miércoles, 9 de febrero de 2005

Madre mía, con Tonya...

Seguro que recordáis a Tonya Harding, aquella patinadora de hielo envidiosa, vírica y pérfida que levantó uno de los mayores escándalos protagonizado en unos Juegos Olímpicos de Invierno (concretamente, los del 1994), cuando, ni corta ni perezosa, hizo que su marido, Jeff Gillooly, pagara 6.500 dólares a unos matones para que le destrozaran la rodilla a la patinadora Nancy Kerrigan, su principal rival en la competición. Sin remordimientos, en plan vendetta, al más puro estilo mafia deportiva.
Por supuesto, fue retirada de la competición de por vida. Pero ahí, no acabó la historia, ya que cuando el matrimonio se vio envuelto en esta trama, Harding, cruel, egoísta y codiciosa, denunció a su marido como único responsable de los hechos. Como venganza, Gillooly, furioso, vendió un video pornográfico de su noche de bodas para que todo el mundo lo viera. Esperpéntico.
Un culebrón en toda regla.
Aunque Tonya dijo en el juicio que no conocía los planes de su marido, se declaró culpable para eludir la prisión y fue condenada a 500 horas de servicios a la comunidad y a una multa de 160 mil dólares.
¿Qué es de Tonya en la actualidad?
Pues desde hace dos años es ¡boxeadora! Como lo cuento. Y bastante mala, por cierto. Ya que suelen noquearla a las primeras de cambio. Eso sí, ella confiesa ser como ‘el conejito de ‘Energizer’ y asegura que mejorará para ser la campeona de su peso. Un dato para el recuerdo: la llamada ‘Ice Witch’ del ring batió en marzo de 2003 a Paula Jones, otra zorrilla famosa por haber acusado al ex presidente estadounidense Bill Clinton de acoso sexual. Las dos se zurraron vehementemente (a hostia viva) en una pelea de boxeo organizada por la cadena de televisión estadounidense Fox. Y luego dicen que la caja tonta no convida a eventos televisivos interesantes.
Es curioso saber dónde acaban jumentos como esta tipeja.
Por cierto ¿es cosa mía o ahora que está más gorda y desagradable se parece a Eugenia Martínez de Irujo?

