miércoles, 12 de enero de 2005

AVN Awards 2004 ¡¡We love you, Jenna!!

Uno de los eventos más importantes del año de un género predilecto de aquellos que veneramos el noble arte del descarrío sicalíptico manual tuvo lugar en la noche del 8 de enero en el lujoso hotel The Venetian Hotel & Casino Ballroomsde, en Las Vegas, como cada año. Me refiero a la entrega de los premios AVN 2004, es decir, como si habláramos de los Oscars del cine para adultos.
Mi gran diosa onírica junto a Tera Patrick, Jenna Jameson, ambas situadas por la naturaleza en esa categoría de mujeres diseñadas para que un hombre babee en su presencia, fue con todo el merecimiento la gran triunfadora de la gala, esta vez reconvertida la espectacular rubia en una preciosa morenaza con el pelo recogido en una enorme flor. Tres premios individuales: mejor actriz del año en una película de cine, mejor actriz en una escena hetero y mejor actriz en una escena lésbica. Es la mejor en todos los terrenos. Sus películas ‘The Masseuse’ y ‘Bella Loves Jenna’ fueron igualmente las grandes ganadoras de la noche. Las películas de Jenna se alzaron hasta con 15 galardones de estos Oscars del cine porno (en todos sus ámbitos, pero donde prevalece el subgénero ‘chic’).
Hubo buenas noticias para el cine X español, ya que Narcís Bosch obtuvo el mejor premio al director extranjero con su primer lanzamiento internacional. Otras jaquetonas que se llevaron premios en esta gala llena de glamour, tacones altos, grandes pechos siliconados y explicitud corporal fueron la Katsumi, una estrella pornoeuropea poseedora de una extraña belleza mezcla de sus raíces francesas y vietnamitas, así como la pizpireta Cytherea, que se llevó el de mejor novata del año y la gran Lauren Phoenix. Entre los maromos de ‘tres piernas’, destacaron los siempre aguerridos Manuel Ferrara y el marido de la Jamesson, Justin Sterling que se llevaron sendos galardones a los mejores actores genéricos en distintas categorías.
El momento emotivo vino dado cuando Paul Fishbein, fundador de los AVN dedicó un sentido homenaje a dos grandes hombres del medio que nos dejaron en 2004: el gran Russ Meyer, creador de películas ‘sexploitation’ y dinamitadoras de la moral falsaria yanqui ("Sus defensas legales prepararon el terreno para los cineastas de cine porno contemporáneos") y Jim Holliday, el fenomenal historiador del cine X y director de grandes gestas pornofilas.
El humor, cómo no, procedió de ese genio de cuerpo fondón y carisma ciclópea que es Ron Jeremy, al que incluyeron en el ‘Hall of fame’ (algo así como concederle a una personalidad de Hollywood el Oscar Honorífico) cuando dijo al agradecer su premio: "He tenido relaciones sexuales con más de 4.000 mujeres pero solamente 9 lo admitirán".
Os dejo algunas instantáneas de la 'red carpet' aquí.
Por supuesto, una noticia como esta no podía faltar en el Abismo.

