sábado, 27 de noviembre de 2004

El gran Boyero

No he podido evitar soltar una sonora carcajada al leer (como cada semana, de forma religiosa) uno de los encuentros semanales con ese tótem del cinismo y el sarcasmo que es Carlos Boyero en 'El Mundo', todos los jueves.
Le preguntan:
P: Hola Carlos: que te ha parecido 'Luna de Avellaneda'? Gracias.
Y él responde...
R: Insoportable. Estoy hasta la polla de tanta retórica sensible, de tanto perdedor con dignidad. Campanella me vendió la moto en 'El hijo de la novia'. Pero, me mosqueé con 'El mismo amor, la misma lluvia' y 'Luna de Avellaneda' me pone directamente de los nervios.
Cúan sabio es este crítico al que odio y amo con una pasión incontenible.

viernes, 26 de noviembre de 2004

Dos desagradables experiencias

Hoy he tenido la desgracia de probar un Donut Light. Sí, la versión ligera del Donut rico y esponjoso de toda la vida. El mismo que anuncia Judith Mascó en la televisión.
Pues bien, cuando le he dado el primer muerdo he notado que algo no iba bien. No es como los otros Donuts. Está blando, sin textura, se desinfla, es más pequeño, no sabe nada bien. Además, el glaseado de azucar del original, el pequeño y dulce escudo que lo recubre se ha sustituido por una masa viscosa y transparente que parece algún fluido de Rocco Siffredi más que algo edulcorado. Ha sido una experiencia totalmente decepcionante y algo asquerosa. Os aconsejo que nunca lo probéis. Os arrepentiréis. Es muy desagradable.
Dicen que tiene el 35% menos de calorías. Estar delgado equivale muchas veces a comer cosas que están repugnantes. Y éste es un gran ejemplo.
Por otro lado, otra cuestión casi trascendental es el nuevo Pc Fútbol 2005. Lamentable, amigos. No sabéis hasta qué punto han estropeado todo lo que habían conseguido los chicos de Dinamic. Los de Gaelco ha destrozado el juego. Así de contundente. No hay posibilidades de Pro-manager, fichar requiere ser ingenierio, no puedes contratar ojeadores, el cuadro táctico ha sido sustituido por un galimatías muy triste, la estética es costrosa, todo parece y es muy malo.
Las atractivas funciones del último Pc Fútbol 2001 se han perdido. Ni te puedes crear, no hay la mitad de los escudos de las demás ligas y, lo más importante, no hay un orden con más de un equipo. En palabras de 'fan' absoluto del juego: Pc Fútbol 2005 es una puta mierda. Así de duro. Un insulto al jugador de este mítico juego. Es, directamente, una estafa, una desfachatez asombrosa que hayan sacado este bodrio a la calle y encima a 20 euros. Si hasta el Pc Fútbol que venía en disquetes era muchísimo mejor que esto que han sacado. No tiene nombre.
Razones, por las que, al igual que los Donuts Light, no os dejéis engañar, porque es lo más decepcionante del mundo.
Ambas experiencias han sido comparables a descubrir que, una vez conseguida una imposible cita con Beyoncé Knowles, ésta tiene un enorme miembro como el de Makelele (o eso decían sus 'compis' y 'amiguitos' del Madrid). Más o menos, vamos.

Micro-relato

LUZ
Sabía que un día llegaría. Que la historia de su vida no dejaría que el olvido le hiciera desparecer. No sabía dónde se encontraba. Miraba a su alrededor percibiendo que todo era ajeno a su concepto del mundo.
- Estás fuera.- le dijo una voz de ultratumba.
Recomponiéndose, echó un vistazo a su bolsillo y descubrió bajo su mano una luz pequeña, de incandescencia esperanzadora, surgida de la explosión de dos planetas en el oscuro cosmos. En un instante, una explosión le devolvió al suelo con un fuerte golpe. De nuevo, bajo la inconsciencia del impacto, soñó que era feliz y que la guerra nunca se produjo.
Tal vez todo fue producto de una mala pesadilla. O tal vez no.

jueves, 25 de noviembre de 2004

¿Quieres ser Lee Harvey Oswald?