martes, 8 de febrero de 2005

Memento: Otnemem

Recuerdos perdidos
Christopher Nolan logró con su segundo filme transgredir las bases del ‘thriller’ y ofrecer una cinta marcada por una sublime e inesperada narración retroactiva.
La memoria siempre ha sido un recurso infalible en el ‘thriller’, y su distorsión o pérdida un elemento alterador de una realidad que se vuelve agresiva ante el ser humano que la padezca. Elemento genuino y revisitado para géneros fílmicos enigmáticos e indescifrables. Jugando con este fundamento, el segundo filme de Christopher Nolan, ‘Memento’, indagó, de forma excepcional, en la dificultad que entrañan las diversas formas de inteligencia que tienden a dar la inalcanzable estructura personal que engloba la memoria y su ámbito más tenebroso.
La historia de este ‘thriller’ perturbador y original descompone la vida de Leonard Selby, un hombre que, sin poder recordar lo que ha hecho en sólo un cuarto de hora, vive para vengar la salvaje muerte de su esposa recordando su propósito mediante tatuajes y fotografías instantáneas. Como un verdadero puzzle de situaciones contrapuestas, jugando arriesgadamente en el filo, la que fue una de las sorpresas de 2001 enalteció su imprescindible visión con una capacidad de sorpresa inquietante, pocas veces vista en el cine moderno. Con una planificación argumental y narrativa de compleja construcción y portentoso efecto formal, Nolan subviertió los designios del género entrelazando los indicios descriptivos de su magnífico guión hacia atrás.
Por tanto, la entidad, la habilidad y la sorpresa de este excelente filme consistieron en detallar el final en su prodigioso prólogo para, mediante ‘flash-backs’ de corta duración (ajustada al tiempo que puede retener los recuerdos el protagonista), desvelar su extraño e inquietante ‘epílogo-comienzo’ de todo lo que el desconcertado espectador ha visto. Inaudita profundización en la fragmentación y desglose del guión, la gran condición que hace inmensa la perspectiva narrativa de Nolan es una experimentación llena de puntos de giros retroactivos (y a su vez progresivos), de una acción minada con un ingenio inquieto y amenazante, dejando el carácter y el pensamiento alterados por la efímera muestra real de lo que pasa por la vida del amnésico investigador. Yendo hacia atrás y hacia delante en alteraciones temporales de una limpieza abrumante.
‘Memento’ se construye bajo unos personajes ambiguos y enigmáticos, que son utilizados por Nolan para desvelar, de forma nihilista e inhumana, una reflexión sobre los oscuros dominios de la mente, inspirados, a pesar de la amnesia, por el egoísmo, la venganza, la violencia y la condición más lóbrega del ser humano. La estética enrarecida por una atmósfera y un ‘tempo’ narrativo inhabitual son utilizados para desarrollar la memoria perdida a través de los ojos de un espectador obligado a hacerse preguntas, a recolocar las piezas de este rompecabezas interactivo. ‘Memento’ es un ejercicio de estilo convertido en una expiación final de la culpa efímera de un personaje imborrable que Guy Pierce se encarga de hacer todavía más atractivo.
El juego de Nolan fue, en definitiva, una asombrosa conjunción de virtudes como nueva perspectiva del misterio que abarcan los sueños, los recuerdos, los deseos y una realidad transformada en onírica, circunscrita a una enfermedad que desvanece el pasado en unos minutos. De ahí que el protagonista utilice su cuerpo como libreta para apuntar aquello que es imprescindible. Para conseguir recordar su particular venganza, su objetivo vital a consumar. Como si su memoria viniera a ser una Polaroid con proceso invertido que tiene como fin un principio inesperado, para desenterrar que lo que Nolan ha contado ha sido un proceso circular que no tiene fin.
‘Memento’ fue, como conclusión (o presentación), una honesta y plausible experimentación genérica que da como resultado un ‘thriller’ innovador y revolucionario, en el que se propuso una nueva vuelta de tuerca a la modernidad argumental, basada en que el público se pregunte lo mismo que el personaje principal, para buscar el efecto, porque la causa se sabe desde el comienzo. Desde el final. Una imprescindible película que marcó desde su estreno, con su presencia, una de las grandes películas de culto de la década.
Y este 'spoiler' visual, clave de todo.

4703 ¡Hsin nian kuai le!

Mientras José Luis Garci y sus encopetados acólitos, contertulios no siempre eruditos y a veces engreídos, acaban de cumplir una década en antena con su casi siempre interesante ‘Qué grande es el cine’, hoy se ha acabado el año chino del Mono. Y acaba de llegar uno de los días más esperados, porque comienza el año del Gallo, el número 4703 del calendario chino. Estoy por salir y celebrarlo. Seguro que esta noche si vas a cenar a un restaurante chino y te invitan a descomunales cantidades de ese asqueroso ‘sake’ que lleva una lagartija dentro y que pega de la hostia. Me encanta la cultura china. Me fascina esa idea de dejar que la reflexión y la búsqueda del Tao (que es la verdadera esencia del hombre) sea la vértebra que organiza la vida social y deja también que se imponga a cualquier patrón moral para que el poder central seas tú mismo e inculcar así tu propia esencia con éxito en la vida.
Suena bien.
Soy un fanático, amigos. Tanto, como Garci del boxeo, como Aznar del paddle, como Fran Rivera de los machos con cuero. Bueno, en definitiva, que me atrae irremediablemente la cultura oriental. Como arroz cada día para ver si así me estriño y consigo esos ojos rasgados tan exóticos. Envidio a los chinos porque casi nunca se quedan calvos. Vale, Pat Morita -el profesor Miyagi- sí. Total, que quiero llegar al fondo de la cuestión vital por medio de las oscuras doctrinas, o mejor aún, de las oscuras enseñanzas. Es decir, lo que los bajitos sin pestañas llaman el Xuan Xue. Llegados a este punto es cuando reflexiono acerca del tiempo invertido en esta absurda afición. Si no ha sido infructuoso leer y analizar a Confucio, desvelarme por conocer el Tai Chi Chuan o ser firme conocedor y defensor de las doctrinas llevadas a cabo por los Fangshi.
A veces pienso que lo único que soy es gilipollas. O al menos, que me he vuelto así, de tanto leer y ver películas asiáticas.
Pero vamos, que leyendo que otros proponen una masturbación global en Asia para dar buen rollo al mundo… creo pensar que sigo cuerdo.
Os dejo una tabla por si queréis saber a qué signo pertenecéis en el calendario chino.

