Álex de la Iglesia ‘Los Crímenes de Oxford’, una alegría mayúscula por él y por el cine español, que tendrá en esta nueva aventura hablada en inglés del cineasta vasco el gran referente comercial y promocional del próximo año.
Lo desvela el propio cineasta en su enloquecida weblog ‘Blasfemando en el vórtice del Universo’.
Creo que nunca había dado una exclusiva. Me siento un poco como los del Tomate o, en otra esfera más adecuada, como Harry Knowles, pero algo más delgado y pudiendo andar.

jueves, 28 de diciembre de 2006

Inocentada ferpecta

“Nosotros sabíamos que era una verdadera fanática de los fenómenos paranormales y dijimos “vale, vamos a juntar un crimen y un fenómeno paranormal por el mismo precio, sólo para ella”. Pero llevamos la broma demasiado lejos y se puso a morir. En cada broma había un gancho, por lo general un amigo del embromado, alguien en quien podía confiar, que le llevaba al lugar elegido; un restaurante, una agencia de publicidad, lo que fuera. En este caso el primer escenario era la consulta de un dentista en el barrio de Salamanca.
Una amiga de Margarita Landi le pide que la acompañe al dentista porque le da pánico ir sola. Quedan directamente en la consulta, calle tal, piso cual. Elegimos el barrio de Salamanca porque la consulta tenía que estar decorada en el más puro estilo años 50, como si el tiempo se hubiera detenido, ahora verás porqué, y resultar verosímil. No se podía montar esa broma en un edificio moderno. Y la ambientación debía de ser muy sutil, porque incluso había revistas de la época, pero ella no tenía que vedas en seguida.
Llega la Landi y resulta que su amiga no está allí. Pregunta, y el dentista, que es un vejete cascarrabias, le dice que ya debería haber llegado, que se le va a pasar el turno. La dejamos sola en la sala de espera y cuando está a punto de fijarse en las revistas aparece una mujer vestida como Amparo Rivelles que cruza por su lado y le dice “Tenga mucho cuidado, porque aquí morí yo”. Antes de que la Landi tenga tiempo de reaccionar, la mujer misteriosa se esfuma por una puerta y por la otra entra el portero (otro actor, claro) diciendo que su amiga está abajo y que no se atreve a subir. Sacamos a la Landi de allí con ese pretexto y es el momento en el que, en menos de diez minutos, un equipo de cincuenta tíos ha de transformar la consulta en un estudio de diseño de los 90. El espacio era una caja, de la que llegamos a cambiar incluso el suelo y el techo; un trabajo de altísima artesanía.
La Landi convence a su amiga de que suban juntas al dentista, llaman a la puerta y se encuentran con el estudio de diseño. Y el que abre la puerta es el mismo actor al que antes habíamos caracterizado de viejo dentista y que ahora resulta ser su nieto. Pero la Landi no le da tiempo para que suelte su monólogo. Dice Perdone, creo que nos hemos equivocado de piso y sube al siguiente. En el piso de arriba hay otra actriz, una anciana que le dice “Sí, hubo un dentista en el piso de abajo, pero de esto hace más de veinte años. Su nieto se quedó el local. Por cierto... ¿Usted no es Margarita Landi?”. Entonces la vieja le dice que ella también es una apasionada de las historias de crímenes y que en la consulta de ese dentista hubo un terrible asesinato en los años 50. "Ya verá, espere un momento. Por algún lado debo tener los recortes". La Landi pica el anzuelo y la vieja vuelve con un falso recorte de periódico en el que aparece la mujer que le había dicho “aquí me morí”, tendida en el suelo de la consulta, en un charco de sangre y con un cuchillo clavado en el pecho.
No te puedes imaginar la cara de la Landi al reconocer a la mujer de la foto.
Estábamos viéndolo y escuchándolo todo por el monitor y dábamos saltos. “¡Increíble, se lo ha tragado!”. Pero fue mucho más que tragárselo. Durante la conversación con la vieja habíamos vuelto a cambiar la decoración de la casa, de modo que cuando bajan y llaman de nuevo aparece otra vez la consulta de los años 50. En ese momento, Margarita Landi se da cuenta de que tiene ante sus narices lo que ha estado persiguiendo toda su vida: Un verdadero fenómeno paranormal. Cada vez más excitada, le explica a su amiga que han entrado en una falla espacio-temporal.
“¿Pero no te das cuenta? ¡Estamos en los años 50! Mira, mira a tu alrededor; la decoración, esas revistas...” ...Ahí era donde teníamos que haber acabado la broma. Y ahí fue donde nos pasamos, porque hicimos aparecer a la mujer asesinada como un fantasma cubierto de sangre. La Landi, enloquecida, empieza a gritarle al fantasma: “¿Qué quieres de mí? ¿Qué quieres de mí?”. La amiga, que tenía que decirle que ella no veía nada de nada, se queda muda e intenta calmada. Yo me pongo a gritar por el walkie: “¡Venga, fuera, cortamos! ¡Paradlo ya!”.
El fantasma da media vuelta y sale con el ramo de flores y el emblema de «Inocente, Inocente»... y a la Landi le da el ataque. Empezó a rugir “¡HIJOS:DE PUTA! ¡HIJOS DE LA GRAN PUTA!” como si estuviera poseída. No hubo forma de calmada. Se encerró en el lavabo y tardó más de una hora en salir. Nos quería matar a todos. Lo habíamos planeado como un “Twilight Zone” a la madrileña y acabó siendo un mal rollo alucinante.
Historia de Álex de la Iglesia.
Extracto del libro ‘La bestia anda suelta’.
Autor: Marcos Ordóñez .
Editorial: Glénat.
Año: 1997.