¿Que quieres meterle un tiro a John F. Kennedy entre ceja y ceja y salpicarle el traje púrpura a Jackie?
¡Pues no hay más que hablar!
Ya está aquí 'JFK Reloaded', el juego que ha molestado (y de qué manera) a la familia Kennedy. La verdad es que es de bastante mal gusto.
Tienes a tu disposicón todo, el mismo rifle, la misma mira teléscopica y la misma Dealey Plaza donde murió asesinado el Presidente más carismático que ha tenido USA. Puedes disparar desde el mismo ángulo en el que nos hacen creen que llegaron los tres tiros que acabaron con la vida del presidente.
Lo divertido (o triste) de todo es que la compañía escocesa Traffic Games, creadora del juego, se defiende alegando que permitirá estimular el interés de los más jóvenes por la historia. Tócate los cojones... Y se quedan tan tranquilos.
La cosa está en preguntarse qué pasaría si se creara un juego sobre lo que llevó a que Kennedy muriera. Es decir, investigar su política, sin obviar la crisis "de los misiles" con la Unión Soviética ni la lucha por los derechos civiles. También podrían introcudir en él qué pasó con el féretro de John Kennedy desde Dallas hasta el Hospital Naval de Bethesda. O si Marilyn fue asesinada porque sabía demasiado. O que desvelaramos que Oswald no era comunista ni nada, si no un pobre hombre que le sirvió de cabeza de turco a los intereses de la política exterior de un gabinete que se manchó de sangre con la muerte de su máximo mandatario.
Ya estoy viendo el prólogo de un juego de arcade sin precedentes...
P: "¿Cual es la teoría más descabellada que usted ha escuchado sobre el asesinato de Kennedy?"
R: "La defendida por la Comisión Warren".
P: "¡Le estoy preguntando en serio!".
R: "Si, y yo le estoy respondiendo en serio".
(Conversación entre el reportero del Fort-Worth Star-Telegram Barry Schlacter y el investigador Ian Griggs).
¿Fue realmente la CIA la que encubrió el magnicidio?
Aquí os dejo unas cuantas teorías.

Un nuevo proyecto, una nueva ilusión

Bueno, pues sin estrenar aún 'El Límite' en mi ciudad, habiendo sido seleccionados en los mejores festivales de vídeo del país, orgullosos por nuestra presencia en Hollywood y, por lo menos en mi persona, contento porque, aunque aún no hayamos ganado ningún premio (ni falta que nos hace), nuestro trabajo está gustando a la gente, ha llegado el momento de pensar qué coño hacemos ahora.
Mi ilusión, mi reto, mi próximo trabajo tiene que rodarse en cine, en 35 mm., escuchando el celuloide dentro de la cámara rodando como la sangre que fluye en mis venas desde que nací, una sangre empapada de Séptimo Arte. Un corto llamado 'The Encounter', es mi gran objetivo entusiasta, como uno de tantos que todos tenemos. Bien, es un cortometraje bastante caro, pero con la ilusión que tenemos todos encima y los contactos que hemos hecho, seguro que lo sacamos adelante. 'The Encounter' es un ambicioso proyecto que tengo escrito desde hace varios años y que, según tengo previsto, se rodaría en inglés. La idea es recrear la estética de los cómics de Frank Miller en ‘Sin City’ con ese poso lóbrego de David Lynch. Una historia que mezcla el drama romántico con una oscura historia de terror. Sé que es muy difícil y muy caro, pero es el cortometraje que siempre he querido hacer. Es un compendio de referencias literarias como Lovecraft, Poe, Waalpole, Polidori, Stoker, Bulwer Lytton y, sobre todo, Ray Bradbury. Muy pronto, como ya mismo, podría empezar Myrian a currar duramente en el laborioso 'story board'.
Pero hasta entonces, ya he empezado a trabajar en mi próximo y baratísimo proyecto en Vídeo Digital, 'La sombra en el espejo', un cortometraje de muy poca duración que sirve de prólogo al largometraje que estoy escribiendo en estos momentos, una cinta de acción centrada en un futuro muy cercano y que está a medio camino entre el 'thriller' y el 'cyberpunk'. Ya estuve hablando durante varias horas con la pequeña gran Lauire Baker sobre los efectos especiales que vamos a utilizar y todo pinta como un trabajo que soprenderá. También he empezado a sondear cómo está el panorama para conseguir una gran música 'techno'.
Es un guión de dos páginas que comienza así...
La pantalla está fundida en negro.
OFF
Olvidaos de todo lo que os han contado hasta este momento.
El origen... El fin... Todo. Hemos creado un mundo artificial de engaño y apariencia.
Como nuestro propio destino.
Y no, no se parece a 'Matrix'.
Dicho esto... Haussmann Films & El pentáculo Producciones ya tienen nuevo proyecto.
Por cierto, que esta semana también empezamos (con Alexander Zuñiga) a componer el 'making of' y la estructura que tendrá el DVD de 'El Límite', un disco cargado con muchos extras de lo que ha sido una auténtica pesadilla más que un cortometraje.