El invierno durará 6 semanas más... PHIL lo ha augurado

Hace una semana se me olvidó, lamentablemente, acudir a una noticia ineludible para todo buen ‘freak’ que se precie. Este 2005 aún no sabía qué había pasado en Punxsutawney, Pensylvannia, ni que había pasado con Phil, la marmota de las marmotas, el pronosticador de pronosticadores, cuando el presidente William Cooper le ha convocado para saber cuánto durará el invierno de este año.
Pues mal asunto, porque el pasado 2 de febrero, Phil también vio su sombra como el pasado año, por lo que el invierno durará 6 semanas más.
La tradición de la marmota como meteoróloga está arraigada en la festividad cristiana de la Candelaria y la creencia popular de que si un animal que hiberna ve su propia sombra, el invierno durará otras seis semanas. En Estados Unidos los granjeros observan a la marmota Phil para decidir cuándo plantar sus cultivos, aunque según la revista National Geographic, la marmota sólo ha pronosticado el final del invierno correctamente el 28% de las veces en 60 años.
Pero Phil, de Punxsutawney, a pesar de ser el más famoso internacionalemente (conocido gracias a esa magistral comedia de Harold Ramis con un ciclópeo Bill Murray), no es la única marmota a la que se atribuyen habilidades meteorológicas. Phil tiene un rival en Lilburn (Georgia), donde su contrincante es General Beauregard Lee que, como un inesperado ‘pichabrava’, salió de su madriguera acompañado de una sexy marmotilla que impidió que Beau Lee viera o no su sombra.

lunes, 7 de febrero de 2005

La película del Millón de Dólares

Hoy he visto una de esas películas tan profundamente emocionales, tan perfecta, tan trágica y tan redonda que es imposible no conmoverse al pensar en ella. Pura emoción. CINE con mayúsculas.
Hacía mucho tiempo que no lloraba tanto en una sala como lo he hecho hoy. Hacía mucho tiempo que un filme no suscitaba en mí tantas preguntas y todas en el insondable terreno de la existencia humana, de una forma tan directa y cruel. Hacía mucho tiempo que unas imágenes como las de los personajes de Eastwood, Swank y Freeman no provocaban tanta piedad y, a su vez, una extraña inquietud, a medio camino entre la esperanza y el temor.
A buen seguro, estarán también mucho tiempo sin salir de mi cabeza, pensando en cada frase, en la sabiduría de cada plano, en su perfección.
Se me acumulan las críticas, pero la de ‘Million Dollar Baby’ tiene prioridad absoluta. Así que pronto la leeréis.
Sólo os pido una cosa si aún no la habéis visto y no es tarde: no echéis ese pequeño vistazo preliminar a la sinopsis, procurad no enteraos del argumento y, por supuesto, no leáis críticas. Id al cine como he ido yo, sin saber más que quién era el director y sus protagonistas.
De momento, tenéis una cita con una de las mejores películas del año.

¿Un mito fotográfico o un montaje?