¿No quieres sopa? Pues toma dos tazas

¿Qué no tenemos suficientes adaptaciones de cómics? Pues venga, otra más. El tema es que cada día surge un nuevo rumor en las diversas páginas dedicadas al cine y al cómic sobre la enésima traslación de algún superhéroe de las páginas tebeísticas al celuloide. Y lo peor, es que el 90% de ellos se materializa. Y suelen hacerlo en filmes que, en muy pocas de las ocasiones, satisfacen las ilusiones de los seguidores del cómic adaptado.
Sin enumerar los proyectos que llegarán este año, los que se están ultimando y los futuros que atienden a intereses meramente comerciales, la última de estas adquisiciones por parte de Hollywood para inflar sus arcas manifestando con la masiva sustracción de ideas del noveno arte una peligrosa carencia de ideas es, nada más y nada menos, que ‘Luke Cage’, el nuevo cómic que será llevado a la gran pantalla por el afroamericano John Singleton (que no tuvo suficiente con mancillar a ‘Shaft’), que es lo debido cuando un producto tan específico como este está dedicado al enaltecimiento de un lector o público definido. ¿Qué quién es ‘Luke Cage? Pues un superhéroe de los años 70, que nació bajo el yugo de la rememorada ‘blaxplotation’, prorrumpiendo como señuelo de los editores de Marvel para cautivar a los lectores de color y granjearse así su buen dinero con cómics destinados para afroamericanos, cansados de que los denodados héroes del papel siempre fueran blancos y guapos. La serie de cómics protagonizada por Cage se destinó, además, a un público más adulto, por lo que a priori parecía un valor de transformación.
El hombre llamado Carl Lucas más tarde acabaría llamándose Luke Cage, un titánico fulano curtido a hostias en el guettos afroamericanos de Harlem, donde las bandas callejeras, las mafias, la corrupción y el dinero imponían su propia ley. Allí creció cometiendo todo tipo de delitos junto a su inseparable Willis Stryker. Pero un día su gran amigo Stryker le traiciona y Lucas acaba en la cárcel, jurando venganza por la muerte de la mujer que ambos amaban, Reva Connors.
En la cárcel un alcaide cabrón le promete la libertad condicional si aceptaba ser el sujeto del experimento. En vez de acabar con la vida de Lucas con un buen baño de productos químicos, produciendo una mutación en sus tejidos corporales que le dieron una fuerza sobrehumana. Así nace Luke Cage, un pedazo de toro rabioso que logra escapar de la prisión para impartir justicia y consumar su punición. Más o menos, ésa es la historia. Tradicionalmente, Luke Cage ha sido considerado uno de los personajes de ‘segunda división’ tanto por el mundo del cómic como por la editorial Marvel. Pero Cage tiene sus específicas y excepcionales peculiaridades que le desvían del héroe al uso, ya que en vez de luchar por el bien social, como un filántropo en pos de la humanidad, es un individuo que se vende al mejor postor siempre y cuando sus acciones sean justas y no atenten contra su conciencia.
Cuando la serie se agotó, se intentó revivir a Cage junto a un compañero llamado Puño de Hierro fundando una asociación llamada ‘Héroes de Alquiler’ con base en Chicago, primero con Puño de Hierro y después se unieron otros héroes como el Caballero Negro IV o el Tigre de Plata. Sin embargo, este ‘Power Man’ nunca tuvo éxito en la editorial y pasó desapercibido para los lectores. Pero no para todos, ya que es un cómic considerado de culto para muchos eruditos de los tebeos.

martes, 11 de enero de 2005

Han empezado las rebajas. Pero ¿de qué?