Especial Navidad de SMP (VII)

Bueno, amigos. Pues supongo que os habréis dado cuenta, la Navidad ya está aquí. Sí, ya sé que no sois imbéciles, pero es que cada año llegan antes. Pronto, en un futuro no muy lejano, llegaremos de disfrutar las vacaciones de verano pensando en que hay que preparar el árbol, los regalos y, sobre todo, empezar a hacer acopio de turrones, langostinos, cordero y guirnaldas navideñas. Todo esto, en bermudas, morenitos de playa y con sofocones.
En fin, que uno sabe que se ha abierto la veda navideña, además de que uno puedo ver la decoración de Cortilandia y todas las lucecitas que el Ayuntamiento se gasta en las diversas calles de sus ciudades, cuando uno enciende la televisión y empiezan a proliferar anuncios de colonias, de relojes, de juguetes, de turrones, como un virus contagioso. Pero sobre todo, con la emisión de dos ‘spots’ privativos de estas fechas que se nos vienen encima. Me refiero al de la Lotería de Navidady al de Freixenet. Existen muchos más que aúnan en su objetivo un espíritu comercial… qué diga… Navideño, pero tal vez sean estos dos, por su coste de producción, los que más se esperan (no sé por quién) cuando comienza este periodo de luz, color y Santa Claus que, a este paso, ya ha fusilado la aceptación que tenían los Reyes Magos hace décadas.
Lo curioso de todo es que ambos anuncios no cambian; año tras año son el mismo, sólo que realizados con más medios y dinero. Veamos ¿Cuánto hace que no componen una música distinta para el de la lotería? ¿Y el actor italiano calvo (que, por cierto, sirvió de patrón para crear un personaje en nuestro guión de terror ‘La Puerta’, escrito por José Mª Guevara y un servidor)? ¿Y el concepto? ¿Y la forma de dirigir? ¡Coño! ¿Qué está pasando? ¿Firmaron hace años un contrato vitalicio sus creadores, el músico y el actor?
Este año han intentado darle un poco de dinamismo introduciendo color y el resultado es francamente inferior. Algunos me dirán que en la tradición, en el arcaísmo, está su éxito. Pero, sinceramente, creo que es erróneo. Antes que el Calvo de la Suerte fuera soplando estrellitas por ahí, emitieron aquel del vendedor infantil de periódicos que anunciaba la Paz Mundial después de que en la rotativa brindaran por ello. Utópico y colmado de esperanza. Mucho más bonito que los siguientes, no jodáis.
Y el fundamental: El anuncio de Freixenet. Hay que subrayar la estupidez campante que se apoderado de la idea de los creativos por vendernos, a su juicio, un champán (podría hacerme el fino y escribir champagne) de calidad. Pero analicemos el ‘spot’ de este año: Pierce Brosnan entrado en kilos (bueno, qué coño, más gordo que una morsa –menudas lorzas ¡oiga!-), se prepara en una entradilla musical a lo James Bond. Anda torpemente con dos botellas de ‘Freakxenet’ en la mano. En un momento de descuido se le caen al suelo desglosándose en mil pedazos y dejando ver su ‘oro líquido’. Bien, podemos pensar que está ya mamado y que por eso sus reflejos son tan nulos. A continuación observamos que se acerca a una sofisticada vitrina con cientos de botellas de cava, como un preciado tesoro, pero no puede abrirla para alcanzar alguna de ellas. Tal vez, porque con la merluza que lleva encima no acierta a saber dónde está el asidero para abrir el modernista frigorífico de cristal.