Todos pudimos ver en septiembre de 2000 cómo Mohamed al-Dura, se agarraba al cuerpo de su padre en medio de una lluvia de balas que lograron acabar con su vida. Esta desgarradora imagen nos dejó una muerte para la memoria colectiva bélica. En Egipto le han dedicado calles, sellos y todavía no se ha olvidado su sacrificio. Todo un icono de la Segunda Entifada. Pero tampoco se ha olvidado la gran duda que generó este crimen, ya que aún no se sabe si el disparo que acabó con la vida del niño salió de un arma israelí o palestina.
El caso es que Charles Enderlin, de France 2 capturó el momento cuando trabajaba como corresponsal en Jerusalén y pasó a la historia por su trabajo. Lo sorprendente ha sido la aparición esta semana de Daniel Leconte, un antiguo corresponsal la misma cadena, poniendo en duda la autenticidad de las imágenes. Y no es algo nuevo, porque desde su aparición varios investigadores han intentado probar la autenticidad del documento. Enderlin siempre afirmó que los israelíes fueron los culpables de su asesinato.Sin embargo todo parece apuntar a que se había alterado la realidad. Por ejemplo, Richard Landes, de la Universidad de Boston University, ha estudiado otras filmaciones de ese día, incluyendo varias en las que se observa al chavalín. Su conclusión es que existe una manipulación en las imágenes.
De nuevo, el periodismo se ha visto salpicado por otro caso de manipulación, de cambios orientativos en términos de mensaje, sin ‘gatekeeper’ ni filtros que valgan. Lecciones que no te enseñan en la Facultad pero que descubres años después en una profesión movida por la mentira y los intereses (sean del tipo que sean). El Cuarto Poder, como dijo Gustave Flaubert, se ha convertido en el síntoma de corrupción, la demostración de que la estupidez humana es la existencia y manejo de los lugares comunes. Y de que la manipulación, por muy honrada y desinteresada que sea, convierte al informador en dueño de lo que ocurre. Todo un peligro en nuestros días.
Siempre creí que debí haber hecho Bellas Artes o Filosofía. Y tiempo después estoy convencido de que me equivoqué al estudiar Periodismo. O tal vez no.

domingo, 6 de febrero de 2005

La otra 'Superbowl'

Hace poco ha comenzado uno de esos eventos que en USA es sacrosanto, ineludible y adictivo para millones de personas que, entre cervezas, perritos calientes y banderitas nacionales, se aglutinan frente a la tele para ver la Superbowl. Aquí en España no tenemos ni idea de por qué esa adicción tan descomunal. Es más, ni siquiera sabemos un ápice de Football Americano. No sabemos las reglas, ni en qué se basa el juego, ni cuántos jugadores componen un equipo… Para los no iniciados y cayendo el tópico vendría a ser algo así como el ‘R. Madrid – Barça’ pero a un nivel tan superior que es imposible concebirlo, entender hasta dónde llega esta pasional fiebre por la NFL. Lo cierto es que parece que este año es en abierto, a no ser de que lo que esté viendo sea el previo y me quede con las ganas de ver el partido hasta las tantas de la madrugada.
En el Alltel Stadium de Jacksonville, en el soleado estado de Florida, Patriots e Eagles disputarán el trofeo Vince Lombardi. Los New Englad Patriots de Belichick sustentados en su ‘quaterback’, Tom Brady y los Philadelphia Eagles con el impresionante Donovan McNabb al frente pujaran por alzarse con un título que sigue una nación entera. Tipos gigantescos, armarios empotrados, voluminosos fulanos que acojonan con su espectacular fuerza física. Machotes yanquis en constante contacto por golpes, carreras y estratégicas jugadas para avanzar unas cuantas yardas. Todo en función de un solo objetivo: ganar la Superbowl.
¿Es divertido esto? La respuesta es evidente: NO.
La pregunta es… ¿por qué seguir con entusiasmo una ‘Superbowl’ de la NFL? Desde el año pasado la contestación tiene un claro exponente: por la Lingiere Bowl. Un espectáculo de ‘pay per view’ que se emite durante el descanso de la Super Bowl. Un prodigioso evento creado por las calenturientas mentes ávidas de belleza, dinero y audiencia. Como nos hemos quedado sin la teta de Janet y sin incentivos carnales (aunque hayamos tenido la espléndida presencia de Alicia Keys) debido al moralismo fulminante de los bienquistos norteamericanos, hay otro sector de yanquis que sabe erigir este tipo de espectáculos tan estimulantes para la vista.
¿Qué es la LFL? Os preguntaréis. Pues nada más y nada menos que docenas de hermosas y lozanas señoritas, modelos espectaculares con curvas mareantes, de esculturales cuerpos semejantes a esos tan sexualmente deseables que vemos en el ‘Playboy’. Agraciadas féminas que forman una liga de cuatro equipos, que participan en alta lencería fina y que muestran sus mejores jugadas semidesnudas, con toda la pasión que despierta el juego. Los Angeles Temptation, Chicago Bliss, Dallas Desire y Nueva York Euphorie son las cuatro escuadras de esta original y morbosa competición que deja a las Cheerleaders como simples objetos de contemplación. Aquí, las chicas más sexys están en el campo de batalla y sudan (para regocijo del que observa) por la consecución de otro premio más importante que la ‘Superbowl’: el desenfreno hormonal masculino.
Bellezas que competirán no por la exhibición deportiva exactamente, si no por otra exhibición que, si bien tiene un alto componente machista, aporta uno de los mejores momentos visuales del año. Como bien lo venden en la televisión por cable: “Una competición de belleza, de ligueros, lencería fina con las más hermosas deportistas del planeta en el Lingerie Bowl 2005. Un espectáculo en el que las mujeres juegan y los hombres ganan”.
Qué estúpida y libidinosa delectación deportiva, oiga. Todo un deporte de "contacto".
La página oficial de este esperada retransmisión anual Aquí.