martes, 26 de diciembre de 2006

lunes, 25 de diciembre de 2006

Muere James Brown

1928-2006
Más de 800 canciones ha dejado la leyenda del ‘soul’ y el el ‘R&B’ Mr. Dinamyte, el padre espiritual de géneros como el funk y el hip hop. Ha muerto James Brown, uno de los ejemplos más influyentes en la creación de patrones rítmicos musicales y en la subversión de todo aquello que se conocía en cuanto a arreglos y armonía, llenos de furia y magnetismo, de violencia rítmica en conjunción perfecta de batería, guitarra e inconfundible voz rota.
Se ha ido ‘El Hermano Soul Número Uno’, ‘El Hombre Disco Original’, ‘El Padrino del Soul’, ‘Papa Soul’, ‘El Hombre Más Trabajador del Mundo del Espectáculo’…

domingo, 24 de diciembre de 2006

Review 'Casino Royale'

Renovarse o morir
‘Casino Royale’ revoluciona el mito del superagente con un Bond físico, rudo y visceral en una cinta efectiva marcada por el equilibrio de la acción y la gravedad dramática.
Acostumbrados al más que efectivo Pierce Brosnan, que dio vida al elegante y distinguido James Bond de 1995 a 2002, la elección de Daniel Craig era una declaración de intenciones por parte de los productores propietarios de la franquicia cinematográfica creada por Ian Fleming. Craig, sexto Bond de la historia, recrea al superagente con licencia para matar caracterizando al personaje con rudeza y salvajismo, desmitificando con su primera aparición en pantalla la imagen del héroe exquisito dibujado hasta la fecha por sus predecesores. Bond ya no es un tipo encantador e irremediablemente atractivo, el nuevo 007 es un fulano acerbo y obstinado, visceral y despiadado con las misiones que acomete.
Un Bond sin extremos, que rebasa el límite dándole a la saga un vórtice oscuro y rebelde, puro cine de acción que se permite el lujo de narrar con gran calado los inicios de James Bond, la génesis de un agente que, en ‘Casino Royale’, comienza su aventura, desde la humanidad iniciática que marca al héroe, que determina su actitud extrema y rusticidad en ese fantástico prólogo en blanco y negro, de luces y sombras, donde Bond elimina a dos sujetos, asesinatos que le otorgan la categoría de ‘doble cero’.
‘Casino Royale’ es la vigésimo primera aventura de Bond y está basada en la primera novela de Fleming, aquélla en la que presentó al célebre agente secreto al Servicio de su Majestad y que narra la primera misión de Bond, que debe evitar a toda costa que Le Chiffre, malvado especulador financiero, pueda seguir ejerciendo de terrorista de altos vuelos sustentando sus fines bélicos de la obtención de grandes plusvalías en Bolsa. Para ello, deberá desvalijarle en una intensa partida de póquer en el Casino Royale. Por supuesto no podía faltar la bella dama que acompañe a Bond, en este caso una hermosa oficial del Tesoro, Vesper Lynd (en los rasgos de la anodina Eva Green), para entregar la apuesta para la partida y vigilar el dinero del gobierno.
La película de un esforzado Martin Campbell supone el punto y aparte a la saga, situándose al margen de sus antecesoras, alejando su voluntad de espectáculo para centrar su mirada en un profundo análisis del personaje, otorgándole mayor realismo y emociones más crudas, pero sin perder el brío solemne en sus secuencias de acción. La voluntad de heterogeneizar a Bond se pone de manifiesto con la especial atención que se le da al sentido narrativo de todos los tópicos inconfundibles en la serie; como el prólogo antes de los sorprendentes créditos, la acción sustentada en la pirotecnia de sus persecuciones y peleas, la relación con la chica de turno, felonías, conspiraciones y grandes dosis de adrenalina.
‘Casino Royale’ es un nuevo comienzo para una saga de acción y espionaje que representa una ostentosa operación de renovación, desde la incorporación del rudo rostro de Craig, que mantiene (de una forma más hierática) el egocentrismo, la arrogancia y el carácter seductor del personaje, hasta la voluntaria destrucción de algunos de los más inviolables estereotipos de la saga (como la ausencia de gadgets de última generación) para mostrar, en consecuencia, las causas de algunos factores categóricos de este nuevo mundo 007 modernizado. Ahora importa la gravedad dramática escondida detrás del tono superficial que pretende dar, prevaleciendo la acción y la incertidumbre sobre un fondo argumental en el que sobresalen dilemas morales y ambigüedad en sus personajes principales. Efecto que decrece en interés en el último tramo de ‘Casino Royale’, donde, a pesar de no menoscabar sus virtudes desarrolladas, se enfatiza el carácter humano y sentimental de Bond y se terminador incidir en exceso en su vulnerabilidad y en sus dudas.
En cualquier caso, hay que subrayar ‘Casino Royale’ como una interesante cinta de acción donde se acentúa la fisicidad hemostática y el dinamismo dosificado, que repercuten positivamente en un filme que promete una nueva variante en el género de acción y reaviva con grandes expectativas una saga que precisaba de esta acertada y radical evolución en la desmitificación de la imagen del superagente secreto sin defraudar a mitómanos, espectadores ajenos a la iconografía e incluso agradando al sector crítico. Todo un logro.
Miguel Á. Refoyo "Refo" © 2006