Imaginaos que un buen día quedáis con una de esas amiguitas que soléis conocer un sábado por la noche. Empezáis a salir con ella y la relación se consolida paulatinamente. Que si un cine por aquí, que si una cenita por allí, que si un poco de sexo por acá. Total, que os hacéis novios. Felicidad a corto plazo. Pero no todo es bueno cuando se sale en serio con una chica. Una de las cosas a las que estáis obligados casi por decreto femenino es a acompañarla a las rebajas. Tienda arriba, tienda abajo. Hartos y cansados de esta fatigosa labor, la invitáis a un café, por variar y detener su furor consumista. Se acerca el camarero y ella se pide un café cortado y tú… ¡una rallita de coca!
Lo sé, esto es imposible, ilógico, pero me sirve de perfecta excusa para introducir la noticia que a continuación os narro. No es que se haya radicalizado la expansión de ‘Coffe Shops’ a lo grande con todo tipo de alucinógenos por toda Europa, ni que se vayan a legalizar las drogas duras (no atienden a las blandas… como para imaginar esta posibilidad). Resulta que en el Reino unido, como en los demás países con la ropa de moda y demás tiendas, para superar la complicada cuesta de enero, la cosa de las drogas está de rebajas. Los ‘camellos’, como buenos mercaderes que tutelan su negocio, quieren ampliar su cuota de mercado y han rebajado el precio de los estupefacientes. Como suena, amigos. La oferta y la demanda se ha trasladado al mundo del hampa psicotrópica; de las rallas, de las pirulas, de los porros, de los bonguis… Así, ahora mismo, una raya de cocaína en Inglaterra cuesta mucho menos que un café ‘cappuccino’ ¡A precio de ganga, oiga!
Según un estudio elaborado por la Unidad Independiente de Observación de las Drogas, una dosis de 50 mg. de esta sustancia estupefaciente suele costar 2,25 libras (unos 3 € de aquí), menos que un café en muchos bares de la carísima capital británica. En 1995, un gramo de cocaína suficiente para 20 pequeñas dosis (vamos, las papelinas de toda la vida) costaba 56,66 libras, mientras que ahora puede adquirirse la misma cantidad por apenas 45 libras.
El estudio denuncia que todas las drogas alcanzaron el año pasado su precio más barato en décadas, en algunos casos con unas «rebajas» que alcanzan el 70 %. Es el caso, por ejemplo, de la heroína: hace una década, había que pagar 83,33 libras por un gramo que ahora apenas vale 26 libras. Mientras, una pastilla de éxtasis por la que un consumidor habría pagado 11,65 libras en 1995 cuesta ahora sólo 3,5 libras.
Los descensos en los precios de otras drogas son menos acusados, pero también significativos: en los diez últimos años, el precio de una roca de «crack» se ha desplomado en las calles británicas de 21,5 a 7,55 libras, mientras que el cannabis (ojo a esto) cuesta un 50 % menos. Veamos, para hacerme un poco el Quentin Tarantino con el sistema métrico, si hace una década un octavo de onza de hachís (venga, vale, es lo que equivalente a unos 3,5 gr.) costaba más de 20 libras, ahora a precio de calle te sale tirado, por unas 9,85 libras.
De todos los modos, desde el Abismo quiero advertíos de que la droga es mala… en grandes cantidades.
Bueno, os dejo que voy a ver si meriendo unas pastillas de crack, un poco de maría o un pelotazo de clorhidrato de coca.