Cuando llama a la puerta una pretendidamente espectacular Nieves Álvarez con un cardado horterísimo que ni en ‘Grease’, Brosnan llega intentando ponerse la americana del esmoquin. Ante esto, podemos pensar perfectamente que ella es una señorita de compañía. Pero no, porque cuando ‘Fat Brosnan’ abre, distingue, anonadado, que la joven lleva una botella de su champán favorito. Es entonces cuando el ridículo entra en acción; hay un juego de planos en los que no saben muy bien cómo actuar, porque él, con su embriaguez alcohólica está a punto de volver a tirar la botella al suelo. Tras esta evidencia, no se ponen de acuerdo cómo ni dónde tienen que mirar para brindar una absurda lección al espectador de cómo cambiar foco en un plano. Totalmente lamentable. Desde que Liza Minelli sorbiera la copa hace ya casi 30 años (luego se aficionó a sorber miles de copas más), la empresa catalana ha ido contratando a personajes que, en mayor o menor medida, han ido cayendo en el más insultante declive o, simplemente, en el olvido.
Así sólo es posible que a ellos se les ocurra presentar a dos estrellas en decadencia de la época dorada de Hollywood (Ann Margret y Cheryl Ladd) y a una vedette, algo puta y buscota, militante del PP como Norma Duval en un mismo anuncio o pensar que una pareja de moda pueda ser Jacqueline Bisset y el malo alemán de ‘Jungla de Cristal’ Alexander Gudonov. Tener la mala hostia de contratar a Don Johnson en el 91, para el siguiente año contar con Antonio Banderas para regodeo del divorcio del actor que dio vida a Sonny Crokett. También hemos visto homenajear el Oscar de Trueba con el reparto de ‘Belle Epoque’ (para mí, el mejor de todos), darle una pasta gansa para la cirugía estética de la decadente Meg Ryan o hemos podido sufrir a Papa Quinn y a su hijo pescar tres putones verbeneros como Mar Flores, Sofía Mazagatos y Juncal Rivero. Por no hablar de la desconocida Lorin Maazel y tres estrellitas autoproclamadas ‘actrices de moda’ del cine español como Pe, López de Ayala (espectacular carrerón después de su Goya) o la insoportable Paz Vega. Me pregunto si Inés Sastre brindará este año por el fallecido Christopher Reeve mientras se arrima al ricachón de turno como gran Súcubo que es.
Los anuncios de Freixenet no cambian. Siguen estáticos, perennes, aburridos, como el de Suchard o el de El Almendro que, al fin y al cabo, sigue siendo uno de los favoritos de la audiencia. O ya, ni siquiera rodar nada nuevo, si no que se recurre a un mítico anuncio que se mantiene imperturbable a lo largo del tiempo como el de la siliconada Estella Warren del anuncio de Chanel Nº 5 de Pitof o la más natural del antiguo, que dirigió Luc Besson.
Al final, echaremos de menos al hijoputa repelente de Edu y su ‘Feliz Navidad’ de Telefónica, a Paz Padilla haciendo el subnormal (de monja o de embarazada) en sus paupérrimos anuncios de turrones ‘La casa’, a las muñecas de Famosa que se dirigen al portal o cualquier otro que se os ocurra en este momento prenavideño.
Habrá tiempo de dedicarle varios espacios críticos y cínicos a la Navidad en este Abismo; la lotería, los regalos, la Nochebuena, un recorrido navideño por las películas dedicadas a estas fechas, la Nochevieja y el inevitable torzón que voy a cogerme, los deseos para 2005, y, por supuesto, lo mejor y peor de este año que está a punto de agonizar, claro está.
Si por algo merece la pena la Navidad es por el juego que da.
Seguiremos informando.