viernes, 22 de diciembre de 2006

20297

“Disfrutar”, “Celebrarlo”, “Para los regalos de la familia”, “Casarme”, “Comprarme un piso”, pero sobre todo la porfiada “tapar agujeros” (expresión jornalera de cemento y ladrillo y ex profesión de Nacho Vidal) son expresiones que contestan, entre la lógica y desmesurada exultación, aquellos afortunados a los que la suerte les sonríe en una jornada navideña como esta.
La Lotería es parte absurda de la navidad, momentos que dejan ese aire de ‘déjà vu’ anual, con las voces en forma de letanía numérica los niños de San Idelfonso de fondo, la televisión encendida donde van apareciendo multitudes enardecidas alrededor de un periodista contagiado de euforia gritando y gritando paridas, conscientes de que sus vidas ha cambiado en una sola posibilidad entre 84.999. Es más fácil, por tanto, que los hermanos Wenstein entren por la puerta de tu casa cuando estás en pijama a proponerte rodar una superproducción hollywodiense que te toque un primer premio. O, en plan aguafiestas, tener un accidente de esos 49 accidentes aéreos que hay en el año cada 166.000 vuelos que despegan anualmente0 en todo el mundo.
Otro año más los telediarios se apuntan al carro de la noticia fácil y manufacturada, el ambiente navideño suena con más estruendo a comercialidad y apariencia, el fin de año se acerca y aquellos que juegan y depositan alguna esperanza en que la lotería les solucione la vida miran con recelo y piensan que, por un momento, éste era su año, el año que la lotería iba a solventarle la vida. Pero no, la dura realidad les devuelve a estas fechas donde el gasto se duplica y el frío hace mella en el ánimo de un ciudadano que, el año que viene, volverá a jugar con esa estrafalaria ilusión y disimulado escepticismo.
En cualquier caso, felicidades a aquellos a los que vivan en Almazán, Santiponce, Onil, Benidorm, Valencia capital, Vitoria y de Fuenlabrada y les haya tocado algo con ese número 20297.
¿Algún premiado entre los lectores que quiera, de forma altruista, donar algo para la producción de un exitoso y futuro proyecto cortometrajístico?