Beligerante y esperanzador 2005 catódico

Parece ser que la semana que hemos comenzado es mucho más importante en nuestra apática vida catódica dominada por la mugre y el ostracismo de la ‘tele-realidad’ (en sus diversas variantes), la basura mediática de un Xavier Sardá que está en las últimas. Sabiendo que sus esperpénticas raciones de lo más intrascendente y pueril de la actualidad, liquidando cualquier opción a una década que empezó en la decadencia del ‘Mississippi’ y ‘El Pelícano’ del gran Pepe Navarro y que ha acabado con un rosario de míseros programas del corazón, de despreciables personajes de moda que han degradado hasta decir basta una actualidad catódica que ha tampoco ha buscado, es hora de un cambio en nuestra malas costumbres. Es por tanto tiempo para acometer a esa tele indigna en que se ha transformado la ‘caja tonta’. 365 líneas llenas de procacidad moral, de neurastenia negociable, de vulgaridad ofensiva y porfiada con ínfulas de espectáculo.
A pesar de que Julia Otero no está teniendo los resultados esperados con sus ‘Cerezas’, que desde su primer programa han ido cayendo en una espiral de politiqueo aburrido, de cambios de secciones y vaivenes de guión, esta semana ya se está viendo un movimiento de transformación en las cadenas rivales del ‘sardanismo’ y el ‘tomatismo’, en realidad estrategias a modo de edicto en contra del monopolio de lo zafio. Sin ir más lejos, esta rivalidad de cadenas, ejemplificada esta mañana con el estreno del programa de Ana Rosa Quintana como contraposición matinal de María Teresa Campos, ha empezado una guerra silenciosa que necesita del espectador para vencer a lo vulgar, a lo absurdo de la normalidad televisiva. 2005 empieza beligerante.
Esta noche hemos disfrutado de ‘Splunge’, esa intraducible palabra concebida por los incomparables Monty Phyton que, siguiendo los pasos de los maestros británicos, ha dejado una sensación apacible, exponiendo que el humor con formato de ‘sketchs’ también es posible en la tele actual. Recordando en todo momento a aquella perdida fórmula que Milikito Aragón trajo importada del extranjero en ‘Ni en vivo ni en directo’, el nuevo programa de humor de La Primera es un plausible ejercicio de dinamismo, de frenética construcción caracterizada por el diligencia y limpieza donde los ocurrentes momentos cómicos se suceden sin pausa (aunque con convencionales desequilibrios), arduo trabajo que además se subraya con la indudable chispa y ‘vis cómica’ de sus protagonistas; los geniales Florentino Fernández, Miki Nadal (se les echaba de menos a ambos), Patricia Conde y el ex equipo de ‘Fuentes & Cía.’ (mucho mejor aquí) compuesto por Agustín Jiménez, Quequé y Eva Hache. De momento, han creado buenas expectativas, lo difícil es mejorar y mantenerse en los 15 programas que les restan.
Mañana se estrena Andreu Buenafuente, el hombre destinado a quitarle la supremacía a Sardá, como ya pudieron hacerlo y no les dejaron Máximo Pradera y ese ‘show’ irrepetible que era ‘UHF’, ambos en Antena 3, que fracasaron por la incompetencia de sus programadores (que no de sus responsables). Siempre se ha oído que Buenafuente era el único capaz de arrebatarle al Capo de la Basura y su trouppe (Boris, Latre la petarda de Rocío Madrid y despojos varios). También es cierto que los espectadores catalanes no dudan en acusar al nuevo fichaje de Antena 3 de haber agotado su potencial y haberse quemado demasiado. Veremos.
Pero si por algo es importante es esta semana, concretamente la noche del miércoles, no es por la guerra de series de éxito que se han planteado Telecinco y Antena 3 con la mediocre ‘Los Serrano’ y la intermitente ‘Aquí no hay quien viva’. Lo importante se centra en ese talento inacabable que es el poliédrico Chechu Monzón, "El Gran Wyoming" con su ‘Azotea’, potencialmente el tipo con mayor amplitud de horizontes dentro del mundo de ‘showbusiness’ nacional. Un dinamitador, un Mesías Catódico que, visto lo visto, recuperará el formato de lo mejor que ha parido este país en su historia moderna: el añorado ‘El peor programa de la semana’. Una panacea de inteligencia y frescura que precisa de una oportunidad para encontrar el respaldo que suele dar la televisión pública a sus productos. Confíamos en Guayo y su universo lúdico.
Quedaros con estas sabias frases fusiladas del genial e hiriente Carlos Boyero en una columna que versa el mismo tema que este humilde post ante las palabras del maestro. Boyero asegura, con mucho juicio, que estos programas lo tienen muy difícil para arrebatarle el cetro a lo que, incomprensiblemente, triunfa: “Dudo que estos programas tengan un esplendoroso porvenir, pero qué grato sería para la higiene mental no volver a ver el careto ni a escuchar la voz de Sardá, de Mercedes Milá, de la Campos y de su pija niña, de los reyes de un negocio tan feo, tan embrutecedor, tan idiota”.
Amén.