Review 'Ray'

Autocomplaciente y nada comprometida con la parte oscura de esa leyenda americana que es Ray Charles, ‘Ray’, el débito fílmico de Taylor Hackford puede considerarse como un anodino ‘biopic’ que, en términos generales, no logra un aceptable interés ni trascendencia por lo ortodoxo de todos sus mecanismos intrínsecos (ya sean visuales o argumentales).
Con una inesperada anemia de fascinación, innecesariamente dilatada y lo que es peor, con pretensiones hagiográficas y épicas, ‘Ray’ a pesar de ser un filme correcto y bien manufacturado, es una sucesión de anticlimáticos fragmentos de la vida de esta leyenda americana que pasa por alto las fealdades de la oscuridad, su conocida faceta de artista atormentado y siniestro, para refulgir la parte amable y redentora de esta eminencia musical, uno de los mejores músicos de la historia.
Como una servicial visión a los éxitos del genial intérprete musical, estamos ante la antítesis de ‘Bird’, la descorazonadora obra maestra de Clint Eastwood basada en Charlie Parker, debido al insistente y absurdo hipnotismo por parte de Hackford y su guionista por la aburrida historia de superación personal tan eficaz para el Hollywood más simplón y moralista. Y es que ‘Ray’ abusa de todos los tópicos habidos y por haber; varios traumas infantiles (narrados como no podía ser de otro modo en torpes ‘flash backs’), la dura trayectoria de una vida marcada por las drogas y las infidelidades, el libertinaje con sentido moral y aleccionador, una madre protectora que sigue los patrones del personaje de Sally Field en ‘Forrest Gump’, la corrupción personal a la aboca la fama y el dinero… Errores que, por supuesto, gracias a su esfuerzo como heroico ser humano, el protagonista supera para convertirse en poco menos que San Ray Charles.
Si a esto le sumamos una evidente falta de pasión por la historia y su total insuficiencia dramática, la cinta de Hackford podría considerarse un fracaso descomunal, desaprovechando la oportunidad de haber creado una antológica visión del mito, aunque haya que reconocerle al director de ‘Prueba de vida’ su perfecto encadenamiento de las legendarias canciones de Charles con su menos interesante (al menos fílmicamente) itinerario personal y profesional.
Y sí, Jaime Foxx está a la altura de las circunstancias, convirtiéndose en el único pilar sobre el que se sostienen las más de dos horas y media de película. La dedicación del joven talento afroamericano es tal, que su majestuosa y elegante interpretación dejan la sensación de no haber desperdiciado el tiempo, de asistir a una sobresaliente composición de inconfundible gesticulación, progresivos movimientos drogodependientes y la esencia personal de Ray Charles en sus actuaciones. Tanto, que cuando él decae en su atinado esfuerzo, la película padece una soporífera astenia visual. Clifton Powell como el leal Jeff Brown y, sobre todo, Sharon Warren como madre del artista alcanzan un nivel de interpretación que dejan ver, una vez más, lo que pudo ser y no fue.
Una verdadera lástima.