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Los músicos y el golf

Términos como ‘tee de salida’, ‘dogleg’, ‘fairway’, ‘rough’, ‘green’, ‘bunker’, water hazard’… son utilizados con el mundo de los hoyos y los palos, del golf, en definitiva, que muchos artistas de diversos ámbitos tienen como hobbie y ocio, desarrollando al aire libre y en plena naturaleza esa armonía y apacibilidad que aporta un juego que ha sido, históricamente, vinculado a la burguesía y a la alta aristocracia. Un deporte, sin embargo, que cada día más se ha hecho asequible y popular, sobre todo para un nutrido grupo de célebres músicos que mejoran su handicap en las frondosas hierbas de lujosos campos, emulando así a los Ben Hogan, Bobby Jones, Harold Jug McSpaden, Tom Morris, Arnold Palmer, Greg Norman o Tiger Woods.
La revista Golf Digest ha publicado una lista con el top 100 de handicaps pertenecientes a músicos famosos que componen un peculiar ranking de golfistas rockeros, tunantes, artistas compositores y, sobre todo, artistas del country. Desde el mítico Bob Dylan, pasando por Alice Cooper, Huey Lewis, Justin Timberlake, Willie Nelson, Celine Dion hasta llegar a gente como Vince Neil, Neil Young o Meat Loaf son fervientes apasionados de este reposado juego en el que muchos de ellos saben lo que es conseguir grandes ‘birdies’ o ‘boogies’ (como Kenny G, en lo alto de la lista) y otros lo que es cerrar un campo de golf sin haber metido una bola en su solo hoyo.

Tera Patrick: la eterna quimera sexual

¿La veis bien? ¿Verdad que es impresionante? Es uno de los sueños recurrentes más febriles y enardecidos que ha existido en este terrenal mundo desde inmemoriales tiempos de entusiasmo onanístico. La eterna Tera Patrick, ese conjuro de los dioses se ha convertido en el deseo sexual de cualquier noche, ya sea de verano, de invierno o de cualquier estación del año… Hija de padre inglés y de madre tailandesa, esta poderosa y magnética hembra dotada de inverosímil belleza y el voluptuoso cuerpo abastecido con la perfección de las ninfas fabulescas. Esta mujer, amigos míos, provoca expresiones comunes que desatan la vena agreste y abandona los buenos modos con frases tales como “me la pone con brillo”, “me levanta el cimbrel”, “me calienta la fogata”, “me pone pinchote”. Como se quiera llamar, su cautivadora atracción sexual reverbera los más bajos instintos masculinos. Al menos los míos.
Patrick tiene carrera universitaria, fue enfermera profesional a la vez que compaginaba su carrera de sanadora (no quiero imaginarme estar enfermo y ser atendido por esta deliciosa y corpórea mujer) con sus apariciones en revistas de moda como Harper's Bazaar o Vogue. Desde que la prestigiosa fotógrafa del universo XxX Suze Randall obrara el milagro de mostrar sus imperiales atributos al mundo, Tera Patrick se convertiría en un icono de los amantes del ‘hobbie a una mano’.
Su carrera en el mundo del cine porno ha sido fulgurante; pasó de ser portada en revistas subidas de tono como Penthouse, Hustler y Playboy a debutar en rollo sicalíptico con ‘Aroused’, del rey del ‘porno chic’ Andrew Blake y pasar a ser una estrella total del género, llegando a rodar más de 80 películas. Ha trabajado con sellos tan conocidos como Digital Playground (inolvidable su ‘Virtual Sex’) o Vivid, dando a sus miles de fans esos característicos gemidos, orgasmos afectados por una sensualidad fuera de toda lógica que mitificó imbuido en su habitual gamberrismo Howard Stern en su programa radiofónico. La fantasía hecha carne. Casada con Evan Seinfeld, el cantante/bajista de Biohazard y conocido como Spyder Jonez dentro del imperio XXX, ha rodado junto a él cinco películas, entre las que destaca ‘Teradise Island: Anal Fever’, el nuevo título de esta musa masturbatoria y que tanto recuerda a ‘Caribbean Undercover’, donde Patrick, desnaturalizada por operaciones de aumento pectoral y enflaquecida por algún otra mal trago, sigue dando lo mejor de sí misma.
Bien, pues además de la gratuidad del post para destacar a esta inspiradora deidad estimulantemente sexual, hay que destacar la aparición de lo que parece un ‘fake’ de lo que sería un juego interactivo sobre la pornostar: ‘Virtual Tera’, una experiencia vivida en primera persona con la Patrick, una fantasía a modo de juego en 3D con la que satisfacer el ocio en dos vertientes; el más instintivo y el de pasatiempo computerizado. Y se supone que es un fake, porque la recreación de este ‘teaser’ animado de lo que puede ser ‘Teradise’ recuerda en exceso a ese lujo al alcance de unos pocos que es el ‘Virtual Hottie 2’, elaborado juego pornográfico que supone un logro en el ocio sexual dentro de un mundo interactivo con infinidad de posibilidades eróticofestivas solamente para mayores de 18 años.
Si os gusta lo que veis en este vídeo y os apetece, de repente, jugar a este juego, ya sabéis qué pedirle estas Navidades a los Reyes Magos.