lunes, 10 de enero de 2005

Grandiosa maquinaria de promoción

Ana Rosa Quintana, diva por excelencia de esa extraña mezcla de televisión limítrofe en la basura y el interés general, ha entrado con fuerza en las mañanas de Telecinco, estrenando su nuevo programa tras su maternidad al borde de la menopausia. Un primer programa enfrentándose a la Campos siempre tiene que tener un golpe de efecto. Y lo ha encontrado. Vaya que si lo ha encontrado, nada más y nada menos en tener como invitada a Ramona Maneiro, "Moncha", saliendo a la palestra para despejar todas las incógnitas al admitir finalmente que fue ella quien le dio el vaso con una solución de agua y cianuro a Ramón Sampedro "para que dejen de especular". Como si alguien hubiera dudado alguna vez de quién fue.
Lo curioso de todo no han sido las conmovedoras palabras de Moncha, ni su sinceridad al explicar todo el proceso de la muerte de Ramón, incluso de su certeza del sufrimiento de éste cuando bebió el cianuro y toda la historia a la que bien nos referían los numerosos documentales utilizados como recreación para ‘Mar adentro’. Lo curioso de todo ha sido entre las noticias de hoy se ha podido comprobar lo bien que le va a Amenábar en Palm Springs presentando 'The Sea Inside' (hay que llamarla así para cuando le den el Globo de Oro, los 12 Goyas y el Oscar) junto a Nicole Kidman (a la que ha entregado un premio con ese saber estar y ese depurado inglés que tiene el cineasta español) y el aspirante a todos los premios del año por su portentosa interpretación Javier Bardem. Y es que hay que ver cómo una campaña tan grandiosa y jamás vista en nuestro cine ha dado unos frutos que nadie hubiera imaginado (ni siquiera José Luis Cuerda que se ha quedado sin su merecida ración).
Un mes antes de estrenarse la película el pasado septiembre, cada día, casi todos los telediarios nacionales recapitularon el trágico y polémico suceso de Sampedro para, seguidamente, crear aún más expectativas y otorgarle una impagable promoción gratuita a la película de Amenábar. Bien, tras el exitazo posterior de la cinta, lapso no mejor aprovechado para sacar a colación en cualquier momento de la semana el caso de Sampedro, se alargó narrando, por ejemplo, cómo en su día Sampedro repartió 11 llaves entre sus amigos y a cada uno le encomendó una tarea para evitar que nadie fuera condenado por ayudarle, como en la película de Amenábar. Varios fueron los documentos visuales del pasado, los debates acerca de la eutanasia y demás menesteres surgidos de polémicas y defensas con el filme siempre presente.
Hoy, con la proximidad de los Globos de Oro (el próximo domingo) y en plena promoción para lograr la candidatura al Oscar, me sorprende esta pequeña coincidencia (no sé si buscada o no). Habrá que ver cuándo la cinta de Amenábar se haga con el Globito a la mejor película extranjera, arrase en los Goya y, si todo sale como lo tienen calculado, gane el Oscar el próximo febrero qué medios utilizarán para que se siga hablando, cinco o seis meses después, de su película. Hay que reconocer que la maquinaria que rodea a Alejandro es impresionante. Imaginaos por un momento que el cine español manufacturara y vendiera películas en la forma en la que lo está haciendo esta buena gente. Imaginad si los americanos, tan dados a los ‘remakes’, siguen las mismas pautas con la vida y muerte de Diane Pretty.
Al final, la cinta de Amenábar está consiguiendo logros que ni siquiera imaginaron Alejandrito y Mati Gil cuando se les ocurrió la gran idea de llevar la vida de Sampedro a la gran pantalla.
PD: Quien crea que estas líneas son un ataque o crítica cínica al pequeño Amenábar y su filme que eche un vistazo a esto.

Esta noche en La Primera... 'South Park, Bigger, Longer & Uncut'