miércoles, 24 de noviembre de 2004

Dylan Thomas, un caprichoso usador de palabras

En Laugharne, cerca de una casa levantada a orillas de un estuario en el corazón de Gales, el poeta pasó horas viendo las crecidas invernales del río Towy. Vio muchas veces cómo se anegó el jardín, jugando a encadenar patronímicos o tal vez sólo nombres que versificaran cada una de las colinas que se veían al este, en la ribera opuesta del río.
Un mal día, por aquellos parajes, no hubo presencia humana, nadie que observara el paraíso. La habitación donde el hombre de rizos rojos desplegó su talento, se llenó de polvo y silencio. Una botella de whisky medio vacía sepultaba su triste pesar sumida en el afonía de una boca que jamás volvería a beber de ella.
Lejos de allí, Stravinski se quedó sin sus palabras del borracho irredento y Swansea lloró su muerte. Años después, un cantante tomó su apellido para pasar a ser hu heredero con una guitarra a cuesta.
Dijo en una ocasión Dylan Thomas que no era un poeta, que era un simple usador de palabras.

Silly Bush: Mi perrito Barney

En el colmo de la ridiculez, de la imbecilidad, está la figura de un presidente que, con todos los honores, pasará a la historia como el dirigente más peligroso, más genocida, más necio y cretino que haya tenido Estados Unidos. Me refiero, cómo no, a George W. Bush. La última proeza de este ‘clown’ vestido de traje ha sido la popularización de su perrito faldero. Si Calígula nombró cónsul a su inseparable caballo Incitato, Bush tiene una analogía de idolatría animal con su perro Barney, el personaje del momento en Estados Unidos. Lassie y Rin Tin Tin se han pasado de moda, se ha quedado caducos ante la historia del terrier escocés de Bush. Sólo falta saber qué cargo ocupará Barney de la mano de su infausto amo.
Según la página de la Casa Blanca yanqui, el perro se enfada porque le tenían prometida la cartera de Educación y Cultura. Como todo en la vida del presidente, los problemas de su país son acogidos con sorna y burla, como en aquella secuencia del documental de Michael Moore ‘Fahrenheit 9/11’ en la que después de soltar su discurso sobre la espinosa situación de la guerra de Irak, después de ordenar el ataque sanguinario a un país, se dirige a su pelota de golf con el palo en alto y espeta a la prensa “y ahora… mirad qué drive”. Ridículo y lamentable. Barney no está muy lejos de lo que para Bush representa su país, los americanos, sus votantes: son animales con los que jugar, que aplauden sus decisiones e, ignorantes ante la realidad de su país y de su autócrata dirigente, mueven el rabo y sonríen, agitan banderitas y se convierten en manifiesto de una estupidez insultante.
La Administración Bush es tan divertida y se toma tan en serio todo que ha creado un serial internauta (a través de la página web oficial de la White House) del ‘Primer chucho’, de Barney, que se ha transformado en una estrella mediática. El año pasado hicieron un especial en el que el pequeño Barney tenía una misión que acometer por todos los medios. Uno de los representantes presidenciales más importantes le mandaba decorar los enormes habitáculos de la mansión presidencial: desde el Despacho Oval hasta la habitación George Washington. Esa era su misión. Pero el perro, en similar actitud de su dueño, no quería trabajar; prefería tocarse los huevos, jugar con un balón en la nieve o dormir ¿Mensaje subversivo de la actitud y aptitud de Bush? No quiero ni pensarlo.
Más allá de la certeza de si Bush traduce este tipo de actos en cualquier estado, ya sea borracho o sobrio, lo cierto es que tales artimañazas sirven para desviar la atención del pueblo, de encubrir su perverso plan mefistofélico por dominar el mundo (ahora, su intención es ir por Irán; mañana, quién sabe). El periodismo en USA pasa por dar primacía a la vida de un insignificante perrito que a las vicisitudes de una política exterior que, como hordas de extraterrestres alienígenas, están desmoronando con sus actos el territorio por donde pasan.
Bush prefiere que todos los americanos vean la cotidianidad de su perrito faldero, metamorfoseado en sus propios compatriotas, a que su país sepa lo que hace su ejército en Irak, aquello que los verdaderos perros de Bush, los marines descontrolados y violentos, hicieron en la cárcel de Abu Ghraib, lo que están sembrando en Afganistán y los que le queda por hacer en Oriente Medio.
Menos mal que quedan yanquis críticos que se dan cuenta de las cosas y hacen ver la situación de Barney y su ‘Silly Daddy’ en un blog creado exclusivamente para narrar la vida del perro de la Casa Blanca en primera persona (y no me refiero a Bush), lanzando un grito crítico con lo que está pasando en un país que está viviendo ocho años de una decadencia que, a buen seguro, les pasará factura. Eso sí, siempre a costa de los demás países internacionales.
De nuevo: ¡God Bless América!

martes, 23 de noviembre de 2004

Dos noticias de este MUNDO ABSURDO

'Zaplanistas' Vs. 'Campistas'
Seguidores del ex presidente de la Comunidad Valenciana Eduardo Zaplana y de su sucesor, Francisco Camps, han acabado a golpes y se han acusado mutuamente de irregularidades cuando se votaban los compromisarios para el congreso regional de Alicante, una vez terminado el congreso del PP para la Presidencia del PP valenciano.
¿Tanto se echa de menos en el PP las guerras que hasta ellos provocan una en sus reuniones? ¿Llamarán a Bush para que bombardeen Alicante? ¿Tendrá relación con esto el hombre que ha muerto electrocutado en Elche?
¿Papá Noel activista?
Un activista del grupo 'Padres por laJusticia' realizó hoy otra peculiar protesta al encadenarse, vestido de Papá Noel, a una verja del Palacio de Buckingham, en Londres, el día en que Isabel II hizo el tradicional discurso de apertura del Parlamento.
Esto... Me he quedado sin palabras.

Are you talkin' to me?