sábado, 5 de febrero de 2005

Seis meses del Abismo en la 'Blogosfera'

Como hace pocos días en El blog Ausente (necesaria weblog del gran Absense) hoy, 5 de febrero, se cumplen seis meses desde que naciera este ‘Mundo desde el Abismo’. Medio año, muchos posts (tantos, que he perdido la cuenta), algunos muy buenos, otros triviales, muchos de ellos malos y simples. No sé muy bien por qué me decidí a crear un blog, ni siquiera si tiene sentido seguir haciéndolo. Pero las más 16.000 visitas en este medio año me hacen albergar esperanzas de que sí lo es. Así que gracias a los que cada día entráis y leéis (o simplemente ojeáis el blog), a los que penetráis de vez en cuando, a los que pasaron al Abismo y se fueron pesarosos y a todos aquellos que, sin duda alguna, están por llegar.
Yo ni siquiera sabía lo que era un weblog hasta que entré en este enloquecido submundo gracias ese Midas de la diversión y gran amigo, mi padrino blogger que es rAfA Gil y su nopodemosmas. Luego, descubrí que el término weblog se atribuye a Jorn Barger, quien puso en marcha el primero en 1996, aunque también se adjudica a Evan Williams, fundador de Pyra Labs, la herramienta de autopublicación de bitácoras más popular.
He intentado tocar todos los palos, describir con subjetividad los temas menos trascendentes de la actualidad periodística (evitando caer en cualquier tipo de elocuencia demagógica en las pocas ocasiones en las que he escrito de política), también apuntes sobre mi patética vida de parado sin perspectivas, análisis culturales y del universo del ocio desde el rigor, siempre procurando aportar algo de humor y verter todos mis conocimientos cinematográficos (incluyendo mis dilatadas críticas) en un blog asentado en el desorden, donde el cine tiene prioridad, pero en el que ningún tema queda expedito. Todo está trastornado por la locura y precipitación con la nacen los posts, desde el arrebato y la inmediatez. De ahí que haya días en los que se hayan dado hasta cinco posts, como si mi mente y mis dedos se confabularan para escribir en ingentes cantidades, sin freno, oligofrénico escribiente sin remedio. Eso sí, lo que he procurado en todo momento ha sido mejorar el Abismo en todos sus aspectos y, de paso, aprender. Espero estar en el buen camino.
Por cierto, últimamente se está escribiendo en los ‘mass media’ de la proliferación cada vez más exorbitante de Blogs, de gente que vuelca sus paranoias vitales, inquietudes culturales o, simplemente, letras con contexto y sentido (o sin sentido, que de todo hay en la ‘blogesfera’).
Lo que me hace gracia es la actitud de ciertos expertos en comunicación, que debaten si los blogs son periodismo o no y si llegarán a competir algún día con los medios tradicionales. Yo no considero lo que hago como periodismo, aunque a veces lo haga, por deformación profesional (para eso he pasado cinco años en el bar de la Facultad de Periodismo). Pero si no tengo posibilidad de escribir remuneradamente, ningún medio me contrata y no me dan oportunidades, al menos poder tener la libertad de escribir sin coacciones ni cortes, haciendo lo único que sé hacer. Comunicación interactiva, amigos. Ésa es la clave. Aunque también el otro día alguien me contaba que tener un blog y escribir posts en él es equiparable a un náufrago que mete sus mensajes en una botella y después los lanza al océano, sin saber si alguien los leerá o no. Cuánta razón.