¡¡¡Patada en los cojones a la hipocresía!!!
Matt Stone y Trey Parker reinciden de forma magistral en la idea de libertad crítica que ha hecho de su obra maestra catódica un fenómeno de masas.
La serie norteamericana ‘South Park’ nació en 1997 como comprometido e inverosímil envite a la innovación más radical en el siempre condescendiente género de la animación. Sus creadores, Matt Stone y Trey Parker, concibieron entonces la gran serie catódica de culto para un público adulto y juvenil abierto a la inteligencia y a la especulación. Para ello, nada mejor que adoptar la célebre Cut Out animation de Terry Gilliam y darle forma europea Koniec personificada por cinco entrañables críos con los el público pudiera disfrutar. Los monstruitos Stan, Cartman, Kyle y Kenny son los pequeños maldicientes analistas sociales precoces que, involuntariamente, escarban, de forma brutal e insensible, en las más despreciables hipocresías contemporáneas pasando con letras de oro al pináculo de la televisión más sarcástica vista hasta la fecha. ‘South Park: más largo, más grande, sin cortes’, inevitable adaptación de la polémica serie a la gran pantalla, es la mejor aportación que estos dos genios de nuestro tiempo podían aportar al celuloide, la obra necesaria para alimentar el cada vez más suculento universo del culto y la serie B.
La creación de Stone y Parker es, simplemente, una dilatación de lo más inherente de una serie magistral y corrosiva, es decir; violencia, tacos, contenidos groseros, sexo bizarro, situaciones imposibles y, sobre todo, una profunda autoparodia de la sociedad estadounidense (en realidad de la civilización moderna universal) y de los valores tramoyistas camuflados en la moralidad y en la disciplina, en último término, en la corrección política. Muy cerca del espíritu ‘gore’ y vehemente de Bill Plympton, ‘South Park’ es la más clarividente autorreflexión diatriba de nuestro cine contemporáneo, en la que los furibundos excesos de salvajismo, racismo, escatología e insolencia sirven como asepsia de la hipocresía y el credo arteramente conservador. Saltándose todas las normas de la compostura moral, los creadores de ‘South Park’ dinamitan la animación para formular una honesta declaración de principios que se transforma en axioma de la libertad de expresión y verdad ecuménica, haciendo de su objetivo, paradójicamente, un categórico aleccionamiento sobre nuestro entorno social.
Utilizando el lenguaje que ‘supuestamente’ molesta tanto al espectador doctamente erudito, nos encontramos ante la mayor patada en los cojones de aquellos ignorantes que promueven el odio, la estupidez y la intolerancia escudándose en las normas yendo en contra de la libertad y la heterogeneidad, términos aplicables a esta obra maestra sardónica y cínica. Por medio de la habitual tónica de la serie televisiva, siguiendo su estilo soez y admirablemente directo, ‘South Park: más largo...’ impone mediante sus estridentes ‘gags’ y sus ofensivas canciones un escrutinio de los estamentos oficiales, de la familia, la amistad, la política, del mundo del espectáculo (cebándose con personajes como Sadam Husseim, Bill Gates, los hermanos Baldwin o Winona Ryder), imposibles de superar en el cine actual. Walt Disney moriría de una hernia inguinal (o dolor de huevos, mejor dicho) si viera la salvajada más desternillante y espectacular de los últimos tiempos.
Si bien el doblaje español no está a la altura de las circunstancias, ‘South Park’, el largometraje, expone, sincera y abiertamente, un nuevo concepto de animación a reivindicar, basada en el ingenio y en la fuerza de unos chistes capaces de guillotinar las conciencias más catequistas y autocráticas. Como bien enuncian en el filme: "Viva la Resistènce". Ya tenemos nuestro propio enema para evitar la falsaria circunspección.

domingo, 9 de enero de 2005

Una base de posts para el Abismo

Bueno, amigos del Abismo. He estado algún tiempo creando, de forma provisional (hasta que tenga más conocimientos de diseño de webs y demás) una útil seccion que intenta recoger absolutamente todo lo que pasa por esta weblog.
Lo he hecho debido a que la estructura de Blogspot(es decir, del Blogger) hace que muchos textos queden recogidos en archivos mensuales que casi nadie suele visitar. En 'El fondo del Abismo' podréis encontrar todos los articulos y reportajes ordenados por categorias y acceder a ellos de una manera facil y comoda.
He colocado un banner en la columna de la derecha, en la parte inferior.

Un título deportivo para Salamanca

Después de cinco minutos extra de una prórroga, el equipo de baloncesto de Salamanca Perfumerías Avenida se ha hecho con la Copa de la Reina tras vencer en una disputadísima final al Mann Filter por 74-68 con una excepcional Nuria Martínez como protagonista, que ha acabado llevándose el MVP del campeonato. Ha habido un momento en que el partido parecía perdido, cuando el árbitro ha organizado una absurda sangría contra el conjunto salmantino, pitando dos técnicas y una descalificante para la acojonante Tamika Whitmore y otra técnica para el técnico José Ignacio Hernández. Pero el equipo charrito se ha repuesto y al final ha logrado la gesta que tanto había buscado años atrás.
Qué gran partido.
¡Enhorabuena chicas!