Ayer fui a MediaMark, ese complejo de electrodomésticos, paraíso de la tecnología en el que casi todo está diciendo 'cómprame' con escandalosos precios nada prohibitivos, casi insultantes. Compré dos nuevas películas en DVD: 'Taxi Driver', del gran Martin Scorsese (por 8 euros y pico) y 'Ringu', de Hideo Nakata (por 4, 29 €).
Dos pequeñas obras que escogí arduamente entre una opción de compra que me hizo reflexionar sobre mi miserable esencia de vida. Si no fuera un parado sin oficio ni beneficio, si no fuera una pequeña escoria dentro de la sociedad, podría haberme llevado varias y suculentas ofertas. Pero sólo me pude un par de ellas. Es lo que tiene ser un despojo, amigos. Bueno, a lo que iba. Ayer mismo disfruté del documental de más de una hora sobre la obra maestra de Scorsese, un pequeño 'delicatessen' visual que no me desveló nada nuevo, pero sí corroboró algunas de las cosas que había leído o había imaginado, como que, por ejemplo, Robert De Niro no se afeitó la cabeza para sus secuencias de mohicano, si no que fue el asombroso Dick Smith (ganador del Oscar por 'El Exorcista'), quien creó una espectacular calva afeitada y un postizo que simulaba el pelo a lo tribal. Es lo mejor del documental. Smith cuenta con todo lujo de detalles los pormenores de las secuencias más sangrientas, de la violencia explícita, de las manos que se descuartizan con los disparos, de las heridas que nadie ha podido superar, del olfato como visionario dentro de la sala de montaje por parte de Marty para acuchillar una mano en dos planos que parecen sólo uno. También, el miedo que despertó De Niro en Cybill Shepherd, las pocas líneas de diálogo que tenía Harvey Keitel, el rechazo de Bernard Herrmann en el principio de la que sería su banda sonora póstuma y del riesgo de una película que es para mí más importante que mucha gente a la que conozco y veo por la calle.

Por lo demás, volví a reencontrarme con Travis, mi viejo amigo Travis Bickle y su historia de taxista asocial y desequilibrado, excombatiente de Vietnam atrapado en una vida sin sentido que procura redimir sus propios fantasmas protegiendo a dos mujeres interpretadas por Cybill Shepherd y la impúber Jodie Foster (que, por cierto, cuenta también que su madre le dijo a Scorsese qu estaba loco por pedirle a una cría de 12 años que interpretase a una puta). La película encumbró a la cima a un Scorsese que recreó a la perfección un ambiente sucio e hipócrita al ofrecer una agobiante historia, glorificada sobre todo por la interpretación majestuosa de De Niro en el papel del psicópata taxista con ganas de venganza social. Un inolvidable drama, casi expresionista, sobre el prototipo de personajes con vocación de mártir convertido en asesino sin escrúpulos que acaba santificado.
‘Taxi driver’ es una obra maestra, una película que transgredió en su época y que me cautivó cuando yo sólo era un crío de 10 años, seducido y malacostumbrado a un modelo erróneo de antihéroe. ‘Taxi Driver’ es también toda una leyenda externa al rodaje (el intento fallido del magnicidio a Reagan por el perturbado John Hinckley en 1981) y en la sería injusto olvidar la espléndida banda sonora compuesta por el mítico Bernard Herrmann.
Con esta película es cuando se empezó a evidenciar el inconfundible estilo de un creador de enormes proporciones: Scorsese, a pesar de mover su cámara siempre al compás de largas secuencias dilatadas, se movía entre el más de los furos controles que se contrapone a la célebre improvisación que se ha dado en su cine cuando le conviene. Esto suele hacerlo en la construcción de escenas en las que la tensión es progresiva y va sumiendo en la duda a un espectador que acomete la sucesión de sensaciones con la suspicacia, con la pregunta del ‘qué pasará’, ya que (como ha sido habitual en el cine de este genio) el carácter de los protagonistas puede estallar en la más encendida brutalidad que uno pueda imaginar, en un torrente de violencia que termina por resultar catártico para personalidad y espectador.

Este recurso consistente en dilatar el tiempo para jugar con el ritmo de la película haciendo que el tempo narrativo juegue la baza trascendental del ‘in crescendo’. En todo ello el factor más importante dentro del cine de Scorsese es el actor, que se mueve con una inaudita fisicidad, centrando la explosión de la secuencia en el protagonista. Por eso Robert De Niro se ha configurado como el actor que mejor sabe entender lo que quiere el cineasta ítaloamericano. Por eso, su creación de Travis Bickle sigue siendo uno de los mejores papeles que se hayan interpretado en la historia del cine.