Cierto es que los blogs nacieron con vocación de intimidad, pero lo divertido de esta moda (cada vez más arraigada a nuestra lectura diaria) es contagiarlos e infectarlos con todo tipo de géneros. Por eso los weblogs ya no son dominios de aquellos que los crearon como diario de pensamientos, del día a día o simplemente de reflexiones. Ahora los bloggers pueden hacer con su página un foro propio de cualquier tema, sea cual sea. Por ejemplo, ‘Un mundo desde el Abismo’ nunca surgió con vocación egoísta, con la idea de escribir para mí mismo como si esto fuera un relato o un guión, sino que la erigí con una soterrada vocación de alcance, para dar a conocer mis puntos de vista acerca de muchos temas y de que la gente, en definitiva, me lea, me contradiga o dé la razón, valore mi esfuerzo diario o me ponga a parir. Y esa sigue siendo la práctica, aunque a veces plasme absurdas reflexiones personales o puntuales aspectos de mi vida privada.
Decía una reaccionaria y chocheante Carmen Rigalt, plumilla tramoyista y petulante donde las haya, que las blogs esconden en su mayoría “mucho pensamiento neocon, mucha derecha vergonzosa (y vergonzante), mucho enano infiltrado”. Para esta señora los bloggers sueltan paridas en un blog, amenazando la corrección periodística, intentado decir que cualquiera puede escribir cualquier gilipollez. Y de eso se trata, de libertad, señora Rigalt. Me hizo gracia lo que dijo acerca de que el lenguaje está en juego, de se está perdiendo “la delicadeza de palabras e ideas aseadas”. Descojonante. Fundamentalmente porque en muchas de las weblogs que habitualmente sigo tienen profesionales del periodismo, grandes talentos de la escritura, genios de la palabra que no tienen necesidad de un título para hacer disfrutar al lector con su escritura. Más acertado está el periodista José Cervera cuando considera que los ‘weblogs’ abren una nueva etapa en la comunicación. Y es así, en todos los sentidos. Con gran variedad de temática adecuada al lector.
Y así surgió ‘Un mundo desde al Abismo’, con un propósito de actualización constante como meta a la que se uniera el entusiasmo por escribir unos ciertos contenidos bien segmentados y orientados hacia un tipo de publico determinado, a vosotros, que pasáis por aquí y que, con vuestra presencia, me alentáis a seguir este arduo trabajo. No es fácil mantener una weblog y vosotros lo sabéis que, generalmente, tenéis una mucho mejor que esta.
Para terminar, estaba intentando haceros más fácil el poder participar en el Abismo, uniéndome a la familia de Haloscan. Algo que debería haber hecho hace mucho tiempo.
Bueno, pues el tema de los comments ya está arreglado. Incluso empiezo a saber alguna noción de HMTL. La única traba de Haloscan es haber perdido momentáneamente los ‘comments’ que habéis realizado hasta la fecha. Pero tranquilos, ya que para no perder las grandes reflexiones vertidas aquí, he optado por copiarlas e ir introduciéndolas poco a poco, con el nombre de cada uno y las glosas exactas, tal y como las escribisteis. Será muy duro. Pero os lo merecéis.
Un saludo y muchas gracias a tod@s.

viernes, 4 de febrero de 2005

Ya hay enemigo de 'Spider-Man' para su tercera parte

Pues sí, amigos. Ni Rhino, ni Misterio, ni Scorpion. Muy posiblemente el archienemigo de la tercera entrega de ‘Spider-Man’ será Venom. O esos son los más sólidos rumores sobre el nuevo antagonista del héroe arácnido.
Sam Raimi y los demás miembros de la trilogía quieren cerrar su compromiso con la Saga haciéndolo de la mejor manera posible, otorgando al fan del cómic y de las películas una última muestra de calidad y cerrar una trilogía que ha rebasado (por lo menos con las dos primeras partes) cualquier expectativa.
La historia de Venom: Eddie Brock era un empleado del Daily Bugle que perdió su empleo por un equívoco reportaje respecto a la identidad de un villano llamado el ‘Devorador de Pecados’, que resultó ser una farsa descubierta, como no, por ‘Spider-Man’. Con ese odio en común, la simbiosis (el ser simbiótico que es Venom) y Brock se fusionaron en un poderoso criminal que seria el veneno de la existencia de Araña: Venom, la perfecta némesis que encarna el propio potencial oscuro del hombre araña.
‘Spider-Man 3’ se estrenará en mayo de 2007.