El polémico beso de Elektra

A veces el ridículo mundo de Hollywood muestra su rostro más cutre y cetrino cuando para lanzar una nueva película (si es superproducción, mucho mejor) se utilizan las estrategias más chabacanas y obvias que uno pueda llegar a imaginar. En Estados Unidos, acostumbrados a vivir en una burbuja de hipocresía y falsedad, el tema homosexual es algo tan extravagante en los tiempos que corren, que su inocua utilización en una película será una de las atracciones del presente año. Pues bien, un simple beso entre dos mujeres ha destapado la caja de los truenos en el país donde puedes comenzar una guerra ilegal, pero en el que la tolerancia sexual es nula en cualquiera de sus aristas artísticas.
Bien, al tema. ‘Elektra’, la película en la que Jennifer Garner repitiendo el papel que ya interpretara en la deslucida ‘Daredevil’, acaba de provocar la primera polémica del año al lanzar un vídeo en el que la heroína es atacada por la actriz y modelo Natassia Malthe, que da vida a Typhoid Mary. No hay peleas, ni luchas cuerpo a cuerpo en el barro marcando formas, ni ‘dildos’ introduciéndose en ningún orificio. El escándalo se produce porque Typhoid besa a Elektra en la en la boca para quitarle la vida. Ya ves tú.
Eso, en USA es considerado como una licencia hacia el libertinaje más insolente y provocador. Evidentemente, la Garner le resta importancia al asunto asegurando que no es para tanto. Y no lo es, pero lo cierto es que como táctica para que se hable de la película mucho antes de su estreno está dando sus frutos.
Juzgad vosotros mismos.
Los vídeos proceden de IGN Filmforce

sábado, 8 de enero de 2005

Una tarde en 'Sleepy Hollow'

Visual, genuino y hermoso cuento
Consolidado como uno de los autores más personales y fieles a sí mismos del cine moderno (a pesar de algunos traspies por todos conocidos), el genuino Tim Burton volvió a su mundo de lóbrega fantasía con un cuento clásico en la naciente literatura norteamericana del genial y visionario Washington Irving.
‘Sleepy Hollow’ nos sumerge de lleno en la oscura y lóbrega idiosincrasia burtoniana, dotada con la fuerza de unas imágenes que sólo pueden emerger de la imaginería de este genio del Séptimo Arte. La historia del misterioso jinete sin cabeza que comienza a decapitar a los habitantes de un pequeño pueblo rural y la llegada del detective Ichabod Crane (Johnny Deep) para su resolución, va a marcar el comienzo de una pesadilla en la que los sueños, la alquimia, el terror y el amor se entremezclan en un ambiente enrarecido por un paraje insólito e inquietante. De nuevo, Burton nos presenta a un personaje sombrío, Ichabob Crane, angustiado, incomprendido y confundido en un mundo de tintes épicos y lejanos. Esta fábula fantástica (con más romanticismo que terror) en el que ambiente agónico y tétrico de un pueblo tenebroso, le sirve como referente al director de ‘Batman’ para desarrollar una historia que, pese a algunas aportaciones innecesarias del guión de Andrew K. Walker (‘Seven’), solventa cualquier mínimo defecto con un vigor visual y estético insuperable envidiable devolviéndonos al Burton más visionario y representativo tras la colorista ‘Mars Attacks’.
Remedo testimonial y magistral de los ambientes góticos de las películas del genial (y olvidado) Mario Bava y las películas de corte terrorífico de la Hammer, Burton aporta una obra estéticamente exquisita, definiendo una personalidad incomparable, asignando al filme una tenebrosidad cromática suntuosa, gótica, a la vez melancólica, que se desliza entre el género de terror y el ‘thriller’ con la comedia más tradicional, uniéndose ambos géneros en un cuento de fantasía en momentos surreal... Pero no sólo tributa una oscura narración épica, Burton vuelve a ironizar de forma malsana con la condición humana, con la naturaleza pusilánime del ser humano, con los ‘freaks’ que habitan en la extraña urbe que totaliza el pueblo réprobo. Ante ellos, el insólito Ichabod, va descubriendo la maldad y el caos, la traición y el miedo de unos habitantes que terminan por resultar entrañables.
La fotografía de Emanuel Lubezki y la orquestación nigromántica y enigmática de su inseparable Danny Elfman no hacen sino dignificar aún más un trabajo que eleva a Burton a una posición privilegiada dentro del cine actual. Una de las mejores aportaciones al cine de Burton que se revelaron aquí fue la presencia de una Christina Ricci fascinante, capaz de expresar con una mirada lo que otras actrices de su generación van a obtener con toda su carrera. La soberbia atmósfera con la que Burton reflejó este cuento terrorífico y preciosista conviertieron a ‘Sleepy Hollow’ en una ufanía visual, en un placer para el espectador entusiasmado ante esta película personal, dinámica, que no requiere de técnicas digitales para conseguir un ambiente que desde hacía tiempo nadie conseguía y que, de algún modo, reivindica la validez de un estilo de cine postergado.